Las instalaciones del periódico Noroeste, en el municipio de Mazatlán, Sinaloa, fueron atacadas a balazos por desconocidos la madrugada de este miércoles, produciendo sólo daños materiales.
Horas antes, personal del diario recibió dos amenazas vía telefónica de quienes se identificaron como integrantes de La Línea –grupo delictivo que opera para el cártel de Juárez–, denunciaron autoridades del rotativo.
Según testigos, cerca de las 2 de madrugada de hoy, dos sujetos dispararon contra el primer piso del inmueble, donde se encuentran la recepción y algunas oficinas; el personal de redacción ya se había retirado.
Frente al edificio, ubicado sobre la avenida Ejército Mexicano, vialidad considerada la entrada principal al puerto, los pistoleros colocaron una manta en la que acusan al gobierno federal de proteger al cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada.
El mensaje, firmado por La Familia, hace un recuento de los asesinatos ocurridos en Mazatlán en los últimos meses, incluidos los de 29 internos del penal de este puerto, el pasado 14 de junio.
Minutos después del ataque al medio de comunicación, policías de las corporaciones locales y federales, así como elementos del Ejército, arribaron al lugar, donde encontraron 64 casquillos calibre 7.62, para fusil AK-47.
Rodolfo Díaz Fonseca, director editorial del Noroeste, consideró las acciones como indignantes; informó que tras la visita de personal de la procuraduría estatal al periódico, sus directivos presentaron denuncia formal.
“Con todo esto, no hay condiciones para informar, no hay garantías para realizar nuestro trabajo”, asentó.
Agregó que después del ataque, policías y militares se retiraron del lugar, y de las 3 a las 9 horas no hubo vigilancia, a pesar de que desde las 6 de la mañana los trabajadores empezaron a llegar.
Rolando Bon López, subprocurador general de Justicia, atribuyó el ataque al crimen organizado; señaló que, al parecer, el atentado se debió a que Noroeste se negó a publicar “cierta información”.
En la averiguación previa 796/2010 que abrió la procuraduría estatal se establece que supuestamente hubo una queja de un grupo delictivo respecto a una información que no se publicó, como indicaron las llamadas amenazantes que recibió el rotativo.
El funcionario local informó que la procuraduría sólo agotará las diligencias del orden penal y concluirá con las pruebas periciales de campo y balística, así como los análisis de indicios para remitir la averiguación a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra Periodistas, de la Procuraduría General de la República.
Sergio Avendaño Coronel, subprocurador de Justicia en la zona sur del estado, afirmó que tras la agresión al diaro, otros medios de información de este municipio han recibido amenazas por teléfono.
En Sinaloa, suman tres los atentados contra medios informativos locales, atribuidos al narcotráfico.
Horas antes, personal del diario recibió dos amenazas vía telefónica de quienes se identificaron como integrantes de La Línea –grupo delictivo que opera para el cártel de Juárez–, denunciaron autoridades del rotativo.
Según testigos, cerca de las 2 de madrugada de hoy, dos sujetos dispararon contra el primer piso del inmueble, donde se encuentran la recepción y algunas oficinas; el personal de redacción ya se había retirado.
Frente al edificio, ubicado sobre la avenida Ejército Mexicano, vialidad considerada la entrada principal al puerto, los pistoleros colocaron una manta en la que acusan al gobierno federal de proteger al cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada.
El mensaje, firmado por La Familia, hace un recuento de los asesinatos ocurridos en Mazatlán en los últimos meses, incluidos los de 29 internos del penal de este puerto, el pasado 14 de junio.
Minutos después del ataque al medio de comunicación, policías de las corporaciones locales y federales, así como elementos del Ejército, arribaron al lugar, donde encontraron 64 casquillos calibre 7.62, para fusil AK-47.
Rodolfo Díaz Fonseca, director editorial del Noroeste, consideró las acciones como indignantes; informó que tras la visita de personal de la procuraduría estatal al periódico, sus directivos presentaron denuncia formal.
“Con todo esto, no hay condiciones para informar, no hay garantías para realizar nuestro trabajo”, asentó.
Agregó que después del ataque, policías y militares se retiraron del lugar, y de las 3 a las 9 horas no hubo vigilancia, a pesar de que desde las 6 de la mañana los trabajadores empezaron a llegar.
Rolando Bon López, subprocurador general de Justicia, atribuyó el ataque al crimen organizado; señaló que, al parecer, el atentado se debió a que Noroeste se negó a publicar “cierta información”.
En la averiguación previa 796/2010 que abrió la procuraduría estatal se establece que supuestamente hubo una queja de un grupo delictivo respecto a una información que no se publicó, como indicaron las llamadas amenazantes que recibió el rotativo.
El funcionario local informó que la procuraduría sólo agotará las diligencias del orden penal y concluirá con las pruebas periciales de campo y balística, así como los análisis de indicios para remitir la averiguación a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra Periodistas, de la Procuraduría General de la República.
Sergio Avendaño Coronel, subprocurador de Justicia en la zona sur del estado, afirmó que tras la agresión al diaro, otros medios de información de este municipio han recibido amenazas por teléfono.
En Sinaloa, suman tres los atentados contra medios informativos locales, atribuidos al narcotráfico.
Javier Valdez e Irene Sánchez, La Jornada, 2 de septiembre.
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