El Frente Amplio Progresista (FAP) —integrado por el PRD, Convergencia y PT— rechazó la propuesta del PRI y el PAN para realizar un debate nacional con duración de 50 días sobre la reforma energética y anunció que mantendrá la ocupación de las tribunas en las cámaras de Senadores y de Diputados.
Después de la negativa del FAP, anoche en la Cámara de Diputados se alistaba un auditorio que será utilizado como sede alterna ante la imposibilidad de sesionar en el pleno.
Mientras al FAP le parecieron insuficientes los 50 días, e insistió en un debate de mayo hasta agosto, las demás fuerzas políticas pugnan por el regreso a la normalidad legislativa y esperan que hoy pueda sesionar el Congreso.
Las cámaras de Senadores y de Diputados están convocadas para reanudar sus trabajos.
El pasado jueves, legisladores del FAP tomaron las tribunas del Senado y la Cámara de Diputados para frenar el debate de la iniciativa de reforma energética enviado por el Presidente de la República y amenazaron con mantener clausurdas las tribunas si no se convocaba a un diálogo nacional amplio, con una duración de al menos cuatro meses.
Ayer, el PRI, con el aval del PAN y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), propuso al FAP realizar un debate con duración de 50 días a cambio de que regresara “la normalidad” a los recintos legislativos.
Pese a la negativa del FAP, hubo algunos senadores perredistas, como René Arce y David Jiménez Rumbo, quienes juzgaron razonables los 50 días propuestos. El Frente, como organización, los consideró insuficientes.
Legisladores comentaron que en el fondo lo que a los fapistas no les gusta es que se les quiera comprometer “a disponer lo conducente para asegurar el acceso a la tribuna, al recinto y a las instalaciones del Senado, a fin de permitir el desarrollo normal de sus actividades”.
Ante esa posición, Francisco Agundis, coordinador del Verde Ecologista, solicitó formalmente al presidente de la mesa directiva de la Cámara Alta, Santiago Creel, que “garantice las condiciones necesarias, suficientes, para que las sesiones se puedan desarrollar de manera normal”.
Creel dijo que espera que hoy se pueda restablecer la funcionalidad plena de la sala de sesiones del Senado.
Más de tres horas duró la reunión de la Junta de Coordinación Política del Senado de la que salió la propuesta. El priísta Manlio Fabio Beltrones, presidente de la junta, propuso un acuerdo que definió los compromisos para realizar el debate y permitir trabajar con normalidad al poder legislativo. La representación del FAP no lo firmó. “Tenemos que hacer consultas”, dijeron Carlos Navarrete (PRD), Dante Delgado (Convergencia) y Alejandro González (PT).
Después de una reunión con Andrés Manuel López Obrador y los dirigentes del FAP, aseguraron que el problema sigue siendo los tiempos. No están conformes con los 50 días.
Factor decisivo
La última palabra del FAP la dio Andrés Manuel López Obrador, y Dante Delgado de Convergencia, se encargó de difundirla.
Se acordó mantener tomadas las tribunas de las cámaras, y esperar que el PRI y el PAN acepten debatir la reforma energética de mayo a agosto, durante todo el receso del Congreso de la Unión.
En el documento de la Junta de Coordinación Política, que firmaron Beltrones, Creel, Agundis, Humberto Aguilar Coronado, Felipe González y Melquíades Morales, se hizo énfasis en reactivar el trabajo legislativo y en comprometerse a garantizar su funcionamiento, para desahogar las tareas pendientes.
En la Cámara de Diputados la mayoría de los partidos políticos pidieron al FAP desocupar el salón de plenos y permitir que se lleve el trabajo legislativo, a cambio de que se continúe la negociación del tema energético.
“Hemos acordado invitar a reflexionar al PRD, Convergencia y PT acerca de la importancia de que haya sesión legislativa y podamos aprobar la visita del presidente Felipe Calderón a la reunión de jefes de Estado de Canadá y Estados Unidos, así como garantizar que se celebrará la ceremonia solemne de Congreso General el jueves 17 para recibir a la presidenta de India”, dijo el panista Héctor Larios.
Ante la negativa del FAP, anoche se acondicionaba como sede alterna al salón de plenos de la Cámara de Diputados el auditorio principal de San Lázaro ubicado en el edificio “E”, que tiene capacidad para 350 personas, y en donde las bancadas del PAN, PRI PVEM, Nueva Alianza y Alternativa estarían buscando para sesionar y aprobar el viaje del presidente Felipe Calderón a la reunión de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN).
Se conoció que en principio se había alcanzado un acuerdo con los líderes del FAP para que los diputados pudieran pasar lista en el salón de plenos y que luego se trasladaran a la sede alterna para aprobra el viaje de Calderón. De no prosperar dicha estategia, líderes parlamentarios aseguraron que el presidente tendría que cancelar el viaje en el que se celebrará la cuarta cumbre de la ASPAN en Nueva Orleáns, Estados Unidos, y en la que estarán presentes el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el pimer ministro de Canadá, Stephen Harper.
Después de la negativa del FAP, anoche en la Cámara de Diputados se alistaba un auditorio que será utilizado como sede alterna ante la imposibilidad de sesionar en el pleno.
Mientras al FAP le parecieron insuficientes los 50 días, e insistió en un debate de mayo hasta agosto, las demás fuerzas políticas pugnan por el regreso a la normalidad legislativa y esperan que hoy pueda sesionar el Congreso.
Las cámaras de Senadores y de Diputados están convocadas para reanudar sus trabajos.
El pasado jueves, legisladores del FAP tomaron las tribunas del Senado y la Cámara de Diputados para frenar el debate de la iniciativa de reforma energética enviado por el Presidente de la República y amenazaron con mantener clausurdas las tribunas si no se convocaba a un diálogo nacional amplio, con una duración de al menos cuatro meses.
Ayer, el PRI, con el aval del PAN y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), propuso al FAP realizar un debate con duración de 50 días a cambio de que regresara “la normalidad” a los recintos legislativos.
Pese a la negativa del FAP, hubo algunos senadores perredistas, como René Arce y David Jiménez Rumbo, quienes juzgaron razonables los 50 días propuestos. El Frente, como organización, los consideró insuficientes.
Legisladores comentaron que en el fondo lo que a los fapistas no les gusta es que se les quiera comprometer “a disponer lo conducente para asegurar el acceso a la tribuna, al recinto y a las instalaciones del Senado, a fin de permitir el desarrollo normal de sus actividades”.
Ante esa posición, Francisco Agundis, coordinador del Verde Ecologista, solicitó formalmente al presidente de la mesa directiva de la Cámara Alta, Santiago Creel, que “garantice las condiciones necesarias, suficientes, para que las sesiones se puedan desarrollar de manera normal”.
Creel dijo que espera que hoy se pueda restablecer la funcionalidad plena de la sala de sesiones del Senado.
Más de tres horas duró la reunión de la Junta de Coordinación Política del Senado de la que salió la propuesta. El priísta Manlio Fabio Beltrones, presidente de la junta, propuso un acuerdo que definió los compromisos para realizar el debate y permitir trabajar con normalidad al poder legislativo. La representación del FAP no lo firmó. “Tenemos que hacer consultas”, dijeron Carlos Navarrete (PRD), Dante Delgado (Convergencia) y Alejandro González (PT).
Después de una reunión con Andrés Manuel López Obrador y los dirigentes del FAP, aseguraron que el problema sigue siendo los tiempos. No están conformes con los 50 días.
Factor decisivo
La última palabra del FAP la dio Andrés Manuel López Obrador, y Dante Delgado de Convergencia, se encargó de difundirla.
Se acordó mantener tomadas las tribunas de las cámaras, y esperar que el PRI y el PAN acepten debatir la reforma energética de mayo a agosto, durante todo el receso del Congreso de la Unión.
En el documento de la Junta de Coordinación Política, que firmaron Beltrones, Creel, Agundis, Humberto Aguilar Coronado, Felipe González y Melquíades Morales, se hizo énfasis en reactivar el trabajo legislativo y en comprometerse a garantizar su funcionamiento, para desahogar las tareas pendientes.
En la Cámara de Diputados la mayoría de los partidos políticos pidieron al FAP desocupar el salón de plenos y permitir que se lleve el trabajo legislativo, a cambio de que se continúe la negociación del tema energético.
“Hemos acordado invitar a reflexionar al PRD, Convergencia y PT acerca de la importancia de que haya sesión legislativa y podamos aprobar la visita del presidente Felipe Calderón a la reunión de jefes de Estado de Canadá y Estados Unidos, así como garantizar que se celebrará la ceremonia solemne de Congreso General el jueves 17 para recibir a la presidenta de India”, dijo el panista Héctor Larios.
Ante la negativa del FAP, anoche se acondicionaba como sede alterna al salón de plenos de la Cámara de Diputados el auditorio principal de San Lázaro ubicado en el edificio “E”, que tiene capacidad para 350 personas, y en donde las bancadas del PAN, PRI PVEM, Nueva Alianza y Alternativa estarían buscando para sesionar y aprobar el viaje del presidente Felipe Calderón a la reunión de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN).
Se conoció que en principio se había alcanzado un acuerdo con los líderes del FAP para que los diputados pudieran pasar lista en el salón de plenos y que luego se trasladaran a la sede alterna para aprobra el viaje de Calderón. De no prosperar dicha estategia, líderes parlamentarios aseguraron que el presidente tendría que cancelar el viaje en el que se celebrará la cuarta cumbre de la ASPAN en Nueva Orleáns, Estados Unidos, y en la que estarán presentes el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el pimer ministro de Canadá, Stephen Harper.
Nota de Arturo Zárate, Andrea Merlos y Ricardo Gómez, El Universal, 15 de abril.
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