DALLAS (Agencias).— Un científico argentino nacionalizado estadounidense y su esposa, quienes trabajaron en el Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México, fueron detenidos ayer tras ser acusados de tratar de vender secretos nucleares a Venezuela.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos informó que el científico Pedro Leonardo Mascheroni, de 75 años, permanecerá detenido hasta que comparezca, el lunes, ante un juez federal en Albuquerque.
Su esposa, Roxby Mascheroni, de 67 años, fue dejada en libertad bajo múltiples condiciones, incluyendo la de portar un monitor electrónico para permitir a las autoridades conocer su ubicación. La investigación se reveló en octubre pasado, cuando se informó que los agentes de la FBI habían decomisado seis computadoras, dos cámaras, dos teléfonos celulares y cientos de archivos al científico argentino.
Mascheroni declaró entonces al periódico The New York Times que era inocente y afirmó: “Si fuera un espía real, ya habría dejado el país desde hace mucho tiempo”. Tras su detención, ayer, Mascheroni y su esposa fueron llevados a una corte federal donde se les notificó de las acusaciones que los señalan como responsables de hacer tratos con un agente de la FBI que se hizo pasar por miembro de la inteligencia venezolana. Los Mascheroni fueron acusados de ofrecer secretos nucleares clasificados a una persona que creyeron era un funcionario del gobierno venezolano.
De acuerdo con la acusación —que incluye un total de 22 cargos—, Mascheroni aseguró al agente encubierto que podía ayudar a Venezuela a desarrollar una bomba nuclear en 10 años.
Si la pareja es declarada culpable de todos los cargos, podría enfrentar una posible sentencia de cadena perpetua.
En noviembre de 2008, Mascheroni supuestamente envió a través de un apartado de correos un disco que contenía un documento codificado llamado “Un Programa de Disuasión para Venezuela”, que contenía datos clasificados sobre armas nucleares, indicó el Departamento de Justicia. Mascheroni dijo que se ofrecieron 793 mil dólares por la producción del documento, según indicó el expediente.
El FBI aclaró que “la acusación no alega que el gobierno de Venezuela o cualquier persona que actúe en su nombre, haya solicitado o recibido alguna información clasificada”.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos informó que el científico Pedro Leonardo Mascheroni, de 75 años, permanecerá detenido hasta que comparezca, el lunes, ante un juez federal en Albuquerque.
Su esposa, Roxby Mascheroni, de 67 años, fue dejada en libertad bajo múltiples condiciones, incluyendo la de portar un monitor electrónico para permitir a las autoridades conocer su ubicación. La investigación se reveló en octubre pasado, cuando se informó que los agentes de la FBI habían decomisado seis computadoras, dos cámaras, dos teléfonos celulares y cientos de archivos al científico argentino.
Mascheroni declaró entonces al periódico The New York Times que era inocente y afirmó: “Si fuera un espía real, ya habría dejado el país desde hace mucho tiempo”. Tras su detención, ayer, Mascheroni y su esposa fueron llevados a una corte federal donde se les notificó de las acusaciones que los señalan como responsables de hacer tratos con un agente de la FBI que se hizo pasar por miembro de la inteligencia venezolana. Los Mascheroni fueron acusados de ofrecer secretos nucleares clasificados a una persona que creyeron era un funcionario del gobierno venezolano.
De acuerdo con la acusación —que incluye un total de 22 cargos—, Mascheroni aseguró al agente encubierto que podía ayudar a Venezuela a desarrollar una bomba nuclear en 10 años.
Si la pareja es declarada culpable de todos los cargos, podría enfrentar una posible sentencia de cadena perpetua.
En noviembre de 2008, Mascheroni supuestamente envió a través de un apartado de correos un disco que contenía un documento codificado llamado “Un Programa de Disuasión para Venezuela”, que contenía datos clasificados sobre armas nucleares, indicó el Departamento de Justicia. Mascheroni dijo que se ofrecieron 793 mil dólares por la producción del documento, según indicó el expediente.
El FBI aclaró que “la acusación no alega que el gobierno de Venezuela o cualquier persona que actúe en su nombre, haya solicitado o recibido alguna información clasificada”.
El Universal, 18 de septiembre.
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