La secretaria de Energía, Georgina Kessel, dijo que en la actualidad hay normas obsoletas que constituyen "una camisa de fuerza que resta competitividad a Petróleos Mexicanos, por lo que hizo un llamado a lograr acuerdos entre legisladores, que permitan el análisis de la iniciativa de reforma energética lo más pronto posible.
De lo que se trata es de darle instrumentos a la paraestatal para frenar la importación de gasolina que representa 41% del consumo nacional, además de aprovechar la riqueza petrolera que está en aguas profundas del golfo de México.
En ningún momento, reiteró, se proponen cambios a la Constitución ni tampoco la privatización de Pemex.
Durante la 92 Asamblea de la Concanaco-Servytur, la funcionaria dijo que 70% del suministro de combustible está en riesgo, por lo que en la iniciativa se plantea que empresas privadas participen en la red de transporte, almacenamiento y distribución.
Durante su exposición, Georgina Kessel subrayó que hay "una gran coincidencia en que Pemex tiene que cambiar", por lo que confió "en la responsabilidad de todos los legisladores, de ese amor por el país, para que todos juntos tomemos una decisión".
La meta principal de la reforma es garantizar al abasto para las futuras generaciones de mexicanos. Además de que se necesitan tomar medidas para reducir la posibilidad de robo de combustible, dijo.
Destacó que la aprobación de la reforma presentada por el Ejecutivo permitiría el aumento de 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, aseguró que de lograrse los cambios propuestos por el Gobierno, no habrá desplazamiento de personal sindicalizado de la paraestatal.
"Es del mayor interés de los trabajadores de Pemex que se cuente con una empresa fuerte, y en eso ha venido trabajando la administración de la paraestatal", expuso.
En el evento, Kessel dijo que dada la situación de la industria petrolera nacional, es urgente inyectar mayores recursos tanto en exploración como en refinación y distribución de petrolíferos, y complementarla con capital privado.
Recordó que "necesitamos construir una refinería cada tres o cuatro años, con el esquema de maquila", es decir, los privados producen los combustibles pero Pemex es el responsable de la comercialización.
De lo que se trata es de darle instrumentos a la paraestatal para frenar la importación de gasolina que representa 41% del consumo nacional, además de aprovechar la riqueza petrolera que está en aguas profundas del golfo de México.
En ningún momento, reiteró, se proponen cambios a la Constitución ni tampoco la privatización de Pemex.
Durante la 92 Asamblea de la Concanaco-Servytur, la funcionaria dijo que 70% del suministro de combustible está en riesgo, por lo que en la iniciativa se plantea que empresas privadas participen en la red de transporte, almacenamiento y distribución.
Durante su exposición, Georgina Kessel subrayó que hay "una gran coincidencia en que Pemex tiene que cambiar", por lo que confió "en la responsabilidad de todos los legisladores, de ese amor por el país, para que todos juntos tomemos una decisión".
La meta principal de la reforma es garantizar al abasto para las futuras generaciones de mexicanos. Además de que se necesitan tomar medidas para reducir la posibilidad de robo de combustible, dijo.
Destacó que la aprobación de la reforma presentada por el Ejecutivo permitiría el aumento de 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, aseguró que de lograrse los cambios propuestos por el Gobierno, no habrá desplazamiento de personal sindicalizado de la paraestatal.
"Es del mayor interés de los trabajadores de Pemex que se cuente con una empresa fuerte, y en eso ha venido trabajando la administración de la paraestatal", expuso.
En el evento, Kessel dijo que dada la situación de la industria petrolera nacional, es urgente inyectar mayores recursos tanto en exploración como en refinación y distribución de petrolíferos, y complementarla con capital privado.
Recordó que "necesitamos construir una refinería cada tres o cuatro años, con el esquema de maquila", es decir, los privados producen los combustibles pero Pemex es el responsable de la comercialización.
Nota de Margarita Palma Gutiérrez, El Economista, 21 de abril.
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