LA HABANA (EFE).— El líder cubano, Fidel Castro, dejó ayer muy claro que sigue al mando en la isla, en un artículo publicado un día antes de que su hermano Raúl cumpla dos meses como presidente titular, opinaron analistas y diplomáticos acreditados en La Habana.
El ex presidente de 81 años, aún primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), defiende en su columna Reflexiones la destitución ayer del ministro de Educación, Luis Ignacio Gómez, porque “había perdido energía y conciencia revolucionaria”, y detalla su participación en ese acto de gobierno.
“En este especial e importante caso, aparte de mis apreciaciones personales, fui consultado e informado plenamente”, asegura Fidel Castro en el artículo publicado por la prensa oficial de la isla.
“El trabajo forzoso que me impuso la naturaleza en esta etapa de mi vida —añade aludiendo a su convalecencia— me obliga, ante amigos y adversarios, a expresar lo que pienso sin subterfugios y con pruebas morales a mi alcance que son irrebatibles.
“Asumo, por tanto, la responsabilidad plena por esta decisión, sean cuáles fueren las reacciones y consecuencias”, dice Castro.
“Fidel cedió el Ejecutivo a Raúl, pero tiene la última palabra en temas para él muy sensibles, como la educación”, uno de sus principales logros, comentó un analista europeo que no cree, sin embargo, que haya una disputa por el poder entre los hermanos.
El martes una “nota oficial” indicó que el Consejo de Estado removió a Gómez “a propuesta del Buró Político del Comité Central” del único partido permitido en la isla, destacando así el escalafón institucional en Cuba.
“Apoyo resueltamente la decisión del Partido y el Consejo de Estado de sustituir al ministro de Educación”, dice la “reflexión” de ayer miércoles, resaltando el mismo orden.
Según Castro, Gómez “no debió pronunciar los últimos discursos y hablar de futuros encuentros de educadores del hemisferio y del mundo, exaltando una obra que fue fruto genuino de numerosos cuadros revolucionarios y no personal, como pretendía hacer creer a los invitados”.
“En el transcurso de 10 años ha viajado al exterior más de 70 veces —continúa—. Durante los tres últimos lo hizo con la frecuencia de un viaje por mes, utilizando siempre el pretexto de la cooperación internacional de Cuba. Por este y otros elementos de juicio, no se tiene ya confianza en él; más claro todavía: ninguna confianza”.
El ex presidente de 81 años, aún primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), defiende en su columna Reflexiones la destitución ayer del ministro de Educación, Luis Ignacio Gómez, porque “había perdido energía y conciencia revolucionaria”, y detalla su participación en ese acto de gobierno.
“En este especial e importante caso, aparte de mis apreciaciones personales, fui consultado e informado plenamente”, asegura Fidel Castro en el artículo publicado por la prensa oficial de la isla.
“El trabajo forzoso que me impuso la naturaleza en esta etapa de mi vida —añade aludiendo a su convalecencia— me obliga, ante amigos y adversarios, a expresar lo que pienso sin subterfugios y con pruebas morales a mi alcance que son irrebatibles.
“Asumo, por tanto, la responsabilidad plena por esta decisión, sean cuáles fueren las reacciones y consecuencias”, dice Castro.
“Fidel cedió el Ejecutivo a Raúl, pero tiene la última palabra en temas para él muy sensibles, como la educación”, uno de sus principales logros, comentó un analista europeo que no cree, sin embargo, que haya una disputa por el poder entre los hermanos.
El martes una “nota oficial” indicó que el Consejo de Estado removió a Gómez “a propuesta del Buró Político del Comité Central” del único partido permitido en la isla, destacando así el escalafón institucional en Cuba.
“Apoyo resueltamente la decisión del Partido y el Consejo de Estado de sustituir al ministro de Educación”, dice la “reflexión” de ayer miércoles, resaltando el mismo orden.
Según Castro, Gómez “no debió pronunciar los últimos discursos y hablar de futuros encuentros de educadores del hemisferio y del mundo, exaltando una obra que fue fruto genuino de numerosos cuadros revolucionarios y no personal, como pretendía hacer creer a los invitados”.
“En el transcurso de 10 años ha viajado al exterior más de 70 veces —continúa—. Durante los tres últimos lo hizo con la frecuencia de un viaje por mes, utilizando siempre el pretexto de la cooperación internacional de Cuba. Por este y otros elementos de juicio, no se tiene ya confianza en él; más claro todavía: ninguna confianza”.
Nota de El Universal, 24 de abril.
0 Responses to "Fidel Castro muestra que aún manda en Cuba"
Publicar un comentario