La emisión de los bonos ciudadanos de Petróleos Mexicanos (Pemex) financiarán en una primera etapa 3 por ciento de la deuda total de la empresa, es decir cerca de 15 mil millones de pesos, y estarán limitados a personas físicas y Afores, aseguró la Secretaria de Energía, Georgina Kessel.
"Se emitirán reglas para evitar que se dé el acaparamiento. Lo que estamos buscando es que estos títulos estén en manos del mayor número de mexicanos posible. Es un esquema distinto de bono (al de Petrobonos, que se usó en el pasado)", destacó.
En entrevista, la funcionaria refirió que el porcentaje de deuda de Pemex que se colocaría, a través de estos instrumentos irá aumentando con el tiempo.
Por su parte, Agustín Carstens, Secretario de Hacienda, aseguró que el tope de tenencia ciudadana será de 0.1 por ciento del total de las emisiones del Gobierno federal.
"Se pondrán límites a la tenencia. Lo que se busca es que la gran mayoría de la población tenga acceso a ellos (bonos) y que no haya concentración. Entonces en la Secretaría de Hacienda se estarán preparando las reglas para su operación en caso de ser aprobado", refirió al término de su participación en un evento de la Liga de Economistas Revolucionarios de la República Mexicana.
En la iniciativa de cambios a la Ley Orgánica de Pemex se establece que la colocación de bonos podría llegar a 5 por ciento en una segunda fase, y estará abierta para la participación de personas físicas, Afores, fondos para el retiro y sociedades de inversión, únicamente como formadores del mercado.
Una vez que Hacienda emita las reglas de operación, los ciudadanos podrán adquirir los bonos a través del sistema financiero.
Kessel aseguró que Pemex tendrá mecanismos más flexibles para operar como empresa, pues podrá aprovechar oportunidades de endeudamiento sin que Hacienda autorice las operaciones, aunque sí tiene que notificarlo.
Deberá fijar una meta de balance primario y utilizar excedentes en proyectos de inversión, así como autorizar ampliaciones presupuestales.
Otro de los cambios para Pemex consiste en la incorporación de contratos incentivados para que un tercero asuma el riesgo y se pague en función de los resultados.
"Es un esquema ampliamente utilizado a nivel internacional, sobre todo por compañías estatales para la producción de hidrocarburos. No son contratos de riesgo; no son contratos de producción compartida", aclaró.
Respecto a la participación privada en refinación, dijo que sólo se limitará a la maquila, en la que Pemex entregará petróleo y el privado lo procesará y elaborará combustibles, para regresarlo a Pemex.
El pago será en efectivo, y en función del número de barriles que el privado procese.
"Se emitirán reglas para evitar que se dé el acaparamiento. Lo que estamos buscando es que estos títulos estén en manos del mayor número de mexicanos posible. Es un esquema distinto de bono (al de Petrobonos, que se usó en el pasado)", destacó.
En entrevista, la funcionaria refirió que el porcentaje de deuda de Pemex que se colocaría, a través de estos instrumentos irá aumentando con el tiempo.
Por su parte, Agustín Carstens, Secretario de Hacienda, aseguró que el tope de tenencia ciudadana será de 0.1 por ciento del total de las emisiones del Gobierno federal.
"Se pondrán límites a la tenencia. Lo que se busca es que la gran mayoría de la población tenga acceso a ellos (bonos) y que no haya concentración. Entonces en la Secretaría de Hacienda se estarán preparando las reglas para su operación en caso de ser aprobado", refirió al término de su participación en un evento de la Liga de Economistas Revolucionarios de la República Mexicana.
En la iniciativa de cambios a la Ley Orgánica de Pemex se establece que la colocación de bonos podría llegar a 5 por ciento en una segunda fase, y estará abierta para la participación de personas físicas, Afores, fondos para el retiro y sociedades de inversión, únicamente como formadores del mercado.
Una vez que Hacienda emita las reglas de operación, los ciudadanos podrán adquirir los bonos a través del sistema financiero.
Kessel aseguró que Pemex tendrá mecanismos más flexibles para operar como empresa, pues podrá aprovechar oportunidades de endeudamiento sin que Hacienda autorice las operaciones, aunque sí tiene que notificarlo.
Deberá fijar una meta de balance primario y utilizar excedentes en proyectos de inversión, así como autorizar ampliaciones presupuestales.
Otro de los cambios para Pemex consiste en la incorporación de contratos incentivados para que un tercero asuma el riesgo y se pague en función de los resultados.
"Es un esquema ampliamente utilizado a nivel internacional, sobre todo por compañías estatales para la producción de hidrocarburos. No son contratos de riesgo; no son contratos de producción compartida", aclaró.
Respecto a la participación privada en refinación, dijo que sólo se limitará a la maquila, en la que Pemex entregará petróleo y el privado lo procesará y elaborará combustibles, para regresarlo a Pemex.
El pago será en efectivo, y en función del número de barriles que el privado procese.
Nota de Mayela Córdoba con información de Dayna Meré, Reforma, 10 de abril.
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