En los primeros ocho meses del año han muerto en el mundo 52 periodistas durante el ejercicio de su profesión, denunció ayer en Viena la directora interina del Instituto Internacional de Prensa (IPI), Alison Bethel McKenzie.
Las muertes registradas entre enero y agosto de 2010 son cuatro menos que en el mismo período del año pasado, aunque según la responsable del IPI son “52 muertos de más”.
110 muertos en 2009. “El año pasado murieron 110 periodistas por su trabajo y ahora todo indica que en 2010 vamos a alcanzar un número similar a ese terrible balance”, agregó McKenzie en un discurso en el 60 congreso mundial del IPI.
El más letal. El país más peligroso en el mundo para la prensa es México, donde diez informadores perdieron la vida desde enero durante el ejercicio de su profesión, mientras que en el resto de América murieron otros diez.
Según el conteo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hasta mayo de este año se registraron 61 homicidios de periodistas desde el año 2000: cuatro en el 2000 e igual número el año siguiente; tres en 2002; uno en 2003, cinco en 2004 y cuatro en 2005. El salto en el número de víctimas ocurrió en 2006, con 10 asesinatos, cuatro en 2007, otra vez 10 en 2008, 12 en 2009 y hasta mayo de este año cuatro, a los que habría que añadir otros seis más hasta la fecha, por lo que 2010 podría convertirse en el año más letal para los periodistas que trabajan en México.
El pasado 3 de mayo, con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa, la Comisión Nacional consideró que la libre expresión está en riesgo cuando hay espacios y acciones que atentan contra la actividad de los comunicadores.
“Los ataques contra periodistas en nuestro país han hecho que los recientes años sean negros para ellos. No debemos permitir que trabajen bajo la amenaza de la violencia y de las balas”, señaló el organismo defensor.
Explicó que como sociedad “debemos mantener una actitud de rechazo a la violencia y de exigencia para evitar que el periodismo se convierta en el oficio más peligroso”.
“Libertad amenazada”. Con motivo de esta gran reunión del IPI, la más antigua red internacional de editores y propietarios de medios de comunicación, McKenzie manifestó asimismo que “sigue sin retroceder la amenaza a la libertad de prensa en todo el mundo”.
“La amenaza a la paz y el entendimiento entre las naciones y los pueblos es hoy tan grande como lo era cuando el IPI fue fundado [en 1950]. Pero nuestra creencia en la capacidad del IPI para cambiar [el mundo] no será menoscabada”, aseveró la periodista estadounidense.
Las muertes registradas entre enero y agosto de 2010 son cuatro menos que en el mismo período del año pasado, aunque según la responsable del IPI son “52 muertos de más”.
110 muertos en 2009. “El año pasado murieron 110 periodistas por su trabajo y ahora todo indica que en 2010 vamos a alcanzar un número similar a ese terrible balance”, agregó McKenzie en un discurso en el 60 congreso mundial del IPI.
El más letal. El país más peligroso en el mundo para la prensa es México, donde diez informadores perdieron la vida desde enero durante el ejercicio de su profesión, mientras que en el resto de América murieron otros diez.
Según el conteo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hasta mayo de este año se registraron 61 homicidios de periodistas desde el año 2000: cuatro en el 2000 e igual número el año siguiente; tres en 2002; uno en 2003, cinco en 2004 y cuatro en 2005. El salto en el número de víctimas ocurrió en 2006, con 10 asesinatos, cuatro en 2007, otra vez 10 en 2008, 12 en 2009 y hasta mayo de este año cuatro, a los que habría que añadir otros seis más hasta la fecha, por lo que 2010 podría convertirse en el año más letal para los periodistas que trabajan en México.
El pasado 3 de mayo, con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa, la Comisión Nacional consideró que la libre expresión está en riesgo cuando hay espacios y acciones que atentan contra la actividad de los comunicadores.
“Los ataques contra periodistas en nuestro país han hecho que los recientes años sean negros para ellos. No debemos permitir que trabajen bajo la amenaza de la violencia y de las balas”, señaló el organismo defensor.
Explicó que como sociedad “debemos mantener una actitud de rechazo a la violencia y de exigencia para evitar que el periodismo se convierta en el oficio más peligroso”.
“Libertad amenazada”. Con motivo de esta gran reunión del IPI, la más antigua red internacional de editores y propietarios de medios de comunicación, McKenzie manifestó asimismo que “sigue sin retroceder la amenaza a la libertad de prensa en todo el mundo”.
“La amenaza a la paz y el entendimiento entre las naciones y los pueblos es hoy tan grande como lo era cuando el IPI fue fundado [en 1950]. Pero nuestra creencia en la capacidad del IPI para cambiar [el mundo] no será menoscabada”, aseveró la periodista estadounidense.
La Crónica, 13 de septiembre.
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