El director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, marcó ayer sus diferencias con la propuesta de reforma energética planteada por el PRI.
En entrevista con REFORMA, el funcionario señaló que la formación de nuevas empresas filiales de Pemex para la construcción de refinerías y actividades de transporte y almacenamiento de petrolíferos, lo que propone el tricolor, no resolvería la problemática en estos ámbitos porque operarían en términos similares a los que existen hoy y demandarían recursos con los que no cuenta la paraestatal.
En un primer análisis de la iniciativa presentada el miércoles, Reyes Heroles expuso que, en el tema de refinación, no se cumple con los objetivos de la propuesta del Ejecutivo para que el sector privado auxilie a la paraestatal en la refinación de crudo a través del esquema de maquila, en el transporte de petrolíferos y con el financiamiento para expandir su capacidad de proceso de crudo.
"Si uno contrasta esas demandas con la propuesta que hace el PRI, no cumple con ninguna de las tres, porque, al ser empresas filiales 100 por ciento, los recursos tienen que salir de Pemex, se tiene que capitalizar la empresa correspondiente, y, si la filial pide un préstamo, indirectamente tendrá la garantía de Petróleos Mexicanos", destacó.
El funcionario indicó que incluso hay un retroceso en la propuesta para la elaboración de petroquímicos secundarios a través de las filiales, pues esta actividad está abierta al sector privado desde 1996.
Reyes Heroles también cuestionó el planteamiento de que el Senado tenga poder para ratificar o vetar a los consejeros profesionales que estarían en el gobierno de Pemex.
"Sería politizar la administración de Pemex, y no creo que sea conveniente. Al contrario, lo que queremos es que sea independiente y cada vez pueda operar más como una empresa y no como una dependencia pública", señaló.
Otro aspecto que consideró preocupante es la obligatoriedad de incorporar 30 por ciento de contenido nacional, porque, dijo, las empresas mexicanas no son necesariamente los proveedores idóneos de Pemex.
"Lo hacemos (incorporar empresas nacionales) no por decreto, sino donde podemos. No debe hacerse por mandato de ley".
Resaltó que las iniciativas del Gobierno y el PRI parten de un diagnóstico en común y tratan de dar solución a los mismos problemas.
En entrevista con REFORMA, el funcionario señaló que la formación de nuevas empresas filiales de Pemex para la construcción de refinerías y actividades de transporte y almacenamiento de petrolíferos, lo que propone el tricolor, no resolvería la problemática en estos ámbitos porque operarían en términos similares a los que existen hoy y demandarían recursos con los que no cuenta la paraestatal.
En un primer análisis de la iniciativa presentada el miércoles, Reyes Heroles expuso que, en el tema de refinación, no se cumple con los objetivos de la propuesta del Ejecutivo para que el sector privado auxilie a la paraestatal en la refinación de crudo a través del esquema de maquila, en el transporte de petrolíferos y con el financiamiento para expandir su capacidad de proceso de crudo.
"Si uno contrasta esas demandas con la propuesta que hace el PRI, no cumple con ninguna de las tres, porque, al ser empresas filiales 100 por ciento, los recursos tienen que salir de Pemex, se tiene que capitalizar la empresa correspondiente, y, si la filial pide un préstamo, indirectamente tendrá la garantía de Petróleos Mexicanos", destacó.
El funcionario indicó que incluso hay un retroceso en la propuesta para la elaboración de petroquímicos secundarios a través de las filiales, pues esta actividad está abierta al sector privado desde 1996.
Reyes Heroles también cuestionó el planteamiento de que el Senado tenga poder para ratificar o vetar a los consejeros profesionales que estarían en el gobierno de Pemex.
"Sería politizar la administración de Pemex, y no creo que sea conveniente. Al contrario, lo que queremos es que sea independiente y cada vez pueda operar más como una empresa y no como una dependencia pública", señaló.
Otro aspecto que consideró preocupante es la obligatoriedad de incorporar 30 por ciento de contenido nacional, porque, dijo, las empresas mexicanas no son necesariamente los proveedores idóneos de Pemex.
"Lo hacemos (incorporar empresas nacionales) no por decreto, sino donde podemos. No debe hacerse por mandato de ley".
Resaltó que las iniciativas del Gobierno y el PRI parten de un diagnóstico en común y tratan de dar solución a los mismos problemas.
Mayela Córdoba, Reforma, 26 de julio.
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