Piden acceso universal a red y límite a propiedad de medios

Personalidades de diversos sectores, convocadas por la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), hicieron un llamado para que la nueva administración pública federal, así como el poder Legislativo entrante, ponga en marcha una serie de reformas orientadas a limitar la propiedad de medios, así como un plan que permita el despliegue de los servicios de banda ancha a cargo del Estado.

Durante el día de hoy, la Amedi anunciará La Coalición Ciudadana Democracia y Medios: La Telecracia no es Democracia, asociación que cuenta con la participación de Sergio Aguayo, Emilio Álvarez Icaza, Martha Lamas, Purificación Carpinteiro, Raúl Trejo Delarbre, Elena Poniatowska, Alberto Aziz Nassif, José Woldenberg, Felipe Cazals, Salomón Padilla, Daniel Giménez Cacho, entre otros.

La Coalición puso como objetivo exigir a los partidos políticos una explicación sobre la inclusión de directivos de empresas de medios en las bancadas políticas, así como demandar que el presidente de la República entrante de prioridad a una agenda del derecho a la información con el fin de fortalecer la democracia en el país.

Según el manifiesto, es prioritario que los nuevos gobernantes del país instrumenten una reforma legislativa que limite el acaparamiento de los medios de comunicación, con el objetivo de fomentar el pluralismo con medios públicos, indígenas, sociales y comunitarios, así como la calidad en los contenidos.

Se requiere crear una verdadera agenda digital, que incluya el acceso universal a banda ancha en México, así como una política integral de televisión digital que garantice el acceso y redistribución del nuevo dividendo digital.

La Coalición demandó también garantizar el fortalecimiento de la producción nacional independiente, regional y local, así como el pleno respeto de los derechos de las audiencias y de los sectores prioritarios para el país como las mujeres, los niños y los pueblos indígenas.

Punto de partida

La Amedi argumentó que Grupo Televisa y Televisión Azteca se han convertido en un poder fáctico capaz de doblegar a las instituciones y a la clase política en general.

El ejercicio de ese poder, según la Amedi, es al mismo tiempo económico, político y simbólico, debido a la falta de una regulación que les impida doblegar a las instituciones.

“El poder fáctico de las televisoras ha logrado penetrar en las más elevadas instancias de representación política del Estado para desde ahí hacer valer y fortalecer sus intereses”, informó la Coalición.

Advirtió que en la próxima renovación del Congreso los legisladores que se vinculan con las empresas de medios, se ampliará a 20 representantes, entre directivos y empleados de Televisa y Tv Azteca, así como concesionarios de radio.

Ramiro Alonso, EL Universal, 28 de mayo.