“Alejamos el riesgo de un albazo legislativo”

Andrés Manuel López Obrador arremetió ayer contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y los acusó de “encubridores de políticos corruptos y de delincuentes de cuello blanco”.

López Obrador cuestionó a la Corte y dijo que sería inútil presentar una controversia constitucional por la reforma energética ante dicho órgano.

Al encabezar una asamblea informativa en el Zócalo capitalino, el tabasqueño dio por hecho que en este periodo ordinario de sesiones no se discutirá ni aprobará la reforma energética, lo cual consideró un triunfo de su movimiento.

Sin embargo, advirtió que mientras no haya debate nacional sobre el sector petrolero continuará la resistencia civil, “no importa que al final de la jornada nos desgastemos”.

Ante miles de simpatizantes, en el Zócalo capitalino, López Obrador dirigió uno de los discursos más duros contra los medios de comunicación y dijo que la mayoría se ha prestado para iniciar un linchamiento político hacia su movimiento.

Dijo que no le preocupa que estas acciones signifiquen un desgaste político, mientras se logre el objetivo principal de no entregar el petróleo a extranjeros.

“A diferencia de la derecha que lo deshumaniza todo y en lo material actúa con irresponsabilidad e intolerencia, nosotros tenemos nuestra conciencia tranquila”, explicó el tabasqueño.

López Obrador llegó acompañado por Alejandro Encinas. También asistieron los coordinadores del PRD en el Congreso de la Unión, Carlos Navarrete —a quien el jueves pasado le tomó por sorpresa la toma de la tribuna en el Senado a manos de sus correligionarios—, y Javier González Garza, así como el presidente del Consejo Nacional del PRD, Camilo Valenzuela.

En contraste, no acudieron el líder nacional del sol azteca, Leonel Cota, ni Jesús Ortega, aspirante a la dirigencia perredista ni Ruth Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados.

Durante su discurso, López Obrador aseguró categórico: “Hemos logrado alejar el riesgo de un albazo legislativo. Ya no va a haber madruguete”.

Es casi un hecho, dijo, que no podrán en este periodo de sesiones que termina el 30 de abril aprobar las iniciativas “entreguistas”. Por tanto, consideró esto como “un paso adelante” de su movimiento.

Sin embargo, en su mensaje dijo que “con gran hipocresía, con el doble discurso y la doble moral, con la hipocresía que los caracteriza (los medios) se han dedicado a rasgarse las vestiduras y a atacarnos y ofendernos de manera vulgar”.

Dicen, añadió, que nuestros legisladores secuestraron al Congreso y la pregunta que les hacemos es, dijo, “¿qué acaso un legislador o un diputado puede permitir con los brazos cruzados que se viole la Constitución que juró respetar y hacer cumplir?”.

“¿Qué acaso no son realmente los poderosos, los potentados en este país, los que tienen tomadas las instituciones para su beneficio personal?”

“¿Qué acaso no han convertido al gobierno de la República en un comité al servicio de unos cuántos?”

Insistió en que los medios de comunicación y no los legisladores del FAP mantienen secuestrado al pueblo de México. “¿Qué no son ellos los acaparadores de la palabra, de la información y los más tenaces manipuladores de la opinión pública?”.

“Desde aquí les decimos que no nos detendrán con sus campañas de odio y de linchamiento político. Debe saberse que nada ni nadie nos llevará a convertirnos en cómplices del atraco y secuestro a la nación.”

Durante la asamblea no se registraron incidentes violentos aun cuando las exequias del cardenal Ernesto Corripio Ahumada fueron simultáneas en la Catedral Metropolitana.

En el evento hicieron uso de la palabra Ricardo Cantú (PT), por la Cámara de Diputados, y Dante Delgado (Convergencia), por el Senado, ambos representantes del Frente Amplio Progresista.

Nota de Jorge Octavio Ochoa, El Universal, 14 de abril.