La delicada situación financiera de Petróleos Mexicanos no necesariamente es atribuible a la carga fiscal, sino obedece, en buena medida, a problemas de carácter operativo relacionados con los costos de mano de obra y las pensiones, advierte la Secretaría de Energía (Sener).
Según la dependencia, en 2007 Pemex destinó 70 mil 190 millones de pesos a cubrir el costo de 141 mil 146 plazas ocupadas y las obligaciones de 75 mil pensionados (jubilados y derivadas post mortem).
Entre 2000 y 2007, el costo de la mano de obra de la petrolera se incrementó 33.4 por ciento; el pago de pensiones y jubilaciones, 75.5 por ciento, y la expansión de otros gastos de operación fue de 21.9 por ciento.
En este contexto, el patrimonio de la empresa, que en 1995 representaba 51 por ciento de los activos, ha ido disminuyendo.
Tan sólo a diciembre de 2007, el patrimonio fue de 51 mil 800 millones de pesos, monto que equivale a menos de 3.8 por ciento los activos totales de Pemex.
Pero con los cambios al régimen fiscal y a la aplicación de los ingresos excedentes, el Gobierno federal ha capitalizado a la empresa con alrededor de 144 mil millones de pesos en el último cuatrienio.
Al cierre de 2007, el pasivo laboral de la petrolera ascendió a 528 mil 192 millones de pesos (12 por ciento más que el año previo), un monto equivalente a 5.4 por ciento de la riqueza generada por el País, medida por el PIB.
Esa cantidad resulta superior a la deuda total consolidada por concepto de Pidiregas para el mismo año, explica la Sener en el Diagnóstico: Situación de Pemex.
El documento muestra que al cierre del año pasado, la reserva laboral no fondeada de Pemex alcanzó 49 mil millones de dólares, un monto sin precedentes.
El pasivo laboral que hoy enfrenta Pemex obliga reducir costos y adecuar el sistema de pensiones, para evitar que continúe el deterioro de su patrimonio y para garantizar plenamente los legítimos derechos de los trabajadores, concluye el análisis.
Según la dependencia, en 2007 Pemex destinó 70 mil 190 millones de pesos a cubrir el costo de 141 mil 146 plazas ocupadas y las obligaciones de 75 mil pensionados (jubilados y derivadas post mortem).
Entre 2000 y 2007, el costo de la mano de obra de la petrolera se incrementó 33.4 por ciento; el pago de pensiones y jubilaciones, 75.5 por ciento, y la expansión de otros gastos de operación fue de 21.9 por ciento.
En este contexto, el patrimonio de la empresa, que en 1995 representaba 51 por ciento de los activos, ha ido disminuyendo.
Tan sólo a diciembre de 2007, el patrimonio fue de 51 mil 800 millones de pesos, monto que equivale a menos de 3.8 por ciento los activos totales de Pemex.
Pero con los cambios al régimen fiscal y a la aplicación de los ingresos excedentes, el Gobierno federal ha capitalizado a la empresa con alrededor de 144 mil millones de pesos en el último cuatrienio.
Al cierre de 2007, el pasivo laboral de la petrolera ascendió a 528 mil 192 millones de pesos (12 por ciento más que el año previo), un monto equivalente a 5.4 por ciento de la riqueza generada por el País, medida por el PIB.
Esa cantidad resulta superior a la deuda total consolidada por concepto de Pidiregas para el mismo año, explica la Sener en el Diagnóstico: Situación de Pemex.
El documento muestra que al cierre del año pasado, la reserva laboral no fondeada de Pemex alcanzó 49 mil millones de dólares, un monto sin precedentes.
El pasivo laboral que hoy enfrenta Pemex obliga reducir costos y adecuar el sistema de pensiones, para evitar que continúe el deterioro de su patrimonio y para garantizar plenamente los legítimos derechos de los trabajadores, concluye el análisis.
Nota de Ernesto Sarabia, Reforma, 1º de abril.
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