Correa condiciona reconocer a las FARC

QUITO/BOGOTÁ (Agencias).— El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo ayer que no tendría inconveniente en dar carácter “beligerante” a las FARC, si esa guerrilla renuncia a métodos como el secuestro, y llamó a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, “aprendiz de emperadorcito”.

Colombia y Ecuador mantienen rotas sus relaciones diplomáticas desde el pasado 3 de marzo, dos días después de una incursión militar colombiana contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, en el que murieron 26 personas, entre ellas el “número dos” de esa guerrilla, Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes.

Correa aseguró ayer que el gobierno de Uribe no quiere la paz en Colombia porque “el mejor negocio” es la guerra que le da popularidad interna y le asegura recursos económicos de Estados Unidos.

“El mejor negocio para el gobierno de Uribe es esta guerra. Primero (porque) le da popularidad interna y segundo los miles de millones que recibe anualmente de Washington para su Plan Colombia, le salva la economía”, señaló Correa.

“Por eso, el último que quiere la paz con las FARC se llama Álvaro Uribe Vélez”, afirmó el gobernante ecuatoriano en un comunicado de Presidencia con fragmentos de una entrevista que Correa concedió al canal Venezolano de Televisión.


Detienen a colaboradoras

Mientras tanto, tres ciudadanas ecuatorianas fueron aprehendidas ayer por la Policía de Colombia en el departamento de Nariño (suroeste) acusadas de transportar un cargamento de explosivos dentro de rollos de tela para la guerrilla de las FARC, informó la entidad.

Las detenidas, oriundas de la localidad ecuatoriana de Otavalo y cuyos nombres no precisaron las autoridades, viajaban en un taxi entre Ipiales, localidad fronteriza con Ecuador, y el puerto de Tumaco, sobre el Litoral Pacífico (700 kilómetros al suroeste de Bogotá).

La Policía agregó que el decomiso se registró en un retén en el municipio de Piedrancha (Nariño), gracias a informantes que señalaron a las tres ecuatorianas como presuntas colaboradoras del frente número 29 de las FARC.

Según la Policía de Colombia, los explosivos iban a ser utilizados para atentar contra la fuerza pública y torres eléctricas en Nariño.

Nota de El Universal, 24 de abril.