BUENOS AIRES.— El ministro de Defensa de Colombia, Rodrigo Rivera, confirmó ayer que fueron 27 los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los que resultaron muertos durante el ataque realizado el domingo por el Ejército en la región de Putumayo, al sur del país.
Entre las víctimas figuraba el líder del Frente 48 del grupo guerrillero, Domingo Biojo, según confirmó el funcionario.
Sixto Cabaña Guillén es la verdadera identidad de Biojo, quien según las autoridades colombianas era requerido por Interpol, debido a un pedido de captura de la justicia de Estados Unidos. Resultó muerto cuando efectivos de la Policía, el Ejército y la Fuerza Aérea atacaron el domingo en la madrugada en un paraje del departamento de Putumayo, San Miguel, fronterizo con Ecuador.
De acuerdo con el informe oficial, Biojo era uno de los hombres de confianza del extinto ex número dos de las FARC, Raúl Reyes, y del jefe del Bloque Sur de ese grupo, Joaquín Gómez, otro de los interlocutores de alto perfil en las recordadas conversaciones de paz con el gobierno en San Vicente del Cagüán, entre 1998 y 2002.
“Con un desembarco de nuestros hombres de la Policía Nacional y el apoyo de la Fuerza Aérea, que realizó el bombardeo en el campamento, le dimos un golpe muy fuerte al Frente 48, ocho días después que ellos mismos produjeran el ataque a la Policía nacional”, explicó Rodrígo Rivera.
El ministro destacó “la contundencia” de este golpe a las FARC y lo comparó con la operación perpetrada contra la insurgencia en enero último, cuando fue abatido Édgar Tovar, quien fuera el antecesor de Biojo.
En este marco, el gobierno de Ecuador desmintió ayer que haya tenido algo que ver en el operativo colombiano realizado muy cerca de su frontera. El vicecanciller Kinto Lucas destacó que Ecuador “no va a involucrarse en el conflicto del vecino país... los enfrentamientos fueron en Colombia, por lo tanto nosotros no tenemos cómo participar en un país que no sea el nuestro”.
“Son infamias”
Clara Rojas, la ex secretaria de Ingrid Betancourt, acusó a la ex candidata presidencial, su ex compañera de cautiverio, de “hacerle daño” y de “decir una infamia”, en cuanto a que ella le había pedido permiso al ex líder de las FARC, Manuel Marulanda, para poder quedar embarazada y dar a luz a su hijo Emmanuel, concebido en cautiverio.
“Yo la verdad no entiendo la actitud de Ingrid”, manifestó Rojas en una entrevista radial en la que respondió las recientes declaraciones de Ingrid por la aparición de su libro No hay silencio que no termine.
Rojas puntualizó que se siente “traicionada” por Ingrid, porque “ha hecho conmigo algo infame y no me parece que en un libro por el que le pagaron siete millones de dólares, la principal protagonista sea yo.
“Fue ella la que durante el embarazo me recomendó que lo mejor era dejar al niño en poder de las FARC, sobre todo lo que le podría pasar al niño”, acotó.
Rojas dijo querer “una charla cara a cara con Ingrid para aclarar las cosas”, aunque recordó que la “amistad entre ambas no existe, se fue apagando durante el cautiverio después de la muerte del padre de ella”.
Entre las víctimas figuraba el líder del Frente 48 del grupo guerrillero, Domingo Biojo, según confirmó el funcionario.
Sixto Cabaña Guillén es la verdadera identidad de Biojo, quien según las autoridades colombianas era requerido por Interpol, debido a un pedido de captura de la justicia de Estados Unidos. Resultó muerto cuando efectivos de la Policía, el Ejército y la Fuerza Aérea atacaron el domingo en la madrugada en un paraje del departamento de Putumayo, San Miguel, fronterizo con Ecuador.
De acuerdo con el informe oficial, Biojo era uno de los hombres de confianza del extinto ex número dos de las FARC, Raúl Reyes, y del jefe del Bloque Sur de ese grupo, Joaquín Gómez, otro de los interlocutores de alto perfil en las recordadas conversaciones de paz con el gobierno en San Vicente del Cagüán, entre 1998 y 2002.
“Con un desembarco de nuestros hombres de la Policía Nacional y el apoyo de la Fuerza Aérea, que realizó el bombardeo en el campamento, le dimos un golpe muy fuerte al Frente 48, ocho días después que ellos mismos produjeran el ataque a la Policía nacional”, explicó Rodrígo Rivera.
El ministro destacó “la contundencia” de este golpe a las FARC y lo comparó con la operación perpetrada contra la insurgencia en enero último, cuando fue abatido Édgar Tovar, quien fuera el antecesor de Biojo.
En este marco, el gobierno de Ecuador desmintió ayer que haya tenido algo que ver en el operativo colombiano realizado muy cerca de su frontera. El vicecanciller Kinto Lucas destacó que Ecuador “no va a involucrarse en el conflicto del vecino país... los enfrentamientos fueron en Colombia, por lo tanto nosotros no tenemos cómo participar en un país que no sea el nuestro”.
“Son infamias”
Clara Rojas, la ex secretaria de Ingrid Betancourt, acusó a la ex candidata presidencial, su ex compañera de cautiverio, de “hacerle daño” y de “decir una infamia”, en cuanto a que ella le había pedido permiso al ex líder de las FARC, Manuel Marulanda, para poder quedar embarazada y dar a luz a su hijo Emmanuel, concebido en cautiverio.
“Yo la verdad no entiendo la actitud de Ingrid”, manifestó Rojas en una entrevista radial en la que respondió las recientes declaraciones de Ingrid por la aparición de su libro No hay silencio que no termine.
Rojas puntualizó que se siente “traicionada” por Ingrid, porque “ha hecho conmigo algo infame y no me parece que en un libro por el que le pagaron siete millones de dólares, la principal protagonista sea yo.
“Fue ella la que durante el embarazo me recomendó que lo mejor era dejar al niño en poder de las FARC, sobre todo lo que le podría pasar al niño”, acotó.
Rojas dijo querer “una charla cara a cara con Ingrid para aclarar las cosas”, aunque recordó que la “amistad entre ambas no existe, se fue apagando durante el cautiverio después de la muerte del padre de ella”.
José Vales corresponsal, El Universal, 21 de septiembre.
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