El ex presidente Fidel Castro reapareció ayer en un acto público en La Habana, por primera vez desde que enfermó en otro similar la noche del 26 de julio de 2006 y se vio obligado a entregar la conducción del gobierno. En esta ocasión afirmó que un ataque de Estados Unidos e Israel contra Irán “se tornará conflicto nuclear global”.
En completo uniforme militar verde olivo, sin grados, Castro habló durante 45 minutos, pero no aludió a la decisión del mandatario Barack Obama el jueves de mantener por otro año el bloqueo a la isla, porque “conviene a los intereses nacionales de EU”. Centrado en el tema de la eventual confrontación, Castro dijo que “la capacidad de respuesta convencional de Irán provocará una feroz guerra”. El ex gobernante de 84 años habló de pie, dirigiéndose a una multitud mayoritariamente de jóvenes, que desbordó la emblemática escalinata de la Universidad de La Habana, “a la que nunca imaginé volver”, según dijo.
Agregó que la eventualidad de guerra “se le ocultó deliberadamente al mundo” desde que en junio el consejo de seguridad de la ONU dictó sus sanciones contra el país persa, aunque consideró que poco a poco el planeta “se está enterando” y son menos los escépticos. Como viene haciendo desde hace tres meses, el líder cubano dijo que “tener una planta de energía eléctrica partiendo del uranio, no constituye delito” y que Occidente sabe que los iraníes “no están en capacidad de producir una bomba nuclear”.
No obstante, puntualizó que a partir de esa justificación se prepara el ataque, igual que hizo Israel en décadas anteriores contra plantas similares en Irak y Siria, “en medio de un gran silencio” de los grandes medios de información. Castro volvió a cifrar “entre el 7 y el 10 de septiembre”, cuando vence el plazo dado por la ONU a Teherán para que suspenda sus proyectos nucleares, el momento clave de este episodio y se preguntó si, llegado ese instante, se daría una prórroga para que las armadas estadunidenses e israelíes no pasen, como está previsto, a inspeccionar a cargueros iraníes.
Fidel, quien el 25 de julio volvió a vestir una simbólica camisa militar verde olivo en una reducida ceremonia, afirmó que su misión ahora “es decir las cosas y los acontecimientos para que cada actual actué”, en una delimitación de funciones, que deja la conducción del país a su hermano, el presidente Raúl Castro.
El propio Raúl recibió el jueves a una delegación de líderes del gobernante Partido Obrero Socialista Español (PSOE), interesados en “acompañar el proceso de liberación de disidentes” puesto en práctica por él con auxilio del cardenal Jaime Ortega, pero ayer no participó en el acto. Entre el día de ayer y el domingo “viajarán a España otros cuatro presos políticos”, según la disidencia. Hasta el jueves lo hicieron 28 de los 52 que serán liberados.
De otra parte, varios disidentes cubanos expatriados en España afirmaron ayer que el pueblo cubano está siendo víctima del “optimismo enfermizo” del Ejecutivo español y del PSOE. En un comunicado, estos ex presos políticos reprocharon al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y a su partido que sean los únicos que ven cambios “en el estado de no derecho al que se está sometiendo al pueblo” de Cuba. Bajo el nombre de “Declaración de Móstoles”, los disidentes cubanos expresaron esta queja a propósito del viaje a Cuba de la delegación del PSOE.
Claves
Fariñas, operado
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que pasó más de cuatro meses en huelga de hambre por la libertad de los presos políticos enfermos, fue operado ayer de urgencia para extirparle varios cálculos de la vesícula.
Raisa Fariñas dijo que su hermano fue intervenido al mediodía en el hospital “Arnaldo Milián Castro” de Santa Clara, y que sería trasladado a la misma sala de terapia intensiva donde estuvo en su última huelga.
La Habana/Manuel J. Somoza/EFE, Milenio, 4 de septiembre.
En completo uniforme militar verde olivo, sin grados, Castro habló durante 45 minutos, pero no aludió a la decisión del mandatario Barack Obama el jueves de mantener por otro año el bloqueo a la isla, porque “conviene a los intereses nacionales de EU”. Centrado en el tema de la eventual confrontación, Castro dijo que “la capacidad de respuesta convencional de Irán provocará una feroz guerra”. El ex gobernante de 84 años habló de pie, dirigiéndose a una multitud mayoritariamente de jóvenes, que desbordó la emblemática escalinata de la Universidad de La Habana, “a la que nunca imaginé volver”, según dijo.
Agregó que la eventualidad de guerra “se le ocultó deliberadamente al mundo” desde que en junio el consejo de seguridad de la ONU dictó sus sanciones contra el país persa, aunque consideró que poco a poco el planeta “se está enterando” y son menos los escépticos. Como viene haciendo desde hace tres meses, el líder cubano dijo que “tener una planta de energía eléctrica partiendo del uranio, no constituye delito” y que Occidente sabe que los iraníes “no están en capacidad de producir una bomba nuclear”.
No obstante, puntualizó que a partir de esa justificación se prepara el ataque, igual que hizo Israel en décadas anteriores contra plantas similares en Irak y Siria, “en medio de un gran silencio” de los grandes medios de información. Castro volvió a cifrar “entre el 7 y el 10 de septiembre”, cuando vence el plazo dado por la ONU a Teherán para que suspenda sus proyectos nucleares, el momento clave de este episodio y se preguntó si, llegado ese instante, se daría una prórroga para que las armadas estadunidenses e israelíes no pasen, como está previsto, a inspeccionar a cargueros iraníes.
Fidel, quien el 25 de julio volvió a vestir una simbólica camisa militar verde olivo en una reducida ceremonia, afirmó que su misión ahora “es decir las cosas y los acontecimientos para que cada actual actué”, en una delimitación de funciones, que deja la conducción del país a su hermano, el presidente Raúl Castro.
El propio Raúl recibió el jueves a una delegación de líderes del gobernante Partido Obrero Socialista Español (PSOE), interesados en “acompañar el proceso de liberación de disidentes” puesto en práctica por él con auxilio del cardenal Jaime Ortega, pero ayer no participó en el acto. Entre el día de ayer y el domingo “viajarán a España otros cuatro presos políticos”, según la disidencia. Hasta el jueves lo hicieron 28 de los 52 que serán liberados.
De otra parte, varios disidentes cubanos expatriados en España afirmaron ayer que el pueblo cubano está siendo víctima del “optimismo enfermizo” del Ejecutivo español y del PSOE. En un comunicado, estos ex presos políticos reprocharon al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y a su partido que sean los únicos que ven cambios “en el estado de no derecho al que se está sometiendo al pueblo” de Cuba. Bajo el nombre de “Declaración de Móstoles”, los disidentes cubanos expresaron esta queja a propósito del viaje a Cuba de la delegación del PSOE.
Claves
Fariñas, operado
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que pasó más de cuatro meses en huelga de hambre por la libertad de los presos políticos enfermos, fue operado ayer de urgencia para extirparle varios cálculos de la vesícula.
Raisa Fariñas dijo que su hermano fue intervenido al mediodía en el hospital “Arnaldo Milián Castro” de Santa Clara, y que sería trasladado a la misma sala de terapia intensiva donde estuvo en su última huelga.
La Habana/Manuel J. Somoza/EFE, Milenio, 4 de septiembre.
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