CARACAS (Agencias).— El Estado venezolano se quedó con 20% de las acciones de Globovisión, confirmó ayer la televisora privada, que aclaró que ello no repercutirá en la línea editorial de la empresa, abiertamente opuesta al gobierno de Hugo Chávez, ni le confiere a éste facultades para poder administrarla.
El lunes por la noche, la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN), informó que ese 20% de acciones quedaba en manos del gobierno, tras liquidar a la empresa Sindicato Ávila, que poseía esa participación. Esta firma formaba parte del grupo financiero del Banco Federal, que fue intervenido en junio.
Tras la liquidación de Sindicato Ávila, el estatal Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) “asume el control administrativo”, señaló la AVN. Agregó que “el Estado, a través de Fogade, tendrá el papel de accionista para percibir dividendos y presentarse en asamblea de accionistas”.
Sin embargo, el gobierno no podrá tener un representante en la dirección del canal, tal como había asegurado el presidente Chávez en julio, ya que según explicó la AVN, los estatutos de Corpomedios GV Inversiones establecen que la junta directiva del canal es designada “por la asamblea de accionistas que está controlada por (el presidente de la televisora) Guillermo Zuloaga y (el ex director) Alberto Federico Ravell”.
Zuloaga tiene una participación mayoritaria de 45% en el canal, mientras de Ravell tiene un 10% y la hija y heredera del fallecido directivo Luis Núñez controla otro 20%.
De todas maneras, los empleados y representantes de la televisora, exigieron una aclaración sobre lo que significará para el funcionamiento de Globovisión que Chávez tenga control accionario. La consultora jurídica de Globovisión, Ana Cristina Núñez, dijo que “creemos que hay una intención detrás, que es llegarle a Globovisión”. Pero insistió en que “no habrá cambio en la línea editorial (del canal)” y que Fogade no podrá ejercer “ninguna injerencia sobre la gestión diaria de la empresa”.
Chávez ha criticado duramente a Globovisión e incluso hizo un llamado a los poderes públicos a “hacer algo” con esta televisora. El canal tiene varios casos abiertos ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) que le podrían causar el cierre, y sus dos principales accionistas, Guillermo Zuloaga y Nelson Mezerhane, están exiliados tras haber sido acusados por diversas causas por la justicia venezolana.
Mezerhane, presidente del intervenido Banco Federal, condenó en una carta dirigida a Chávez la toma por parte de Fogade del paquete accionario de Globovisión y denunció que la medida busca “silenciar al único medio televisivo que dice e informa sobre sus atropellos (de Chávez) a la democracia y al estado de derecho".
El lunes por la noche, la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN), informó que ese 20% de acciones quedaba en manos del gobierno, tras liquidar a la empresa Sindicato Ávila, que poseía esa participación. Esta firma formaba parte del grupo financiero del Banco Federal, que fue intervenido en junio.
Tras la liquidación de Sindicato Ávila, el estatal Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) “asume el control administrativo”, señaló la AVN. Agregó que “el Estado, a través de Fogade, tendrá el papel de accionista para percibir dividendos y presentarse en asamblea de accionistas”.
Sin embargo, el gobierno no podrá tener un representante en la dirección del canal, tal como había asegurado el presidente Chávez en julio, ya que según explicó la AVN, los estatutos de Corpomedios GV Inversiones establecen que la junta directiva del canal es designada “por la asamblea de accionistas que está controlada por (el presidente de la televisora) Guillermo Zuloaga y (el ex director) Alberto Federico Ravell”.
Zuloaga tiene una participación mayoritaria de 45% en el canal, mientras de Ravell tiene un 10% y la hija y heredera del fallecido directivo Luis Núñez controla otro 20%.
De todas maneras, los empleados y representantes de la televisora, exigieron una aclaración sobre lo que significará para el funcionamiento de Globovisión que Chávez tenga control accionario. La consultora jurídica de Globovisión, Ana Cristina Núñez, dijo que “creemos que hay una intención detrás, que es llegarle a Globovisión”. Pero insistió en que “no habrá cambio en la línea editorial (del canal)” y que Fogade no podrá ejercer “ninguna injerencia sobre la gestión diaria de la empresa”.
Chávez ha criticado duramente a Globovisión e incluso hizo un llamado a los poderes públicos a “hacer algo” con esta televisora. El canal tiene varios casos abiertos ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) que le podrían causar el cierre, y sus dos principales accionistas, Guillermo Zuloaga y Nelson Mezerhane, están exiliados tras haber sido acusados por diversas causas por la justicia venezolana.
Mezerhane, presidente del intervenido Banco Federal, condenó en una carta dirigida a Chávez la toma por parte de Fogade del paquete accionario de Globovisión y denunció que la medida busca “silenciar al único medio televisivo que dice e informa sobre sus atropellos (de Chávez) a la democracia y al estado de derecho".
El Universal, 9 de diciembre.
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