aristócrata rebelde, Cristina Sada Salinas hace una propuesta insólita dirigida a los ricos, a la oligarquía, a los dueños de México:
Ha llegado la hora de empezar a repartir. No se trata de arrebatar aquello que ha sido bien habido, sino de exigir a los que tienen más que contribuyan al desarrollo nacional. Ojalá cada día nos uniéramos más y fuéramos muchos.
Si no lo entendimos por las buenas, lo estamos entendiendo por las malas. Para que todos estemos bien, nos debe ir bien a todos. El mexicano sin oportunidades de progresar, de ir a la universidad o de obtener trabajo, ya no puede más. Tenemos una máquina que constantemente se mueve fuera de la justicia; la producción de pobreza e ignorancia es mucho más grande que el rescate que pretenden hacer con sus obras asistenciales y de caridad, explica.
Pertenezco a las familias que endiosaban y siguen endiosando a la iniciativa privada porque da trabajos, pero no podemos seguir en este sistema de dominio de los fuertes contra los débiles. Estoy proponiéndoles que haya justicia en la distribución de los impuestos en México. Esta acumulación de riqueza es ilegítima si está exenta del pago de gravámenes, como sucede con más de 400 empresas, con acuerdos que se ratifican sexenio tras sexenio.
Para esta clase social a que pertenezco los pobres son como invisibles, dice sin tapujos.
En México ha prevalecido un sistema de dominio que se ha agravado con los gobiernos del PRI y del PAN. No podemos continuar con este modelo de poderosos contra débiles, sometiéndolos y explotándolos; utilizándolos y viéndolos sólo como mano de obra barata para enriquecerse.
Los ciudadanos ya no pueden tolerar este gobierno cínico y corrupto del PAN; antes al excremento le ponían betún; ahora ni eso, es puro excremento de corrupción entre PRI y PAN. Me siento identificada con el pueblo que sufre, me duele el dolor ajeno. Me cuestionan que desde mis comodidades pretendo sentir; dicen que eso no es congruente. Que digan lo que quieran, yo no estoy engañando a nadie; no vengo de la pobreza, pero tampoco de la opulencia.
repitiendo el karmade su madre –fallecida hace tres años–, Cristina Sada, la quinta de ocho hijos, ha iniciado su campaña política enfrentando el rechazo inicial de familiares y extraños en su entorno, gente que poco a poco se fue convenciendo de las bondades del proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la izquierda.
Mi mamá me dio todas las bases para esto que estoy viviendo con mi campaña. A diferencia de ella, que peleó por la herencia de sus hijos, yo no estoy peleando por la herencia de mis hijas, sino por lo que corresponde a los hijos de México. Me sale la indignación por lo que se está arrebatando al pueblo.
No llegan los recursos, y los que llegan son ridículos, dice con tono de resignación.
Le cale a quien le cale, es la verdad. He hecho toda la campaña a tientas y sola. No he tenido apoyo de nadie de los que se supone deben apoyarme. Me dieron 100 mil pesos para una campaña, dinero que contrasta con los millones que tienen los otros candidatos, pero aquí estamos luchando por el cambio verdadero.
Murieron mis abuelos y la herencia quedó en las otras dos familias: Sada González y González Sada. Ellos se quedaron con el control de Vitro y Cydsa. A nosotros nos tocó muy poco. Quedamos completamente fuera. Todo se perdió. Resistimos cuando eso sucedió. Nos quejamos, demandamos pero, claro, no ganamos nada, sólo mucha exclusión social.
el inapropiado(el pastor bautista Abraham Alfaro), el hombre que ella amaba, pero no era bien visto ni por la familia de mi padre ni por nosotros, sus hijos. Fue muy fuerte. Mi madre ya no era invitada, se le excluyó completamente. Unos años después, mi madre regresa.
el inapropiado?
Pero la familia no la tomó en cuenta. Pensaron que no se atrevería. No hubo ninguna rectificación sobre la herencia. Mi mamá publicó el libro y fue un escándalo. Luego llegó la PGR y los incautó sin orden judicial, sin orden de cateo. Fue completamente ilegal. Fue una invasión total a nuestra casa.
Ahora que ando en campaña recuerdo cómo ella me dijo que me iba a heredar esos libros. Fue el primer libro que desde adentro de una cúpula contaba lo que sucedía.
Nunca más volveré a tener hambre.
Yo fui esa guerrera sacando adelante a mis hijas; fui esa guerrera que quería dinero, que estaba muy enojada porque el otro mundo de la abundancia y plenitud se había acabado y por la injusticia que padecimos.
tienen vetadas las ideas progresistas, dice. Cuenta que acudió a las urnas con miedo:
Me tembló la mano; confieso haberme equivocado. Le di mi voto a Patricia Mercado.
giro de esperanza para los más pobres de Méxicocon la opción de Andrés Manuel López Obrador.
Las fuertes críticas de la familia contra su candidato no la detenían en su propósito, sólo la salud, que sí le falló ese día para cumplir su deber ciudadano, contó Cristina en su funeral, hace tres años.
Esta campaña es como un doctorado en humanidades. Necesitamos un despertar de la conciencia humana. No todos estamos llamados a la austeridad de los franciscanos, pero todos estamos llamados a abrirnos a las necesidades del otro. Mientras no hagamos ese cambio de conciencia, de ver que las necesidades de los demás son tan importantes como las nuestras, seguiremos en este camino de degradación del tejido social de México.
0 Responses to "Llegó la hora de que los que más tienen empiecen a repartir: Cristina Sada Salinas"
Publicar un comentario