LA MACARENA, Colombia (Agencias).— El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó ayer que su país está ante “el principio del fin de las FARC”, tras la operación que dio muerte al Mono Jojoy, jefe militar y número dos de la guerrilla, a cuyos integrantes Santos volvió a pedir que se desmovilicen.
“Esta exitosa operación contra el Mono Jojoy es un punto de inflexión, donde con un buen margen de confianza podemos decir que es el principio del fin de las FARC”, enfatizó Santos desde la zona en la que murió Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez o Mono Jojoy, tras bombardear las fuerzas de seguridad del Estado el “campamento madre” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Santos recalcó que con la operación Sodoma, como se bautizó el operativo militar y policial contra el campamento del Mono Jojoy, queda claro que “no hay ningún rincón” del territorio colombiano en el cual se puedan ocultar.
En su saludo a las tropas que participaron en la operación, Santos volvió a pedir a los rebeldes que se desmovilicen “si no quieren acabar muertos o capturados”. Añadió que el Estado será impecable hasta el último momento, pero al mismo tiempo tendió “una mano generosa” porque, afirmó: “Lo que queremos es la paz”. “A esos miembros de las FARC y a sus familias les reiteramos que el camino es la desmovilización si no quieren acabar muertos o capturados porque cada vez iremos con más fuerza”.
La infiltración fue la clave
Un sargento de la Policía fue infiltrado por más de dos años en uno de los anillos de seguridad del jefe militar del Mono Jojoy, reveló el diario El Tiempo en su edición de ayer y admitió el propio Santos.
En 2006, indicó el rotativo, Briceño ordenó fusilar a un oficial de la Policía que se había infiltrado en las filas rebeldes. Cuando los mandos militares lloraban en silencio al oficial descubierto y asesinado, un sargento se ofreció para infiltrar de nuevo la seguridad de la guerrilla, que constaba de unos mil hombres, que estaban distribuidos en varios anillos, lo que hacía imposible alcanzarlo mediante una operación militar por tierra.
El suboficial, quien se instaló como un ciudadano común en el caserío La Julia, en el departamento del Meta, generó vínculos con los guerrilleros que frecuentaban el pueblo, hasta que consiguió incorporarse a sus filas. Logró ascender hasta el tercer anillo de seguridad de Briceño, desde donde recopiló toda la información geográfica y de rutina a la que tenía acceso, indicó el periódico. Hizo amistad con una guerrillera parte del segundo anillo de seguridad y fue ella quien sin saberlo, le entregó al espía información fundamental para diseñar la operación Sodoma.
Según el diario, 10 días antes del bombardeo, el suboficial, cuando estaba prestando vigilancia en su puesto de guerrillero, simuló una grave intoxicación para obligar a que los propios guerrilleros lo trasladaran a un pueblo para que recibiera atención médica. Una vez fuera del área, el suboficial fue rescatado por organismos de seguridad del Estado y aparece ante la guerrilla como un desertor más.
“Esta exitosa operación contra el Mono Jojoy es un punto de inflexión, donde con un buen margen de confianza podemos decir que es el principio del fin de las FARC”, enfatizó Santos desde la zona en la que murió Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez o Mono Jojoy, tras bombardear las fuerzas de seguridad del Estado el “campamento madre” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Santos recalcó que con la operación Sodoma, como se bautizó el operativo militar y policial contra el campamento del Mono Jojoy, queda claro que “no hay ningún rincón” del territorio colombiano en el cual se puedan ocultar.
En su saludo a las tropas que participaron en la operación, Santos volvió a pedir a los rebeldes que se desmovilicen “si no quieren acabar muertos o capturados”. Añadió que el Estado será impecable hasta el último momento, pero al mismo tiempo tendió “una mano generosa” porque, afirmó: “Lo que queremos es la paz”. “A esos miembros de las FARC y a sus familias les reiteramos que el camino es la desmovilización si no quieren acabar muertos o capturados porque cada vez iremos con más fuerza”.
La infiltración fue la clave
Un sargento de la Policía fue infiltrado por más de dos años en uno de los anillos de seguridad del jefe militar del Mono Jojoy, reveló el diario El Tiempo en su edición de ayer y admitió el propio Santos.
En 2006, indicó el rotativo, Briceño ordenó fusilar a un oficial de la Policía que se había infiltrado en las filas rebeldes. Cuando los mandos militares lloraban en silencio al oficial descubierto y asesinado, un sargento se ofreció para infiltrar de nuevo la seguridad de la guerrilla, que constaba de unos mil hombres, que estaban distribuidos en varios anillos, lo que hacía imposible alcanzarlo mediante una operación militar por tierra.
El suboficial, quien se instaló como un ciudadano común en el caserío La Julia, en el departamento del Meta, generó vínculos con los guerrilleros que frecuentaban el pueblo, hasta que consiguió incorporarse a sus filas. Logró ascender hasta el tercer anillo de seguridad de Briceño, desde donde recopiló toda la información geográfica y de rutina a la que tenía acceso, indicó el periódico. Hizo amistad con una guerrillera parte del segundo anillo de seguridad y fue ella quien sin saberlo, le entregó al espía información fundamental para diseñar la operación Sodoma.
Según el diario, 10 días antes del bombardeo, el suboficial, cuando estaba prestando vigilancia en su puesto de guerrillero, simuló una grave intoxicación para obligar a que los propios guerrilleros lo trasladaran a un pueblo para que recibiera atención médica. Una vez fuera del área, el suboficial fue rescatado por organismos de seguridad del Estado y aparece ante la guerrilla como un desertor más.
El Universal, 27 de septiembre.
0 Responses to "Es el principio del fin de las FARC: Santos"
Publicar un comentario