Dijo que “nadie merece ni se puede” dar el pretexto perfecto con posturas radicales a quienes no quieren colaborar, para pasar otro año discutiendo “reclamándonos y peleándonos entre los pasajeros de un mismo avión y de un mismo autobús que está en riesgo de estrellarse sino actuamos ahora para retomar ese control”, cuando en el caso de países insulares, el tema es ya de vida o muerte.
Durante el Diálogo de Alto Nivel de la COP-16 sobre cómo mantener las expectativas de metas de largo plazo, el presidente Calderón retomó lo dicho por su homólogo de Nauru, el combate al cambio climático no sólo es un tema de afectación, “es un caso de vida o muerte” para países insulares que “pueden quedar cubiertos de agua si no se frenan las emisiones”. Además dijo que es triste que los países más pobres que no emiten carbón a la atmósfera “son los que no sólo son más vulnerables, creo que hay que cambiar el término, estoy de acuerdo, están a punto de desaparecer”.
En dicha mesa en la que participaron también los presidentes de pequeños países insulares como Guyana y Kiribati, así como de Sudáfrica y los primeros ministros de Samoa y Noruega, el titular del Ejecutivo recordó en la víspera de las conclusiones de la COP-16 las negociaciones de Copenhague hace un año donde, dijo, los jefes de Estado tuvieron una “noche terrible” y todo era “un constante reproche de unos a otros”, es decir, entre los países pobres y ricos en una discusión que, afirmó, no sólo se prolongó un año desde entonces, sino “viéndolo bien, ha durado 16-COPs”.
Por ello, recurrió a una metáfora: “Y de repente, el avión en el que vamos ha perdido los pilotos, algo pasó allá en la cabina de tripulación y todos los pasajeros que vamos, que además somos responsables del avión, estamos peleándonos en la cabina, precisamente, estos temas: si la culpa es de los que van en clase turista o de los que van en primera clase.Y el avión sigue perdiendo altura dramáticamente”, indicó.
Yo creo que es tiempo, apuntó, “de que alguien agarre el control del volante y empiece a apretar los frenos de este tema”.
En la recta final de la Conferencia de las Partes 16 de la Convención de Naciones Unidas Contra el Cambio Climático, el presidente Calderón se reunió en privado con su homólogo de Sudáfrica, Jacob Zuma, a quien le corresponde organizar la COP 17 en Durban, donde “vamos a trabajar sobre los logros de Cancún”, indicó.
En tiempo de circular el primer documento formal para buscar el aval de los 192 países representados, el presidente Calderón pidió no posponer más el arranque de los fondos por 28 mil millones de dólares para adaptación de países pobres, los mecanismos de REDD contra la deforestación y degradación de suelos e incluso pidió que se empiece a discutir la posibilidad de ponerle precio al carbón.
Antes, en entrevista en el programa Enfoque con Leonardo Curzio, el jefe del Ejecutivo también consideró que habrá “excelentes resultados” en la COP-16 y habló de la eliminación de subsidios a los combustibles, de manera gradual, previo a una estrategia para generar conciencia y cambiar la cultura de la producción a base de carbono, “porque si no, las barreras, desde ideológicas, demagógicas, políticas, podrán ser insalvables”.
- Claves
Confianza socavada
• En la COP-16 no debe permitirse que un acuerdo bueno sea enemigo de lo perfecto, coincidieron el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg; el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, y el director de la OCDE, José Ángel Gurría.
• El ministro noruego advirtió que si no se llega a un acuerdo será un gran golpe a los esfuerzos comunes contra el cambio climático y la confianza en todo el proceso de construcción de consensos se verá socavada.
• Stoltenberg dijo que se puede alcanzar un paquete equilibrado de medidas, insistiendo en el fondo verde.
Cancún • Lorena López, Milenio, 10 de diciembre.
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