El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, canceló su asistencia a la cumbre climática de Cancún porque, según dijo, carecerá de avances ante la ausencia de grandes líderes.
En respuesta, el Gobierno mexicano externó que hay voluntad de los países por alcanzar un paquete de decisiones para contener las emisiones contaminantes y que sería un error esperar un "bing bang" de soluciones en la 16 Convención de la ONU.
"La COP-16 en México no va a acabar en nada. No veo ningún gran liderazgo. Como mucho van los ministros de Medio Ambiente de los países, no se si irán siquiera los ministros de Relaciones Exteriores. No habrá avance, no habrá pacto", pronosticó el Mandatario en Río de Janeiro.
Pese a haber sido una de las estrellas de la cumbre climática de Copenhague el año pasado, Lula decidió enviar en su lugar a la Ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, quien se cree será confirmada en el cargo por la Presidenta electa, Dilma Rousseff.
El brasileño calificó de confusos los compromisos que se están negociando en Cancún para financiar el combate a la deforestación en las grandes selvas de América Latina, Asia y África.
"Presentan la idea de una financiación muy nebulosa", se quejó al dar a conocer una disminución de 14 por ciento en la deforestación de la Amazona.
La falta de un acuerdo en Cancún, externó Lula, no impedirá que Brasil mantenga sus compromisos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 39 por ciento y la deforestación amazónica en 80 por ciento para 2020, sinapoyo externo.
Ante las declaraciones del Presidente de Brasil, el Embajador Luis Alfonso De Alba, enviado especial para cambio climático del Gobierno de México, sostuvo en Cancún que la cumbre climática de la ONU es parte de un proceso que durará varios años y que requiere de pasos concretos para alcanzar compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
"Si se espera un bing bang en Cancún, o en cualquier otro lado, se comete un error. Las condiciones internacionales, la complejidad de las negociaciones no permite en una sola decisión, en un solo momento, resolver todos los problemas.
"Lo que hemos escuchado los últimos días es bastante alentador para trabajar en un conjunto de decisiones ejecutables de manera inmediata", advirtió en conferencia de prensa.
El negociador oficial de la COP 16 confió en que en Cancún se pueda lograr el compromiso de reducir 18 o 19 por ciento de las emisiones totales de GEI en el mundo.
De Alba aseguró que ese porcentaje cubre arriba de 80 por ciento de las emisiones globales, cuando el Protocolo de Kyoto sólo cubre 28 por ciento.
Destacó las propuestas de China e India de contener el crecimiento de sus emisiones para el 2020 de 40 por ciento al 45 por ciento y de 20 por ciento al 25 por ciento, respectivamente. En tanto que EU ofrece reducir los niveles en un 17por ciento respecto al 2005.
"En Cancún queremos salir con un paquete de reducción de emisiones, si se concretan los ofrecimientos del 18 o 19 por ciento a nivel global", afirmó.
"El esfuerzo es mucho mayor que en el marco del Protocolo de Kyoto porque incluye los esfuerzos de los países en desarrollo. No es en sustitución del Protocolo, sino más las reducciones de China, India, Indonesia, Corea, Sudáfrica, que se suman a los esfuerzos Anexo 1", expuso.
De Alba detalló que dos temas de los más delicados tienen que ver con el nivel de ambición: el futuro del protocolo de Kioto y el camino a seguir para fijar los objetivos y ajustes del futuro de las negociaciones.
En respuesta, el Gobierno mexicano externó que hay voluntad de los países por alcanzar un paquete de decisiones para contener las emisiones contaminantes y que sería un error esperar un "bing bang" de soluciones en la 16 Convención de la ONU.
"La COP-16 en México no va a acabar en nada. No veo ningún gran liderazgo. Como mucho van los ministros de Medio Ambiente de los países, no se si irán siquiera los ministros de Relaciones Exteriores. No habrá avance, no habrá pacto", pronosticó el Mandatario en Río de Janeiro.
Pese a haber sido una de las estrellas de la cumbre climática de Copenhague el año pasado, Lula decidió enviar en su lugar a la Ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, quien se cree será confirmada en el cargo por la Presidenta electa, Dilma Rousseff.
El brasileño calificó de confusos los compromisos que se están negociando en Cancún para financiar el combate a la deforestación en las grandes selvas de América Latina, Asia y África.
"Presentan la idea de una financiación muy nebulosa", se quejó al dar a conocer una disminución de 14 por ciento en la deforestación de la Amazona.
La falta de un acuerdo en Cancún, externó Lula, no impedirá que Brasil mantenga sus compromisos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 39 por ciento y la deforestación amazónica en 80 por ciento para 2020, sinapoyo externo.
Ante las declaraciones del Presidente de Brasil, el Embajador Luis Alfonso De Alba, enviado especial para cambio climático del Gobierno de México, sostuvo en Cancún que la cumbre climática de la ONU es parte de un proceso que durará varios años y que requiere de pasos concretos para alcanzar compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
"Si se espera un bing bang en Cancún, o en cualquier otro lado, se comete un error. Las condiciones internacionales, la complejidad de las negociaciones no permite en una sola decisión, en un solo momento, resolver todos los problemas.
"Lo que hemos escuchado los últimos días es bastante alentador para trabajar en un conjunto de decisiones ejecutables de manera inmediata", advirtió en conferencia de prensa.
El negociador oficial de la COP 16 confió en que en Cancún se pueda lograr el compromiso de reducir 18 o 19 por ciento de las emisiones totales de GEI en el mundo.
De Alba aseguró que ese porcentaje cubre arriba de 80 por ciento de las emisiones globales, cuando el Protocolo de Kyoto sólo cubre 28 por ciento.
Destacó las propuestas de China e India de contener el crecimiento de sus emisiones para el 2020 de 40 por ciento al 45 por ciento y de 20 por ciento al 25 por ciento, respectivamente. En tanto que EU ofrece reducir los niveles en un 17por ciento respecto al 2005.
"En Cancún queremos salir con un paquete de reducción de emisiones, si se concretan los ofrecimientos del 18 o 19 por ciento a nivel global", afirmó.
"El esfuerzo es mucho mayor que en el marco del Protocolo de Kyoto porque incluye los esfuerzos de los países en desarrollo. No es en sustitución del Protocolo, sino más las reducciones de China, India, Indonesia, Corea, Sudáfrica, que se suman a los esfuerzos Anexo 1", expuso.
De Alba detalló que dos temas de los más delicados tienen que ver con el nivel de ambición: el futuro del protocolo de Kioto y el camino a seguir para fijar los objetivos y ajustes del futuro de las negociaciones.
Alberto Armendáriz y Adriana Alatorre, Reforma, 2 de diciembre.
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