¿Por qué niegas tus faltas?

 "Las preguntas que quieran hacer son bienvenidas, son preguntas abiertas, no hay censura", dice el alumno que hace de maestro de ceremonias a sus compañeros.

Es el auditorio "Adrián Rivero" de la Universidad La Salle y unos 850 estudiantes y catedráticos se han dado cita para escuchar a la candidata del PAN a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota.

El morbo está en el aire. Hace unos días que el candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, salió mal librado de una visita a la Iberoamericana, de donde se retiró en medio de abucheos y consignas.

Pero en la sala enmarcada por la enorme figura de un Cristo con el brazo derecho en alto y en la otra un libro abierto, el viento sopla a favor del barco de la candidata, quien es recibida con aplausos.

Vázquez Mota empieza su discurso detrás de la trinchera del atril.

"A México le urge transformar el sistema político, las reglas de un viejo régimen autoritario siguen presentes", afirma la candidata para enseguida proponer la reelección de legisladores y Alcaldes, la eliminación de los plurinominales y la reducción a la mitad de los senadores.

"Hoy dicen que se investigue a Moreira, yo me pregunto ¿por qué tan tarde?, ¿por qué no durante tantos años cuando se endeudó de esa manera a Coahuila, cuando no se rindieron cuentas?", cuestiona.

Después de 15 minutos sin sobresaltos la candidata toma confianza y pide permiso para dejar el atril y caminar por el escenario con un micrófono inalámbrico.

"Total que no traigo ni teleprompter ni nada", bromea.

Recuerda sus tiempos al frente de la Secretaría de Educación y reitera que no apoyará a los liderazgos corruptos que impiden el avance de su País.

"Como Secretaria de Educación nunca cedí a un capricho de Elba Esther Gordillo, como Presidenta tampoco lo voy a hacer", sostiene.

Saca su portafolio de propuestas: las de empleo, las de educación, las de seguridad, las de la lucha contra la corrupción.

"Yo me encargo de cerrar el paso a los corruptos, sean de mi partido o no sean de mi partido", asegura.

Termina el discurso, no hay abucheos ni reclamos, al contrario, un sector ubicado en la parte baja del auditoría la vitorea "Jo-se-fi-na, Jo-se-fi-na", corean.

Pero aún falta la temida sesión de preguntas y respuestas.

La segunda es la incómoda.

"¿Por qué niegas que faltas a la Cámara cuando está comprobado que sí", pregunta Valeria Barrera. Sus compañeros la desaprueban con un "aaaaaaaah".

Josefina sonríe. "Con mucho gusto la respondo", dice.

Explica que la tarea de un coordinador parlamentario es lograr acuerdos y estos se concretan en ocasiones mientras se dan las votaciones en el pleno, pero asistió a más del 90 por ciento de las sesiones.

"El coordinador por ejemplo del PRI (Francisco Rojas), algunos otros coordinadores, tampoco completaron ni el 60 por ciento de las votaciones", señala.


Osvaldo Robles, Reforma, 15 de mayo.