Sin consultarlo con su coordinador o con su grupo parlamentario, 20 integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP), encabezados por Ricardo Monreal y Rosalinda López, tomaron ayer la tribuna del Senado.
La decisión fue producto de un acuerdo con Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial, quien advirtió el miércoles que él hablaría con "algunos legisladores" para acordar acciones, en caso de que el Senado no aceptara llevar la reforma a Pemex hasta septiembre.
La división fue evidente cuando un grupo de legisladores, principalmente de Nueva Izquierda, decidieron no participar en la protesta.
De hecho, el propio coordinador de la bancada, Carlos Navarrete, se vio sorprendido por la decisión de sus correligionarios, de la que se enteró por la televisión que sintonizaba el Canal del Congreso en la oficina del priista Manlio Fabio Beltrones.
La toma de la tribuna fue calificada por algunos senadores como "un golpe bajo" para el coordinador, quien al final del día se retiró de la Junta de Coordinación Política como representante de la bancada.
"Senadores tienen otras concepciones, unas y otras son respetables para el coordinador. Por lo tanto, que nadie pretenda en las filas de un partido democrático, de hombres y mujeres libres, líneas únicas, órdenes tajantes, ni menos una conducción autoritaria", dijo por la noche.
A las 10:00 horas, la bancada se reunió en su sala de juntas para definir la propuesta para el debate del sector energético. Una hora después, Monreal abandonó el salón y advirtió: "en hora y media viene la crisis".
El senador David Jiménez acusó a Monreal y a Rosalinda López Obrador de tener un plan definido y de aplicarlo de manera unilateral.
Estamos dispuestos a asumir la defensa del petróleo, pero no a escondidas, toman decisiones por encima del coordinador y lo hacen de manera unilateral, lo hicieron de manera facciosa", dijo.
Cuando Monreal subió a la tribuna, López hizo algunas llamadas para que los cercos y las protestas en los recintos legislativos iniciaran casi al mismo tiempo.
El senador Carlos Sotelo aseguró que el acuerdo era debatir, no tomar la tribuna.
"Fue una acción unilateral, no fue un acuerdo de la bancada. No sabemos (por qué López Obrador cambio de opinión), todos estábamos en el entendido de ir al debate", señaló.
Abajo, en sus escaños, permanecieron sentados Arturo Núñez, Pablo Gómez, Graco Ramírez, Jesús Garibay, Minerva Hernández y David Jiménez.
La decisión fue producto de un acuerdo con Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial, quien advirtió el miércoles que él hablaría con "algunos legisladores" para acordar acciones, en caso de que el Senado no aceptara llevar la reforma a Pemex hasta septiembre.
La división fue evidente cuando un grupo de legisladores, principalmente de Nueva Izquierda, decidieron no participar en la protesta.
De hecho, el propio coordinador de la bancada, Carlos Navarrete, se vio sorprendido por la decisión de sus correligionarios, de la que se enteró por la televisión que sintonizaba el Canal del Congreso en la oficina del priista Manlio Fabio Beltrones.
La toma de la tribuna fue calificada por algunos senadores como "un golpe bajo" para el coordinador, quien al final del día se retiró de la Junta de Coordinación Política como representante de la bancada.
"Senadores tienen otras concepciones, unas y otras son respetables para el coordinador. Por lo tanto, que nadie pretenda en las filas de un partido democrático, de hombres y mujeres libres, líneas únicas, órdenes tajantes, ni menos una conducción autoritaria", dijo por la noche.
A las 10:00 horas, la bancada se reunió en su sala de juntas para definir la propuesta para el debate del sector energético. Una hora después, Monreal abandonó el salón y advirtió: "en hora y media viene la crisis".
El senador David Jiménez acusó a Monreal y a Rosalinda López Obrador de tener un plan definido y de aplicarlo de manera unilateral.
Estamos dispuestos a asumir la defensa del petróleo, pero no a escondidas, toman decisiones por encima del coordinador y lo hacen de manera unilateral, lo hicieron de manera facciosa", dijo.
Cuando Monreal subió a la tribuna, López hizo algunas llamadas para que los cercos y las protestas en los recintos legislativos iniciaran casi al mismo tiempo.
El senador Carlos Sotelo aseguró que el acuerdo era debatir, no tomar la tribuna.
"Fue una acción unilateral, no fue un acuerdo de la bancada. No sabemos (por qué López Obrador cambio de opinión), todos estábamos en el entendido de ir al debate", señaló.
Abajo, en sus escaños, permanecieron sentados Arturo Núñez, Pablo Gómez, Graco Ramírez, Jesús Garibay, Minerva Hernández y David Jiménez.
Nota de Érika Hernández y Claudia Guerrero, Reforma, 11 de abril.
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