El ex presidente Fidel Castro se reunió en La Habana con el periodista estadunidense Jeffrey Goldberg, en su opinión, el investigador “más conocedor del pensamiento israelita”, y con la titular de la Comunidad Hebrea de Cuba, Abdela Dworin, informó ayer la prensa oficial cubana.
El encuentro, ocurre en momentos en que el líder cubano promueve una campaña internacional “para detener un ataque nuclear a Irán”, y Estados Unidos aboga por la “liberación” del subcontratista Alan Gross, detenido en la isla cuando repartía entre judíos cubanos equipos de comunicación satelital, prohibidos para uso privado.
La prensa local informó que el domingo Castro le concedió una entrevista a Goldberg, conocido por su acceso a las máximas instancias de poder en EU e Israel y “pro israelita sin vacilación alguna”, en opinión del ex mandatario cubano, quien ha investigado la eventualidad de que los israelíes ataquen a Irán, “si nada o nadie más detiene su programa nuclear”.
Los medios cubanos no dieron detalles sobre la entrevista y solo resaltaron la visita que el lunes realizó el ex presidente al Acuario Nacional acompañado por Goldberg, con la estadunidense Julia Sweig, especialista del Consejo para las Relaciones Exteriores (CFR, en inglés), y con la presidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, Adela Dworin.
Fidel Castro viene advirtiendo desde hace varias semanas que el 7 de septiembre, cuando concluirá el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU a Irán para detener sus planes de desarrollo nuclear, comenzaría una peligrosa cuenta regresiva, que podría desembocar en un ataque nuclear, combinado, de EU e Israel contra el país persa.
En ese contexto, llamó la atención de analistas la presencia con Castro y Goldberg el lunes de la presidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, que en enero dijo desconocer el tema Gross y sobre quien, según algunas fuentes, se estaría ejerciendo “cierta presión desde EU para que ayude en el caso”.
En tanto, la prensa estadunidense ha informado que Gross repartía computadoras y celulares a miembros de la comunidad judía cubana “en gesto humanitario”, al ser detenido en diciembre. Los cubanos, por su parte, siguen sus investigaciones y no han formulado cargos en su contra, aunque una atmósfera de presunto espionaje rodea el caso.
La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 1º de septiembre.
El encuentro, ocurre en momentos en que el líder cubano promueve una campaña internacional “para detener un ataque nuclear a Irán”, y Estados Unidos aboga por la “liberación” del subcontratista Alan Gross, detenido en la isla cuando repartía entre judíos cubanos equipos de comunicación satelital, prohibidos para uso privado.
La prensa local informó que el domingo Castro le concedió una entrevista a Goldberg, conocido por su acceso a las máximas instancias de poder en EU e Israel y “pro israelita sin vacilación alguna”, en opinión del ex mandatario cubano, quien ha investigado la eventualidad de que los israelíes ataquen a Irán, “si nada o nadie más detiene su programa nuclear”.
Los medios cubanos no dieron detalles sobre la entrevista y solo resaltaron la visita que el lunes realizó el ex presidente al Acuario Nacional acompañado por Goldberg, con la estadunidense Julia Sweig, especialista del Consejo para las Relaciones Exteriores (CFR, en inglés), y con la presidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, Adela Dworin.
Fidel Castro viene advirtiendo desde hace varias semanas que el 7 de septiembre, cuando concluirá el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU a Irán para detener sus planes de desarrollo nuclear, comenzaría una peligrosa cuenta regresiva, que podría desembocar en un ataque nuclear, combinado, de EU e Israel contra el país persa.
En ese contexto, llamó la atención de analistas la presencia con Castro y Goldberg el lunes de la presidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, que en enero dijo desconocer el tema Gross y sobre quien, según algunas fuentes, se estaría ejerciendo “cierta presión desde EU para que ayude en el caso”.
En tanto, la prensa estadunidense ha informado que Gross repartía computadoras y celulares a miembros de la comunidad judía cubana “en gesto humanitario”, al ser detenido en diciembre. Los cubanos, por su parte, siguen sus investigaciones y no han formulado cargos en su contra, aunque una atmósfera de presunto espionaje rodea el caso.
La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 1º de septiembre.
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