Cancún, QR, 8 de diciembre. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció hoy que en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático hay un intento de países desarrollados, liderados por Estados Unidos, para liquidar el Protocolo de Kyoto, y que en las negociaciones no se está asumiendo ningún compromiso sustancial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Luego de participar en la plenaria del segmento de alto nivel de la reunión, destacó que tampoco se está diciendo una palabra sobre la transferencia de tecnología, es decir, no se discute ningún compromiso concreto sobre el tema.
Sobre las revelaciones de Wikileaks en torno a que Estados Unidos buscaría neutralizar o marginar de las negociaciones sobre cambio climático a naciones como Cuba, Venezuela y Bolivia, porque no se les considera propositivos, expuso que muestran las intenciones y las herramientas de una diplomacia que confunde la influencia con la amenaza de la fuerza.
En entrevista con este diario, felicitó a México porque ha garantizado condiciones de participación universal y de transparencia en la negociación. Sin embargo, dijo, los resultados son magros: la negociación “se encuentra en un momento difícil y sin progreso”.
Claridad en el manejo del “fondo verde”
Al explicar las razones de su percepción, Rodríguez Parrilla denunció la pretensión de liquidar el Protocolo de Kyoto. Dijo entender que no hay en Cancún condiciones para acordar el segundo periodo de compromisos de ese instrumento –el primero concluye a finales de 2012–, ya que ello implicaría cuantificar las metas de reducción de emisiones. Pero es impostergable e imprescindible que aquí se adopte un compromiso claro de que habrá una segunda fase de obligaciones que sería negociada en el camino rumbo a Durban, Sudáfrica, donde tendrá lugar el siguiente encuentro.
Pero en lugar de llegar a un consenso en la materia, lo que hay en Cancún es bloqueo y presión política y financiera, resaltó el canciller de Cuba a 48 horas de que concluya la reunión internacional, en la que participan 194 países.
Rodríguez Parrilla manifestó que debería haber más claridad sobre el llamado “fondo verde” de 30 mil millones de pesos del que se habla, es decir, si son recursos adicionales, qué origen tienen y cuál sería la responsabilidad de los gobiernos industrializados, así como determinar con toda precisión cómo se van a administrar esos dineros.
Luego de participar en la plenaria del segmento de alto nivel de la reunión, destacó que tampoco se está diciendo una palabra sobre la transferencia de tecnología, es decir, no se discute ningún compromiso concreto sobre el tema.
Sobre las revelaciones de Wikileaks en torno a que Estados Unidos buscaría neutralizar o marginar de las negociaciones sobre cambio climático a naciones como Cuba, Venezuela y Bolivia, porque no se les considera propositivos, expuso que muestran las intenciones y las herramientas de una diplomacia que confunde la influencia con la amenaza de la fuerza.
En entrevista con este diario, felicitó a México porque ha garantizado condiciones de participación universal y de transparencia en la negociación. Sin embargo, dijo, los resultados son magros: la negociación “se encuentra en un momento difícil y sin progreso”.
Claridad en el manejo del “fondo verde”
Al explicar las razones de su percepción, Rodríguez Parrilla denunció la pretensión de liquidar el Protocolo de Kyoto. Dijo entender que no hay en Cancún condiciones para acordar el segundo periodo de compromisos de ese instrumento –el primero concluye a finales de 2012–, ya que ello implicaría cuantificar las metas de reducción de emisiones. Pero es impostergable e imprescindible que aquí se adopte un compromiso claro de que habrá una segunda fase de obligaciones que sería negociada en el camino rumbo a Durban, Sudáfrica, donde tendrá lugar el siguiente encuentro.
Pero en lugar de llegar a un consenso en la materia, lo que hay en Cancún es bloqueo y presión política y financiera, resaltó el canciller de Cuba a 48 horas de que concluya la reunión internacional, en la que participan 194 países.
Rodríguez Parrilla manifestó que debería haber más claridad sobre el llamado “fondo verde” de 30 mil millones de pesos del que se habla, es decir, si son recursos adicionales, qué origen tienen y cuál sería la responsabilidad de los gobiernos industrializados, así como determinar con toda precisión cómo se van a administrar esos dineros.
Georgina Saldierna y Angélica Enciso enviadas, La Jornada, 9 de diciembre.
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