Mauricio Farah Gebara, quien ha sido visitador general de la CNDH en los últimos cinco años, presentó ayer su renuncia al organismo para participar en el proceso de elección del próximo ombudsman nacional.
Farah estuvo al frente de la Quinta Visitaduría desde su creación en enero de 2005. Ahí, logró resultados sobresalientes en migración y trata de personas, temas que se colocaron como prioritarios en la agenda de derechos humanos.
Apenas el jueves pasado había presentado el informe especial “Políticas letales, muros mortales: muerte de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos”, que refirió el fallecimiento en los últimos 15 años de más de 5 mil 600 mexicanos en busca del llamado “sueño americano”.
También difundió el documento “Acoso, medidas antiinmigrantes en Estados Unidos”, un análisis sobre las iniciativas y ordenanzas tendientes a restringir las garantías fundamentales de los indocumentados.
Hace tres meses trabajó en otro reporte especial sobre secuestro de inmigrantes centroamericanos durante su paso por México.
En la visitaduría participó en el Programa General de Quejas, e impulsó los programas contra la trata de personas, de atención a migrantes y agravios a periodistas y defensores civiles de derechos humanos.
Mediante una misiva, Farah detalló las razones de su separación:
“He decidido participar como candidato en el proceso de elección del próximo titular de la CNDH y, por tanto, quiero deslindar mi candidatura de mi actuación como quinto visitador general. Ni la ley ni la convocatoria emitida por el Senado establecen que debo hacerlo, pero es mejor no formar parte de la estructura interna de la comisión en tanto se desarrolla el proceso de elección”.
Aseguró que en sus años como visitador se concentró en acciones “a favor de los derechos humanos”, de acuerdo con los programas que le fueron encomendados.
Dijo que le corresponde procurar que su participación en este proceso de sucesión “no obstaculice la marcha de programas ni el procedimiento que se sigue en el Senado: “Mi decisión de renunciar tiene el propósito de cuidar a la institución a la que he servido”.
La dimisión le fue presentada al presidente de la CNDH, José Luis Soberanes Fernández, para surtir efecto a partir del 30 de septiembre.
“Le agradecí su confianza y respaldo durante el tiempo que me dio la oportunidad de colaborar en la CNDH, y le hice patente el agradecimiento a todos mis compañeros del organismo”, expresó Farah en la carta.
Farah estuvo al frente de la Quinta Visitaduría desde su creación en enero de 2005. Ahí, logró resultados sobresalientes en migración y trata de personas, temas que se colocaron como prioritarios en la agenda de derechos humanos.
Apenas el jueves pasado había presentado el informe especial “Políticas letales, muros mortales: muerte de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos”, que refirió el fallecimiento en los últimos 15 años de más de 5 mil 600 mexicanos en busca del llamado “sueño americano”.
También difundió el documento “Acoso, medidas antiinmigrantes en Estados Unidos”, un análisis sobre las iniciativas y ordenanzas tendientes a restringir las garantías fundamentales de los indocumentados.
Hace tres meses trabajó en otro reporte especial sobre secuestro de inmigrantes centroamericanos durante su paso por México.
En la visitaduría participó en el Programa General de Quejas, e impulsó los programas contra la trata de personas, de atención a migrantes y agravios a periodistas y defensores civiles de derechos humanos.
Mediante una misiva, Farah detalló las razones de su separación:
“He decidido participar como candidato en el proceso de elección del próximo titular de la CNDH y, por tanto, quiero deslindar mi candidatura de mi actuación como quinto visitador general. Ni la ley ni la convocatoria emitida por el Senado establecen que debo hacerlo, pero es mejor no formar parte de la estructura interna de la comisión en tanto se desarrolla el proceso de elección”.
Aseguró que en sus años como visitador se concentró en acciones “a favor de los derechos humanos”, de acuerdo con los programas que le fueron encomendados.
Dijo que le corresponde procurar que su participación en este proceso de sucesión “no obstaculice la marcha de programas ni el procedimiento que se sigue en el Senado: “Mi decisión de renunciar tiene el propósito de cuidar a la institución a la que he servido”.
La dimisión le fue presentada al presidente de la CNDH, José Luis Soberanes Fernández, para surtir efecto a partir del 30 de septiembre.
“Le agradecí su confianza y respaldo durante el tiempo que me dio la oportunidad de colaborar en la CNDH, y le hice patente el agradecimiento a todos mis compañeros del organismo”, expresó Farah en la carta.
Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 28 de septiembre.
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