Pemex Refinación, vulnerable y peligrosa, advierte el gobierno

La infraestructura de Pemex Refinación es sumamente vulnerable, riesgosa y con altas posibilidades de generar desabasto en las ciudades más importantes del país en el próximo invierno, ante la falta de inversión en ductos y terminales de almacenamiento nuevas.

Más aún, el atraso tecnológico de la red de ductos de todo Petróleos Mexicanos la hace susceptible a ser saboteada o de dañar a las comunidades en donde opera.

De acuerdo con el diagnóstico presentado por el gobierno federal acerca de la situación de la paraestatal, se afirma que “es urgente ampliar la capacidad de importación y almacenamiento de Tuxpan así como la capacidad de transporte por ducto entre Tuxpan y Azcapotzalco, para no poner en riesgo el suministro de combustibles automotrices en el centro del país”.

Incrementar la capacidad de importación y fortalecer la infraestructura de almacenamiento y distribución, “deben enfrentarse en el muy corto y mediano plazos”.

Pemex Refinación debe reducir sus brechas operativas, mejorar sus resultados y su desempeño, así como invertir en infraestructura de transporte y almacenamiento.

“De no realizarse los proyectos de infraestructura en el tiempo considerado se corre el riesgo de insuficiencia de suministro de combustibles automotrices, ya que se excedería la capacidad física y logística de importación”, señala el documento.

Suministro incierto

Además de la posibilidad de desabasto generada por la falta de infraestructura, Pemex reconoce que sus instalaciones tienen problemas graves de mantenimiento que vuelven vulnerables y peligrosas —además de caras— sus operaciones.

“El sistema de ductos se encuentra en una situación crítica, que afecta los costos de operación e incrementa el riesgo de afectar a las comunidades. Las prácticas operativas y de mantenimiento no son efectivas ni homogéneas. Por otra parte, se deben replantear las estrategias de confiabilidad y operación del sistema ante posibles actos de sabotaje contra la red”.

Sus oleductos tienen una “baja confiabilidad operativa e integridad mecánica” y su “infraestructura tiene un rezago tecnológico y 24 años de edad promedio”.

En el caso de los poliductos, la situación es similar, “tienen un rezago tecnológico y 28 años de edad promedio” y una “baja confiabilidad operativa e integridad mecánica”.

Los buquestanque de Pemex están fuera de las normas y desempeños internacionales, lo que provocó tener 12 unidades fuera de operación.

Las instalaciones de sus terminales marítimas están deterioradas, no tienen capacidad suficiente de operación y en los casos de La Paz y Topolobampo ni siquiera se tienen los muelles requeridos para operar. Además, el 20 por ciento de las terminales están saturadas, generando daños logísticos en la operación.

En el caso de los camiones que se usan para transportar combustibles, el mayor problema es que la edad promedio de 57 por ciento de los automotores es superior a 10 años, lo que genera altos costos de operación y mantenimiento.

Incluso, el programa que pretende renovar la flota está atrasado, pues hasta 2007 se tenían 321 unidades nuevas contra un programa de mil 123.

Nota de Luis Carriles, Milenio, 7 de abril.