La fracción del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados sostuvo que la aplicación de más impuestos es inviable y advirtió, en ese sentido, que el gravamen adicional de 2 por ciento al consumo de bienes y servicios “no pasará”.
Aun cuando la Secretaría de Hacienda declaró que hasta en China suben los impuestos, los legisladores perredistas Alejandro Encinas y Jesús Zambrano rechazaron la intención de “golpear” a los sectores sociales más vulnerables con el pretexto de combatir la pobreza.
“La mejor manera de combatir la pobreza es canalizando recursos a la actividad productiva y la generación de empleos”, remarcó Encinas, al tachar de asistencialista el programa Oportunidades que el gobierno federal pretende fortalecer mediante el cobro de la llamada contribución para el combate a la pobreza.
El coordinador de los diputados federales del PRD consideró por ello “sumamente demagógicas” las declaraciones del presidente Felipe Calderón en defensa del nuevo impuesto.
Sobre todo, indicó, porque hoy existen cinco millones más de mexicanos en condiciones de pobreza, a pesar de la multiplicación de recursos para Oportunidades, “lo cual demuestra no solamente que este programa no funciona, sino que éste sí es un programa populista y con un amplio manejo electoral”.
Encinas insistió en alternativas distintas a la aplicación de nuevos impuestos, como el fin de los privilegios fiscales para las grandes empresas, que representan una pérdida tributaria de casi 500 mil millones de pesos al año.
Instó a la Secretaría de Hacienda a proponer más gravámenes, pero no al consumo de bienes y servicios, sino a la especulación financiera y a las ganancias en la Bolsa Mexicana de Valores, así como a la explotación de recursos naturales en los yacimientos mineros por parte de grandes trasnacionales.
Por separado, el también perredista Jesús Zambrano secundó el rechazo al impuesto de 2 por ciento para el combate a la pobreza, y dijo: “Siguen insistiendo en algo que parece cada vez más inviable, en un impuesto al consumo generalizado, incluidos alimentos y medicinas. Pero eso no va a pasar”.
Refrendó así el no del PRD al “IVA disfrazado”, no sólo en alimentos y medicinas, sino en otros productos, y anticipó las protestas de su partido y otros grupos sociales contra el intento de elevar los gravámenes.
Aun cuando la Secretaría de Hacienda declaró que hasta en China suben los impuestos, los legisladores perredistas Alejandro Encinas y Jesús Zambrano rechazaron la intención de “golpear” a los sectores sociales más vulnerables con el pretexto de combatir la pobreza.
“La mejor manera de combatir la pobreza es canalizando recursos a la actividad productiva y la generación de empleos”, remarcó Encinas, al tachar de asistencialista el programa Oportunidades que el gobierno federal pretende fortalecer mediante el cobro de la llamada contribución para el combate a la pobreza.
El coordinador de los diputados federales del PRD consideró por ello “sumamente demagógicas” las declaraciones del presidente Felipe Calderón en defensa del nuevo impuesto.
Sobre todo, indicó, porque hoy existen cinco millones más de mexicanos en condiciones de pobreza, a pesar de la multiplicación de recursos para Oportunidades, “lo cual demuestra no solamente que este programa no funciona, sino que éste sí es un programa populista y con un amplio manejo electoral”.
Encinas insistió en alternativas distintas a la aplicación de nuevos impuestos, como el fin de los privilegios fiscales para las grandes empresas, que representan una pérdida tributaria de casi 500 mil millones de pesos al año.
Instó a la Secretaría de Hacienda a proponer más gravámenes, pero no al consumo de bienes y servicios, sino a la especulación financiera y a las ganancias en la Bolsa Mexicana de Valores, así como a la explotación de recursos naturales en los yacimientos mineros por parte de grandes trasnacionales.
Por separado, el también perredista Jesús Zambrano secundó el rechazo al impuesto de 2 por ciento para el combate a la pobreza, y dijo: “Siguen insistiendo en algo que parece cada vez más inviable, en un impuesto al consumo generalizado, incluidos alimentos y medicinas. Pero eso no va a pasar”.
Refrendó así el no del PRD al “IVA disfrazado”, no sólo en alimentos y medicinas, sino en otros productos, y anticipó las protestas de su partido y otros grupos sociales contra el intento de elevar los gravámenes.
Fernando Damián, Milenio, 29 de septiembre.
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