Llega a Foro Sol #Yosoy132

Son jóvenes politizados, son frívolos, son apartidiarios, son miles.

Y ayer, 65 mil enmudecieron cuando Javier Sicilia, el poeta que dejó de escribir cuando la guerra contra el narcotráfico le mató a su hijo, pidió un minuto de silencio por lo que llamó el dolor de la Nación.

Un dolor, dijo, que se compone de más de 50 mil muertos, 20 mil desaparecidos, 250 mil desplazados y 8 mil huérfanos. Todos por la violencia de la guerra contra el narcotráfico.

El escenario era el Wirikuta Fest, el concierto de 17 bandas de música que hicieron agotar 65 mil entradas en el Foro Sol.

"A veces un silencio dice más que cualquier grito", dijo Sicilia.

La juventud respondió con aplausos y con un grito: "Wirikuta no se vende, Wirikuta se ama y se defiende".

A eso había ido, a bailar, sí, también, pero además a demostrar su rechazo a las concesiones que el Gobierno federal ha entregado para explotar los minerales de la zona del Wirikuta y para recabar recursos para la defensa legal.

Los 65 mil jóvenes habían comenzado a llegar a las 12 de la mañana.

La música inició a las 13:00 horas. Ely Guerra dijo que con una voz y una guitarra se podía hacer una revolución. "Los jóvenes son la esperanza de esta Nación". Luego, Amanditita citó a los políticos: "Desde que Felipe Calderón llegó, llegaron miles de muertos. Fuera el PAN, fuera Enrique Peña Nieto, viva la anarquía".

Se proyectaban videos, apareció Felipe Calderón, vestido con el traje típico wixárika, en 2008, firmando un pacto para el respeto y la preservación del Wirikuta, considerado reserva ecológica y cultural estatal e inscrito en la lista de lugares sagrados de la UNESCO. Y en otro video aparecía también, junto a Calderón, Santos de la Cruz, uno de los líderes indígenas del Consejo Wixárika, diciendo que tenían un problema con las concesiones.

"Queremos que se comprometa a respetar el Wirikuta, Señor Presidente", y Calderón se quedaba callado.

Eran las 17:00 horas y Sonidero Mestizo aparecía en escena. Roco, uno de sus integrantes, decía que buscaban lo que los políticos no han podido: que se respete el Wirikuta.

Tocó el turno del grupo puertorriqueño Calle 13 y su líder apareció con la leyenda "#Yosoy132", ese hashtag, eslogan y grito de denuncia en las recientes marchas de jóvenes en contra de la intimidación a los universitarios que se atrevieron a levantar la voz en contra del candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto.

"Wirikuta representa a Latinoamérica", dijo Residente.

Entre el público se preguntaba si el problema estaba resuelto o no.

Citaban que apenas hace dos días el gobierno panista salió a decir que todo quedaba arreglado. Y entonces algunos respondían que no, que había sido una mentira.

"Hace dos días fuimos engañados por una mascarada mediática", dijo Rubén Albarrán, líder de Café Tacuba y miembro del colectivo Aho.


Jorge Ricardo, Reforma, 27 de mayo.