FCH: el diagnóstico no es catastrofista; ignorarlo, sí

Ignorar los datos del diagnóstico sobre Petróleos Mexicanos “por temor, por interés político o por intereses de grupo, sí sería una catástrofe”, aseguró el presidente Felipe Calderón al defender el contenido del documento presentado el domingo pasado por la Secretaría de Energía.

El Primer Mandatario endureció ayer su discurso al señalar que los datos que la oposición ha calificado “como de catástrofe”, son reales y preocupantes por lo que urgió a “actuar ahora antes de que sea demasiado tarde”.

“Siempre será mejor enfrentar la realidad que ignorarla, siempre será superior el interés nacional que los intereses parciales”, acotó.

Al participar en la Segunda Reunión de Ministros de Energía de África, Latinoamérica y el Caribe, el jefe del Ejecutivo refrendó la necesidad de que Pemex cuente con un nuevo marco regulatorio y reiteró que “en la reforma Pemex no se privatiza”.

“El petróleo es y seguirá siendo patrimonio exclusivamente de los mexicanos”, aseguró el mandatario federal y arguyó que la “reforma es para fortalecer a Pemex porque fortalecer a Pemex es fortalecer a México”.

Para Calderón Hinojosa “sí es posible financiar, a través de nuestro petróleo, la prosperidad de futuras generaciones de mexicanos si tenemos ahora el valor de decidir y resolver lo que tenemos que hacer con nuestra industria petrolera para convertirla nuevamente en una de las empresas líderes en el mundo”.

Ante los delegados de diversas naciones, la titular de Energía, Georgina Kessel; de CFE, Alfredo Elías y la canciller Patricia Espinosa, Calderón urgió a la participación de todos los actores políticos, económicos y sociales para tomar las decisiones que hagan del sector energético una verdadera palanca de desarrollo y de prosperidad “sin afectar la rectoría del Estado en materia de hidrocarburos”.

Durante su mensaje, el jefe de la Nación arremetió contra las críticas de la oposición en las que se rechaza que el petróleo se encuentre en aguas profundas.

“No es contradictorio ni se excluye, no es cierto que sea una disyuntiva obtener petróleo en aguas someras y en la Cuenca del Sureste u obtenerlo del mar. Las dos cosas se pueden hacer. Y si queremos evitar que siga el deterioro de la producción petrolera en México, las dos cosas las debemos hacer”.

En consonancia con los contenidos de los spots que se han difundido en los medios, el Jefe del Ejecutivo expuso: “El futuro del petróleo en México, como en muchos otros países, está precisamente en aguas profundas, donde se estima puede estar más de la mitad de nuestras reservas probables para el futuro”.

Calderón aseguró que la paraestatal habrá de ir a donde los estudios demuestren que puede haber yacimientos de crudo y trabajará para aprovecharlos en beneficio de todos los mexicanos.
Dejó en claro que ello “sólo será posible si Pemex cuenta con la capacidad de decisión, si Pemex cuenta con el apoyo de empresas especializadas, que bajo mecanismos eficientes, le permitan obtener la mejor tecnología, maximizar la renta petrolera y fortalecer la soberanía energética.
A diferencia de otras naciones, apuntó el Jefe de la Nación, México es quizá, si no la última, una de las últimas naciones que no ha hecho adaptaciones a su industria petrolera porque esto le ha significado pérdidas que afectan ofrecer prosperidad a los mexicanos.

Indicó que en los últimos tres años la producción acumulada de petróleo en México ha tenido una caída de 300 mil barriles diarios y esto le ha significado al país dejar de obtener, a precios actuales, ingresos por más de nueve mil millones de dólares anuales.

“Lo que se ha perdido a los precios actuales en el valor de un año es casi tres veces lo que México destina al programa más importante para combatir la pobreza”, señaló, y explicó que Oportunidades, “nuestro principal programa de combate a la pobreza, tiene un presupuesto anual de tres mil 800 millones de dólares”.

Calderón dijo que México hoy está inmerso en el debate destinado a encontrar mecanismos para fortalecer su industria petrolera y la buena noticia —dijo— es que “sí es posible aumentar significativamente nuestras reservas probadas; sí es posible aumentar la producción de petróleo y de gas en México; sí es posible multiplicar la producción de refinados, particularmente gasolinas y diesel y dejar de importar del exterior”.

Ante los ministros de energía de países productores participantes
de este encuentro, el mandatario expresó que por increíble que parezca, México, a pesar de ser un país petrolero, importa el 40 por ciento de la gasolina que consume.

Nuevamente expresó su confianza en que la situación podrá superarse si se fortalece la infraestructura de almacenamiento, distribución y refinación de la paraestatal.

Nota de Cecilia Téllez en Cancún, La Crónica, 4 de abril.