El conteo rápido del IFE será el más preciso de todos: Roy Campos


Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, en plática con CrónicaNoticiasTV señala que los políticos no van tras el voto de los llamados “indecisos”, sino tras el de los electores “volátiles”. El reconocido encuestador también comenta que, por mucho ruido que se haga en las redes sociales, no modifican sustancialmente el voto. Asegura que el conteo rápido que presente el IFE el 1º de julio será el más preciso de todos y, en una amena charla, aclara muchas cosas acerca del papel de las empresas encargadas de medir la opinión pública.
Empezamos hablando del tardío surgimiento de las empresas encuestadoras en México, entre las cuales la de Roy Campos es una de las pioneras.

Campos señala que las encuestas no tienen sentido sin los medios y que tomó tiempo y trabajo convencer de que estos estudios de opinión pública eran de suma importancia. Recuerda que el nacimiento de esta industria en nuestro país “es traumático. Nacen a raíz de la caída del sistema del 88. Ese día no hubo ningún conteo rápido ni encuestas de salida”. Y que para 1994, hubo un ganador, muchas encuestas previas, 13 conteos rápidos, y no hubo ninguna duda sobre los resultados.
A la pregunta de rigor: ¿qué miden y cómo miden las encuestas? Campos responde con un asunto sobre el que ha insistido mucho en estas semanas: la diferencia entre encuesta de medios y encuesta de partidos.

Los partidos hacen encuestas para poder reaccionar ante lo que la gente está pensando, señala el presidente de Consulta Mitofsky. Las piden por estrategia política. “Cuando un partido publica una encuesta, tomémoslo como un boletín”, concluye.

En cambio, agrega, cuando un medio patrocina una encuesta, es porque descubrió que la encuesta es nota. “El objetivo es muy claro: quiere atraer audiencia. La noticia es más creíble cuando la soportas con una encuesta”.

Abunda: “cuando un medio contrata una encuesta lo que quiere saber es hoy cómo están. Cuando un partido la contrata lo que quiere es saber qué puede hacer para mejorar su posición, para medir su campaña electoral”. Y hace una acotación importante: los cuestionarios pueden ser distintos.
Otra pregunta básica: ¿cómo se hace una encuesta?

Campos aprovecha para intentar romper algunos mitos. “¿Por qué mil personas pueden saber lo que opinan 80 millones? ¿De qué tamaño tiene que ser tu cuchara para probar un plato de sopa? Lo importante es que en esta cuchara quepa todo”, explica. “Si yo hago un diseño de muestra que me garantice que en ella esté la mezcla nacional, sabré el resultado”.

Luego explica la receta técnica. Se hace una lista de todas las secciones electorales, se seleccionan 100 de todo el país, dos manzanas de cada una, cinco viviendas por manzana. Termina calculando que la probabilidad de ser entrevistado en una encuesta es más baja que sacarse la lotería.

Añade que toda muestra tiene errores estadísticos y no estadísticos (falta de respuesta), pero dice que es difícil que los entrevistados mientan. “Ocultan, que es distinto. Como en futbol, ningún americanista te dice que le va a las Chivas”. Puede no contestar, pero no va a mentir.

Comenta que hay gente que prefiere creer la encuesta que quiere. Hay una especie de mensaje: “aunque no les guste a los encuestadores, quien va ganando es…”, pero lo que pasa es que en realidad están cansados de que les digan que su candidato no va ganando.
¿Qué pasaría si no hubiera encuestas públicas?

“Supiéramos exactamente lo mismo”, responde. Y da un ejemplo: “En el debate… ¿A quién le pegó Josefina? ¿A quién le pegó Andrés Manuel? Al puntero. Si Vázquez Mota y López Obrador no hubieran tenido sus propias encuestas, que dicen lo mismo que las públicas, hubieran usado otra estrategia”.

De ahí vuelve a cuestiones técnicas: una encuesta de 1000 cuestionarios normalmente tiene un margen de error de +/- 3 puntos. 95 veces de cada 100 va a estar dentro de este margen.

Y a la hora de la elección, hay que saber cuándo marcar ganador. No acelerarse y declararlo sólo cuando uno tiene muy altas probabilidades de estar en lo cierto. 999 de mil. “El único error que no puede suceder es declarar ganador equivocado, como hizo algún encuestador en las elecciones de Guerrero en 1999”.
Preguntamos a Roy Campos sobre las encuestas en estas elecciones presidenciales:

Lo claro es que hay un puntero por dos dígitos. Un segundo lugar disputado, donde Josefina va a la baja y Andrés Manuel al alza, y Quadri haciendo un esfuerzo por conservar el registro.
¿Pesan los debates?

Históricamente lo que ha pesado es el posdebate. La explotación del error de Labastida en 2000 fue impresionante. En 2006, no es que AMLO no haya ido al debate, sino que se explotó muy bien su ausencia.

En el debate, pierde el que comete un error grave. Gana aquel que supera la expectativa con la que llegó.
¿El siguiente debate definirá cosas para el futuro?

El presidente de Consulta Mitofsky prevé que en ese momento “haya estrategias más definidas y golpes más fuertes, ir a noquear porque es la última oportunidad que tienen”.
¿Puede revertir una ventaja tan grande como la que hoy tiene Peña? —preguntamos

“De que es posible, es posible, pero la ventaja es muy amplia”, contesta Campos. Afirma que Peña va a ir a cuidar a sus electores, “que no se le vayan a ir”, y que  Vázquez Mota y AMLO van por ellos también: “¿ya se dan cuenta de por quién quieren votar?” será el mensaje.
Siempre se habla de indecisos ¿Qué tanto pesan?

“De cada 100, 80 nos dicen por quien van a votar, 20 no nos dicen y se les llama indecisos. Es un pretexto de los analistas malos, y de los políticos que dicen que van por ellos. Viene la elección, y votan 60. El problema real es que 20 de los que dijeron que iban a votar, no fueron”. De ahí llega a una conclusión: “Los que definen, más que los indecisos, son los volátiles, que son los dispuestos a modificar su voto” y afirma que, en la campaña y el debate, los candidatos no irán por los indecisos, que suelen ser casi todos abstencionistas, sino por los volátiles.
Una pregunta de moda es la influencia de Twitter y otras redes sociales que han estado muy activas en las campañas

Campos explica que las redes también son usadas por los políticos. Los políticos sienten a Twitter como la plaza pública. Les gusta tener muchas menciones a favor. Afirma que hay militantes, comprados y no comprados y hay ciudadanos que están todo el tiempo haciendo campaña. “¿Hay alguna modificación del voto por todo el ruido que hagan? No”.

¿Qué gana el candidato? Mostrar músculo. Quiere que los demás lo vean fuera de Twitter, y ahí tienen que ver los medios de comunicación.

Según sus estudios, activos en internet, hablando de política, está sólo el dos por ciento de mexicanos. En una elección cerrada, a lo mejor ahí se define. En una elección amplia, hoy genera temas, ruido, marchas. También ha hecho que eventos como la FIL, lo de la Ibero, o el estadio vacío de Josefina se hicieron grandes en redes sociales.

Campos calcula que con la FIL Peña perdió cuatro puntos. Pero “esos puntos los iba a perder tarde o temprano; eran simpatizantes débiles”.
Comentamos sobre la discusión alrededor del conteo rápido del IFE, que dará a conocer resultados la noche de la elección. Ahí Roy Campos es tajante.

“Podemos confiar totalmente en el conteo rápido del IFE. Va a ser el mejor conteo del 1º de julio, sin duda”, dice. Comenta que la mayoría de los conteos se van a dar a conocer a las 20:00 horas, si hay grado de avance suficiente para saber quien es ganador, pero que el dato final del IFE será el más exacto.
Terminamos la charla platicando sobre las diferencias entre este proceso electoral y los anteriores.

Roy Campos opina que la diferencia es que hasta ahora no ha sido una carrera de dos, pero cree que “en algún momento va a despegar un segundo lugar y en los últimos días va a haber una persecución al primer lugar”.

El encuestador finaliza recordando que pocas industrias están tan reguladas como las encuestas y que, por lo tanto, en su conjunto, son confiables.
El conteo rápido del 1 de julio será confiable y el mejor

“Podemos confiar totalmente en el conteo rápido del IFE. Va a ser el mejor conteo del 1º de julio, sin duda.La mayoría de los conteos se van a dar a conocer a las 20:00 horas, si hay grado de avance suficiente para saber quien es ganador, pero que el dato final del IFE será el más exacto”.
El posdebate es lo que ha pesado más históricamente

Históricamente lo que ha pesado es el posdebate. La explotación del error de Labastida en 2000 fue impresionante. En 2006, no es que AMLO no haya ido al debate, sino que se explotó muy bien su ausencia. En el debate, pierde el que comete un error grave. Gana aquel que supera la expectativa con la que llegó.

Guillermo Ortega Ruiz, La Crónica, 22 de mayo.

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