Ingrid sufre malaria; le urge transfusión de sangre; Quito lleva a Bogotá ante La Haya, ahora por fumigaciones en su territorio

Tras seis años de secuestro en condiciones inhumanas en la selva colombiana, Ingrid Betancourt se encuentra en una situación límite, como temen el gobierno y su familia, y como confirman testigos a medios de comunicación, como Radio Caracol, que ayer hizo un llamado urgente de sangre para una transfusión a la ex candidata presidencial, para atajar el avance de la malaria.

El corresponsal de esa emisora en San José del Guaviare, capital del departamento amazónico donde se presume que los rebeldes mantienen a Betancourt, dice que cuenta con “una fuente de entera credibilidad que ha tenido contacto directo con la guerrilla de las FARC justamente en el punto donde se encuentra secuestrada ingrid”.

El corresponsal afirmó que, por la malaria, “requiere una transfusión urgente de sangre, procedimiento que no ha podido realizársele, por supuesto”.

La rehén “no ha sido llevada a ningún puesto de salud” de la región, contra insistentes versiones que indican que fue ingresada en un centro médico en la última semana de febrero pasado, y es renuente a comer y a recibir los medicamentos que necesita, lo que infunde creciente preocupación en el gobierno de Álvaro Uribe, que teme que se esté dejando morir o llevando su situación al límite para que haya un rápido desenlace, según fuentes oficiales.

Intento de fuga. Asimismo, agregó, Ingrid Betancourt intentó hace pocos días “escaparse a través de uno de los afluentes [Ríos] de esta zona, y esa circunstancia ha dificultado el tratamiento de estas tres enfermedades que padece”.

Por otro lado, el dirigente Iván Márquez descató ayer en una carta la liberación de Ingrid.
“Como dijo el comandante Manuel (Marulanda Vélez, jefe de las FARC): “mataron a Raúl, e hicieron gravemente el canje de prisioneros y la paz”, precisó Márquez en su misiva abierta.

Quito lleva a Bogotá ante La Haya por fumigaciones
La reanudación de las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito quedó de nuevo en entredicho después de que Ecuador demandó a su vecino ante la Corte de La Haya por las fumigaciones de cultivos de coca en la frontera.

La canciller María Isabel Salvador dijo que se han visto obligados tras “siete años de esfuerzos diplomáticos infructuosos” para solicitar a Colombia el cese de aspersiones del herbicida glifosato, que aseguran que daña a la salud, por lo que exigirán reparaciones.

La querella coincidió con la denuncia del gobierno colombiano de que un helicóptero del ejército ecuatoriano violó su espacio aéreo.

Según las autoridades colombianas, el helicóptero con cuatro pasajeros, “todos con uniforme militar de las Fuerzas Armadas ecuatorianas” fue interceptadas por dos helicópteros Black Hawk del ejército colombiano” que ordenaron su aterrizaje, sin embargo, el helicóptero ecuatoriano “descendió sorpresivamente y emprendió vuelo rasante, con rumbo sur, incumpliendo las instrucciones dadas por las autoridades colombianas” y huyendo a su país.

Detenidos, tres congresistas por presuntos nexos con paramilitares
Los congresistas colombianos Miguel Pinedo Vidal y Alonso de Jesús Ramírez fueron detenidos ayer, mientras que el senador Luis Fernando Velasco se entregó a la justicia en el marco del proceso que investiga los presuntos nexos entre jefes paramilitares y políticos, informaron fuentes judiciales.

Los tres legisladores son acusados por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por sus presuntos nexos con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares).

El representante Ramírez reemplazó en el escaño parlamentario hace pocos meses a Karelly Lara, también detenida por sus presuntos vínculos con los jefes paramilitares de las AUC.

La ex parlamentaria Rocío Arias, actualmente detenida, reveló en sus interrogatorios que Velasco había sido beneficiario de dineros de los paramilitares para su campaña política en 2002 y de haber recibido algunos pasajes aéreos.

El senador Pinedo Vidal, por su parte, es investigado por sus presuntos vínculos con Hernán Giraldo Serna, un reconocido jefe paramilitar que actuaba en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Más de veinte congresistas han sido detenidos dentro del proceso de la “parapolítica” y que trata de establecer los alcances de los nexos entre políticos y reconocidos jefes paramilitares. (EFE)

Nota de EFE en Bogotá, La Crónica, 1º de abril.