Las fuerzas armadas se mantendrán en el primer plano de la lucha contra la delincuencia, porque a mediano plazo es inviable retirar las tropas. Incluso sería contraproducente el repliegue o disminución gradual de los efectivos asignados a esa tarea, aseveró el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván, quien sin embargo hizo un llamado “respetuoso” al Congreso para que éstas “sean dotadas de un marco legal que perfile sus acciones con plena certeza jurídica”.
Ante el Presidente de la República, representantes del Congreso de la Unión y del Poder Judicial Federal, Guillermo Galván agregó que los soldados no quieren que les concedan privilegios o espacios de impunidad, “pero es imperativo que la sociedad sepa y que desde el general hasta el soldado tengan conciencia de que nuestras acciones están sustentadas en la ley.
“No es nuestra intención buscar ni encarnar actitudes protagónicas, mucho menos de injerencia en la esfera de lo civil. Sin embargo, es menester que sigamos construyendo un valladar firme a la expansión de las organizaciones delictivas”, subrayó.
En tanto, el presidente Felipe Calderón sostuvo que “no habrá tregua para quienes quisieran ver a México sometido al caos y la ilegalidad”, y resaltó el papel de las fuerzas armadas en esa lucha y la formación de nuevos cadetes para cumplir las tareas encomendadas al Ejército.
Comparó las dificultades que enfrentó el país en 1847, 1810 y 1910 con la situación que prevalece en la actualidad: “México también enfrenta enemigos que desean imponer sus reglas perversas, atemorizar a los mexicanos, paralizar a la autoridad y someternos a todos a la violencia”.
En el acto de apertura y clausura de cursos en los planteles castrenses, que se llevó a cabo en el Heroico Colegio Militar, ante centenares de cadetes y soldados, quienes desfilaron al término de la ceremonia, el general secretario comentó: “es inadmisible vivir y trabajar en un ambiente marcado por el estigma de la violencia”, y reconoció que la seguridad nacional, “en su vertiente interna”, está siendo afectada por “tendencias delictivas que obstruyen el crecimiento y desarrollo plenos”.
El narco quiere controlar estructuras del Estado
Aseveró que no se trata únicamente de la violencia que generan las luchas internas entre narcotraficantes por rutas, mercados y territorios. “Ahora es su pretensión controlar estructuras fundamentales del Estado”, actuando indiscriminadamente contra autoridades y representantes de otros sectores de la población “para exacerbar el miedo y la incertidumbre”, apuntó.
Señaló que las fuerzas armadas “coincidimos plenamente” con la decisión del presidente Calderón de mantenerse “en el primer plano de la lucha contra la criminalidad”.
Agregó que en la estrategia gubernamental contra el crimen organizado, “es incuestionable que todo plan requiere una permanente evaluación para eliminar debilidades, impulsar aciertos y mantener su fortaleza”.
Manifestó que ante la “delicada situación coyuntural”, en la que el crimen organizado confronta y amenaza la estabilidad de las instituciones, en tanto se logra que el fenómeno delictivo “se acote el ámbito de la seguridad pública”, las tropas no regresarán a los cuarteles.
Por ello, se pronunció por que las reformas pendientes a otros instrumentos que conforman el marco jurídico castrense se materialicen en el corto plazo.
Afirmó que las fuerzas armadas son instituciones de legalidad, prestas a cumplir las resoluciones vinculantes de organismos internacionales protectores de derechos humanos, y que con el fin de que el Ejecutivo federal concrete una postura “unívoca” sobre el tema, la Defensa Nacional propuso, en un comité interinstitucional, las modificaciones pertinentes al Código de Justicia Militar.
Sin ofrecer mayores detalles, Galván dijo que el Ejército ha impulsado una cultura de respeto irrestricto a los derechos fundamentales, lo que “nos permite asimilar con prudencia, sensatez y amplio criterio las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para los casos aislados en que presuntamente personal militar ha violentado esas garantías”.
Por último, dijo a los cadetes recién graduados (en total, 7 mil 363) que en breve realizarán diversas misiones, y que en lo que respecta a seguridad interior participarán en actividades orientadas a la lucha contra la delincuencia.
Ante el Presidente de la República, representantes del Congreso de la Unión y del Poder Judicial Federal, Guillermo Galván agregó que los soldados no quieren que les concedan privilegios o espacios de impunidad, “pero es imperativo que la sociedad sepa y que desde el general hasta el soldado tengan conciencia de que nuestras acciones están sustentadas en la ley.
“No es nuestra intención buscar ni encarnar actitudes protagónicas, mucho menos de injerencia en la esfera de lo civil. Sin embargo, es menester que sigamos construyendo un valladar firme a la expansión de las organizaciones delictivas”, subrayó.
En tanto, el presidente Felipe Calderón sostuvo que “no habrá tregua para quienes quisieran ver a México sometido al caos y la ilegalidad”, y resaltó el papel de las fuerzas armadas en esa lucha y la formación de nuevos cadetes para cumplir las tareas encomendadas al Ejército.
Comparó las dificultades que enfrentó el país en 1847, 1810 y 1910 con la situación que prevalece en la actualidad: “México también enfrenta enemigos que desean imponer sus reglas perversas, atemorizar a los mexicanos, paralizar a la autoridad y someternos a todos a la violencia”.
En el acto de apertura y clausura de cursos en los planteles castrenses, que se llevó a cabo en el Heroico Colegio Militar, ante centenares de cadetes y soldados, quienes desfilaron al término de la ceremonia, el general secretario comentó: “es inadmisible vivir y trabajar en un ambiente marcado por el estigma de la violencia”, y reconoció que la seguridad nacional, “en su vertiente interna”, está siendo afectada por “tendencias delictivas que obstruyen el crecimiento y desarrollo plenos”.
El narco quiere controlar estructuras del Estado
Aseveró que no se trata únicamente de la violencia que generan las luchas internas entre narcotraficantes por rutas, mercados y territorios. “Ahora es su pretensión controlar estructuras fundamentales del Estado”, actuando indiscriminadamente contra autoridades y representantes de otros sectores de la población “para exacerbar el miedo y la incertidumbre”, apuntó.
Señaló que las fuerzas armadas “coincidimos plenamente” con la decisión del presidente Calderón de mantenerse “en el primer plano de la lucha contra la criminalidad”.
Agregó que en la estrategia gubernamental contra el crimen organizado, “es incuestionable que todo plan requiere una permanente evaluación para eliminar debilidades, impulsar aciertos y mantener su fortaleza”.
Manifestó que ante la “delicada situación coyuntural”, en la que el crimen organizado confronta y amenaza la estabilidad de las instituciones, en tanto se logra que el fenómeno delictivo “se acote el ámbito de la seguridad pública”, las tropas no regresarán a los cuarteles.
Por ello, se pronunció por que las reformas pendientes a otros instrumentos que conforman el marco jurídico castrense se materialicen en el corto plazo.
Afirmó que las fuerzas armadas son instituciones de legalidad, prestas a cumplir las resoluciones vinculantes de organismos internacionales protectores de derechos humanos, y que con el fin de que el Ejecutivo federal concrete una postura “unívoca” sobre el tema, la Defensa Nacional propuso, en un comité interinstitucional, las modificaciones pertinentes al Código de Justicia Militar.
Sin ofrecer mayores detalles, Galván dijo que el Ejército ha impulsado una cultura de respeto irrestricto a los derechos fundamentales, lo que “nos permite asimilar con prudencia, sensatez y amplio criterio las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para los casos aislados en que presuntamente personal militar ha violentado esas garantías”.
Por último, dijo a los cadetes recién graduados (en total, 7 mil 363) que en breve realizarán diversas misiones, y que en lo que respecta a seguridad interior participarán en actividades orientadas a la lucha contra la delincuencia.
Jesús Aranda y Alonso Urrutia, EL Universal, 15 de septiembre.
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