Al iniciarse en la Cámara de Diputados el foro Análisis sobre la Reforma Energética y Pemex, académicos y especialistas de universidades del estado de México señalaron que las iniciativas del presidente Felipe Calderón Hinojosa sólo pretenden dar continuidad a la participación privada que desde 2001 se intensificó en la empresa paraestatal, así como a la contratación de financiamiento externo, que actualmente suma un pasivo de casi 52 mil millones de dólares.
Refirieron que las exportaciones petroleras han contribuido a equilibrar el déficit de la balanza comercial, pero alertaron que más de la mitad de los ingresos por venta de crudo, mediante los derechos de extracción, se destina para financiar las actividades del gobierno federal.
Durante el citado foro, que se realizó en el Salón Verde del Palacio Legislativo de San Lázaro –dirigido principalmente a estudiantes universitarios–, la académica de la Universidad de Estudios Tecnológicos y Avanzados de la Comunidad, Ana María Castillo Romero, quien ha formado parte de la Dirección de Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda, afirmó que los proyectos privados de inversión en la empresa Petróleos Mexicanos ya existen.
“Cada trimestre, Hacienda informa al Congreso de la Unión sobre la situación de Pemex con esas empresas privadas. ¿Por qué se sorprenden de que habrá inversión privada?”, preguntó a los estudiantes y a los diputados del PRD, quienes convocaron al encuentro. Explicó que esas relaciones con empresas se reflejan en los pasivos reportados por la Secretaría de Hacienda. Así, refirió, los pasivos contingentes derivados de inversiones privadas suman 30 mil 574 millones de dólares, mientras que otra parte, por la contratación de deuda en el Project Funding Master Trust –en las Islas Caimán–, asciende a 32 mil 125 millones.
Señaló que del total de las exportaciones nacionales, 15.76 por ciento tienen su origen en la venta de hidrocarburos, por un total de 42 mil 889.6 millones de dólares, pero dentro de los ingresos presupuestarios del sector público los petroleros represaron 35.42 por ciento al mes de diciembre de 2007.
De ese total –amplió–, que representa 880 mil 459.3 millones de pesos, 57 por ciento se destina a financiar al gobierno federal. “Por eso es que Petróleos Mexicanos está prácticamente ahorcado”, señaló.
Al respecto, el investigador de la Universidad de Chapingo, Juan Antonio Leos Rodríguez, resaltó que lo importante de la discusión de la reforma no es si los ciudadanos mexicanos son o no propietarios de Pemex, porque ya está privatizado en parte e inclusive el sindicato petrolero tiene en la paraestatal “un coto de caza. ¿Cuántas fortunas no se hicieron al amparo de la paraestatal y los funcionarios se llevaron la lana? Pemex no era nuestro, ni será nuestro”, dijo.
También evaluó que el reto es cómo utilizar la renta petrolera porque, señaló, a diferencia de Estados Unidos, que a partir de 2001 inició una acelerada compra de hidrocarburos para constituir reservas, el gobierno de México incrementó la exportación de su mezcla de crudo, pero al mismo tiempo sus importaciones de granos de ese país.
“Los estadunidenses concentraron un bien no renovable, como una manera de ahorrarlo, y nosotros lo hacemos al revés: nos comemos todos los ingresos de Petróleos Mexicanos, se desperdician”, expuso.
Detalló que si bien el comercio con Estados Unidos refleja una balanza positiva por 82 mil millones de dólares, México cerró 2007 con un déficit de 11 mil millones, porque se incrementaron las importaciones de Asia por 71 mil millones de dólares –de los cuales 27 mil millones son con China– y Europa, por 21 mil millones. “Sin exportaciones petroleras, el déficit sería de 53 mil millones de dólares”, afirmó el académico.
Por su parte, Alma Rosa Martínez Ortigosa, fiscalista por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), planteó volver a reintegrar las subsidiarias al corporativo Pemex, así como reducir el tamaño de la burocracia en el gobierno, acotar el pago de sueldos excesivos y no supeditar el progreso interno a factores externos, como el alto precio de los combustibles, a modo de alternativas de solución a los problemas que enfrenta la paraestatal.
Refirió finalmente que, por ejemplo, en el caso de las gasolinas, la enajenación del combustible entre Pemex Exploración y Pemex Refinación se realiza a los precios internacionales, no al costo de extracción original, y ello constituye una afectación al erario.
Refirieron que las exportaciones petroleras han contribuido a equilibrar el déficit de la balanza comercial, pero alertaron que más de la mitad de los ingresos por venta de crudo, mediante los derechos de extracción, se destina para financiar las actividades del gobierno federal.
Durante el citado foro, que se realizó en el Salón Verde del Palacio Legislativo de San Lázaro –dirigido principalmente a estudiantes universitarios–, la académica de la Universidad de Estudios Tecnológicos y Avanzados de la Comunidad, Ana María Castillo Romero, quien ha formado parte de la Dirección de Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda, afirmó que los proyectos privados de inversión en la empresa Petróleos Mexicanos ya existen.
“Cada trimestre, Hacienda informa al Congreso de la Unión sobre la situación de Pemex con esas empresas privadas. ¿Por qué se sorprenden de que habrá inversión privada?”, preguntó a los estudiantes y a los diputados del PRD, quienes convocaron al encuentro. Explicó que esas relaciones con empresas se reflejan en los pasivos reportados por la Secretaría de Hacienda. Así, refirió, los pasivos contingentes derivados de inversiones privadas suman 30 mil 574 millones de dólares, mientras que otra parte, por la contratación de deuda en el Project Funding Master Trust –en las Islas Caimán–, asciende a 32 mil 125 millones.
Señaló que del total de las exportaciones nacionales, 15.76 por ciento tienen su origen en la venta de hidrocarburos, por un total de 42 mil 889.6 millones de dólares, pero dentro de los ingresos presupuestarios del sector público los petroleros represaron 35.42 por ciento al mes de diciembre de 2007.
De ese total –amplió–, que representa 880 mil 459.3 millones de pesos, 57 por ciento se destina a financiar al gobierno federal. “Por eso es que Petróleos Mexicanos está prácticamente ahorcado”, señaló.
Al respecto, el investigador de la Universidad de Chapingo, Juan Antonio Leos Rodríguez, resaltó que lo importante de la discusión de la reforma no es si los ciudadanos mexicanos son o no propietarios de Pemex, porque ya está privatizado en parte e inclusive el sindicato petrolero tiene en la paraestatal “un coto de caza. ¿Cuántas fortunas no se hicieron al amparo de la paraestatal y los funcionarios se llevaron la lana? Pemex no era nuestro, ni será nuestro”, dijo.
También evaluó que el reto es cómo utilizar la renta petrolera porque, señaló, a diferencia de Estados Unidos, que a partir de 2001 inició una acelerada compra de hidrocarburos para constituir reservas, el gobierno de México incrementó la exportación de su mezcla de crudo, pero al mismo tiempo sus importaciones de granos de ese país.
“Los estadunidenses concentraron un bien no renovable, como una manera de ahorrarlo, y nosotros lo hacemos al revés: nos comemos todos los ingresos de Petróleos Mexicanos, se desperdician”, expuso.
Detalló que si bien el comercio con Estados Unidos refleja una balanza positiva por 82 mil millones de dólares, México cerró 2007 con un déficit de 11 mil millones, porque se incrementaron las importaciones de Asia por 71 mil millones de dólares –de los cuales 27 mil millones son con China– y Europa, por 21 mil millones. “Sin exportaciones petroleras, el déficit sería de 53 mil millones de dólares”, afirmó el académico.
Por su parte, Alma Rosa Martínez Ortigosa, fiscalista por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), planteó volver a reintegrar las subsidiarias al corporativo Pemex, así como reducir el tamaño de la burocracia en el gobierno, acotar el pago de sueldos excesivos y no supeditar el progreso interno a factores externos, como el alto precio de los combustibles, a modo de alternativas de solución a los problemas que enfrenta la paraestatal.
Refirió finalmente que, por ejemplo, en el caso de las gasolinas, la enajenación del combustible entre Pemex Exploración y Pemex Refinación se realiza a los precios internacionales, no al costo de extracción original, y ello constituye una afectación al erario.
Enrique Méndez, La Jornada, 1º de julio.
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