No secundaremos a quienes buscan “destruir” el Protocolo de Kyoto: Alba

Cancún, Q. Roo, 3 de diciembre. La Alianza Bolivariana de las Américas (Alba) advirtió que no secundará la posición de países que buscan “destruir” el Protocolo de Kyoto (PK), que su posición no se vende y que un resultado positivo de las negociaciones incluye un segundo periodo de compromisos de ese acuerdo suscrito por 192 países. Señaló que un grupo de naciones –Japón, Canadá y Rusia, entre ellas– son las que están detrás de esta iniciativa.

La confirmación de que en Cancún esto no se negociará la dio Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. “De aquí no saldrá un segundo periodo de compromisos del PK”.

Al final de la primera semana de trabajos de la 16 Conferencia de las Partes (COP-16) de cambio climático, previo a las negociaciones de alto nivel que se realizarán a partir del lunes y que concluirán el viernes, los planteamientos de la Alba fueron los temas recurrentes en las conferencias, mientras se realizaban las plenarias de trabajo.

El embajador para Naciones Unidas de Bolivia, Pablo Solón, en conferencia de prensa en compañía de los jefes de las delegaciones de Ecuador, Venezuela, República Dominicana y Nicaragua, advirtió que en las próximas horas se presentará un documento con la iniciativa de dejar fuera el PK.

Además, la organización Amigos de la Tierra Internacional informó que la presidencia de la COP-16, encabezada por la canciller mexicana Patricia Espinosa, elaboraba un “documento secreto” que se pondría a discusión este fin de semana, cuando comiencen a llegar a este centro vacacional los ministros de medio ambiente. Sobre esto Figueres dijo que “el (documento) que existe es el que todos conocen”. Pero explicó que en la plenaria del PK algunos países pidieron al jefe de ese grupo que elaborara un nuevo documento, el cual mañana les será entregado.

Pablo Solón argumentó que el tema sustantivo de estas negociaciones es el PK y “nos han dicho que no habrá segundo periodo de compromisos. Hay países que lo han planteado de manera directa y transparente, pero otros han dicho en términos más sencillos que para ello se requiere abrir las puertas a otro protocolo para que los países en desarrollo también sean incluidos”. El diplomático expresó que todas las naciones de África y la Liga Árabe han expresado el apoyo a la Alba en la demanda de que continúe el PK.

Claudia Salerno, jefa de la delegación de Venezuela, indicó que la señal debe ser que habrá continuidad a Kyoto, pero hay países que “vuelven a sus posiciones extremas de la noche de Copenhague”. Las naciones de la Alba, apuntó, “no vamos a secundar una situación que convalide que estos países se salgan con la suya, que no se comprometan aquí y ahora, no hay nada que impida que se saque un segundo periodo”. No somos naciones que se venden, agregó, “somos constructivos, no hemos recibido señal de que los otros quieran hacer lo propio”.

Añadió que un resultado positivo debe preservar la convención y fortalecer el PK, pero bajo ninguna circunstancia destruirlo, y sostuvo que “sin un segundo periodo de compromisos no hay un paquete balanceado, no vemos cómo asegurar un balance”.

En relación con las declaraciones de la presidenta de la COP, la canciller mexicana Patricia Espinosa, acerca de que la posición de la Alba es ideológica y política, Solón apuntó que “es jurídica y legal. Pedimos que se cumpla el artículo 3.9 del PK: quedó claro que los países que lo ratificaron deben comprometerse a un segundo periodo, es lo que se debe hacer y lo que tiene que salir”.

En conferencia de prensa, en la que también estaba prevista la participación de la presidenta de la COP, Patricia Espinosa, quien no asistió, Christiana Figueres dijo que la posición de la Alba ya es conocida por todos, “es diametralmente opuesta a la de Japón y la de otros países industrializados” y aquí “no creo que sea posible garantizar un segundo periodo de compromisos”.

Los países, agregó, necesitan encontrar un compromiso en el que “todos estén cómodos o incómodos de manera igual, y que sea la vía de encontrar la continuidad de Kyoto, y (este) es un problema que se tendrá que plantear el año siguiente”.

Añadió que “el desafío que necesitan (los países) traer a Cancún es ir más allá de esas posiciones nacionales”. Además de Japón, también Rusia y Canadá se oponen al PK, explicó. “Hay un grupo de países industrializados que aquí no se pueden comprometer a un segundo periodo”.

Sobre el mismo tema, la Unión Europea dijo que la posición de la Alba es diametralmente opuesta y si los “países se ponen en posiciones extremas es difícil; no hemos descartado un fracaso”. Indicó que lo que parece ser la orden del día es que el régimen climático sea algo posible, pero este grupo también se debe comprometer, “necesitan persuadir a los demás de que lo que ponen en la mesa es el camino”.

Por su parte, el jefe de la delegación de Estados Unidos, Todd Stern, consideró que aquí debe haber “un paquete de decisiones que incluya el acuerdo de Copenhague, lo podemos hacer aunque permanecen las diferencias. Tengo esperanzas de que se puede trabajar a pesar de las diferencias”. En conferencia de prensa asentó que “cualquiera que diga que los acuerdos son difíciles no hace el esfuerzo suficiente, ninguno se puede postergar”.

Angélica Enciso, La Jornada, 4 de diciembre.