De vuelta a Cuba: desde cero

Un año y ocho meses después de haber salido de Cuba, Yanisleidys Pineda se encontró en el punto de partida: La Habana Vieja. Su sueño de llegar a Estados Unidos se frustró.

Peor todavía: debido al tiempo que estuvo fuera del país, el Gobierno la dio de baja de los registros oficiales y, como consecuencia, perdió su derecho a trabajar y a la libreta de abastecimiento de alimentos.

En 2009, sin posibilidades de ofrecerle una mejor vida a su madre, quien padece hemiplejía, la joven emigró a Ecuador con 17 años de edad. Dejó atrás un empleo como secretaria por el que recibía al mes el equivalente a 131 pesos mexicanos y consiguió otro en Quito con un sueldo impensable en Cuba.

Al año siguiente, junto con su novio, emprendió un viaje por tierra y mar hacia la Unión Americana para pedir asilo. Pero la travesía se quedó a 50 metros de ser un éxito. En Nuevo Laredo, Tamaulipas, ambos cayeron en manos de autoridades federales mexicanas. La pesadilla de su deportación duraría más de un año.

Yanisleidys, ahora de 21 años de edad, revive desde su departamento en Cuba cada detalle de su periplo.


Verónica Sánchez, Reforma, 26 de mayo.