El proyecto de reforma energética de Felipe Calderón responde a las “recomendaciones” de Estados Unidos a México dentro de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), denunció la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, al exhibir las propuestas por escrito para “liberalizar” el sector de los hidrocarburos en el largo plazo.
“Es importante conocer que la propuesta legislativa de Calderón es un asunto que se viene trabajando desde hace tiempo en lo oscurito alrededor del ASPAN”, puntualizó Javier González Garza, jefe de la bancada perredista.
Agregó que si bien Calderón sostiene que su propuesta no es privatizadora, sus iniciativas chocan no con el espíritu, sino con la letra de la Constitución.
“Es una mentira más y por eso ha sido tan importante que se puedan dar a conocer estos asuntos porque clarifican de donde viene la presión.”
De acuerdo con el también legislador perredista José Antonio Almazán, el Consejo para la Competitividad de América del Norte, en el que participan las cúpulas empresariales de México, Estados Unidos y Canadá, presentó 51 recomendaciones en energía al ASPAN.
Entre ellas destacan las de “liberalizar el comercio, almacenaje y distribución de productos refinados, aprovechando los beneficios y la experiencia legislativa que se ha ganado a través del proceso de liberalización de gas”.
El texto precisa que “esta recomendación incluiría la construcción, posesión y operación de oleoductos”, tal como lo prevé el proyecto del Ejecutivo federal, y establece que “esta iniciativa intermedia es consistente con el objetivo a más largo plazo de liberalizar el sector mexicano de hidrocarburos”.
Así, la bancada del PRD desconoció por anticipado cualquier pacto suscrito por Calderón en el ASPAN, sobretodo cuando ese mecanismo no ha sido ratificado por el Senado como un tratado internacional del país.
“Es importante conocer que la propuesta legislativa de Calderón es un asunto que se viene trabajando desde hace tiempo en lo oscurito alrededor del ASPAN”, puntualizó Javier González Garza, jefe de la bancada perredista.
Agregó que si bien Calderón sostiene que su propuesta no es privatizadora, sus iniciativas chocan no con el espíritu, sino con la letra de la Constitución.
“Es una mentira más y por eso ha sido tan importante que se puedan dar a conocer estos asuntos porque clarifican de donde viene la presión.”
De acuerdo con el también legislador perredista José Antonio Almazán, el Consejo para la Competitividad de América del Norte, en el que participan las cúpulas empresariales de México, Estados Unidos y Canadá, presentó 51 recomendaciones en energía al ASPAN.
Entre ellas destacan las de “liberalizar el comercio, almacenaje y distribución de productos refinados, aprovechando los beneficios y la experiencia legislativa que se ha ganado a través del proceso de liberalización de gas”.
El texto precisa que “esta recomendación incluiría la construcción, posesión y operación de oleoductos”, tal como lo prevé el proyecto del Ejecutivo federal, y establece que “esta iniciativa intermedia es consistente con el objetivo a más largo plazo de liberalizar el sector mexicano de hidrocarburos”.
Así, la bancada del PRD desconoció por anticipado cualquier pacto suscrito por Calderón en el ASPAN, sobretodo cuando ese mecanismo no ha sido ratificado por el Senado como un tratado internacional del país.
Nota de Fernando Damián, Milenio, 22 de abril.
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