ACAPULCO, Gro. En México, se rompió el mito de que no se puede cambiar, aseguró el presidente Felipe Calderón, durante la inauguración de los trabajos de la 71 Convención Bancaria.
"Sí se pueden hacer los cambios importantes que habían esperado años y décadas bajo el tabú de que eran intocables, y de que México y los mexicanos éramos incapaces de ponernos de acuerdo", declaró.
Por eso, dijo, entre las reformas más urgentes se encuentra la energética, "pues el reto no es sólo sortear la coyuntura, sino conducir a México al futuro".
Reconoció que sería una irresponsabilidad dejarle a la próxima administración los problemas que se han heredado, sin darles solución.
Categórico, llamó a que actores de la banca, miembros del sistema financiero mexicano y de la arena económica nacional, participen en el debate, porque no se puede seguir posponiendo esta discusión, y "enterrar la cabeza en la arena" o ignorar los problemas que tiene el país.
"No podemos escudarnos en el hecho de que a mí, por lo menos, no me va a estallar el asunto, pero el que venga atrás, que arree", lanzó.
Frente a los banqueros y autoridades financieras, aseguró que asumirá riesgos y costos para generar las reformas, porque no se trata solamente de que la "pase bien este gobierno, sino de lograr el desarrollo del país".
El Jefe del Ejecutivo admitió que es un tema difícil, pues le da oportunidades a quienes buscan ocasionar, en la confusión, una satisfacción a sus propios intereses personales o de grupo y, al mismo tiempo, provoca abuso y distorsión de la información.
"Estamos asumiendo todos los riesgos y los costos que tengamos que asumir con tal de construir el futuro que anhelamos", enfatizó.
Pues, advirtió, de no hacerlo, se pierden cada año 10,000 millones de dólares en la producción de petróleo.
Nos estamos quedando atrás.
Enrique Castillo Sánchez Mejorada, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), pidió que se sigan concretando acuerdos, en particular aquellos que permitan a México romper tabúes y prejuicios que nos han rezagado y ocasionado perder competitividad, lo que impide mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos.
Dijo que no se puede maniatar la aplicación de la ley a tiempos políticos ni a coyunturas económicas o sociales.
Consideró que es "fundamental" que la ley "se aplique y se respete en tiempo y forma".
"La ley aplica para todos, sin excepción. Terminemos con la impunidad", dijo.
Ante la actual crisis financiera, opinó, para el sector privado y el gobierno, lo importante "es actuar con prudencia y responsabilidad frente a las tentaciones de atender nada más lo inmediato y lo políticamente rentable".
"Sí se pueden hacer los cambios importantes que habían esperado años y décadas bajo el tabú de que eran intocables, y de que México y los mexicanos éramos incapaces de ponernos de acuerdo", declaró.
Por eso, dijo, entre las reformas más urgentes se encuentra la energética, "pues el reto no es sólo sortear la coyuntura, sino conducir a México al futuro".
Reconoció que sería una irresponsabilidad dejarle a la próxima administración los problemas que se han heredado, sin darles solución.
Categórico, llamó a que actores de la banca, miembros del sistema financiero mexicano y de la arena económica nacional, participen en el debate, porque no se puede seguir posponiendo esta discusión, y "enterrar la cabeza en la arena" o ignorar los problemas que tiene el país.
"No podemos escudarnos en el hecho de que a mí, por lo menos, no me va a estallar el asunto, pero el que venga atrás, que arree", lanzó.
Frente a los banqueros y autoridades financieras, aseguró que asumirá riesgos y costos para generar las reformas, porque no se trata solamente de que la "pase bien este gobierno, sino de lograr el desarrollo del país".
El Jefe del Ejecutivo admitió que es un tema difícil, pues le da oportunidades a quienes buscan ocasionar, en la confusión, una satisfacción a sus propios intereses personales o de grupo y, al mismo tiempo, provoca abuso y distorsión de la información.
"Estamos asumiendo todos los riesgos y los costos que tengamos que asumir con tal de construir el futuro que anhelamos", enfatizó.
Pues, advirtió, de no hacerlo, se pierden cada año 10,000 millones de dólares en la producción de petróleo.
Nos estamos quedando atrás.
Enrique Castillo Sánchez Mejorada, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), pidió que se sigan concretando acuerdos, en particular aquellos que permitan a México romper tabúes y prejuicios que nos han rezagado y ocasionado perder competitividad, lo que impide mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos.
Dijo que no se puede maniatar la aplicación de la ley a tiempos políticos ni a coyunturas económicas o sociales.
Consideró que es "fundamental" que la ley "se aplique y se respete en tiempo y forma".
"La ley aplica para todos, sin excepción. Terminemos con la impunidad", dijo.
Ante la actual crisis financiera, opinó, para el sector privado y el gobierno, lo importante "es actuar con prudencia y responsabilidad frente a las tentaciones de atender nada más lo inmediato y lo políticamente rentable".
Nota de Laura Vega, Lourdes Contreras y Felipe Morales, El Economista, 4 de abril.
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