México tiene cuencas con enorme potencial energético en tierra y en aguas someras que pueden incrementar las reservas de crudo y gas en menor tiempo, detalla un estudio que circula entre los legisladores.
El documento elaborado por la firma Ingenieros Petroleros y Geofísicos Asociados (Ipyga), en donde participa como principal asesor el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jorge Díaz Serrano, sostiene que, para la exploración y desarrollo futuro de los campos petroleros que se descubran en aguas profundas, Pemex debe adquirir la tecnología y los equipos requeridos sin necesidad de alianzas estratégicas.
La firma, que encabeza Eduardo Barrueta Zenteno, destaca que existe riqueza petrolera en aguas someras que se extienden desde las playas del golfo de México hasta el fondo del mar en tirantes de agua de más de 3 mil metros.
Añade que para incrementar a corto plazo las reservas petroleras y de gas deberá acelerar el desarrollo de campos descubiertos en la sonda de Campeche, en el litoral marino de Tabasco, así como en los campos marinos de la plataforma continental del estado de Veracruz.
El estudio en manos de legisladores destaca que en las estructuras descubiertas por Pemex a bajas profundidades en el golfo de Campeche muestran que, invirtiendo 2 mil 400 millones de dólares para el desarrollo de 200 pozos y 2 mil millones más para la infraestructura correspondiente, se pueden obtener de esta región un millón de barriles diarios de petróleo (una tercera parte de la producción nacional actual).
Asimismo, la petrolera dispone del yacimiento Sihil, descubierto en 1999 y que a la fecha no ha sido desarrollado.
Se trata de un bloque cercano a Cantarell cuya reserva estimada es de mil 140 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y que registra la presión que originalmente tenía Cantarell (270 kilogramos por centímetro cuadrado) y que permitió extraer grandes volúmenes de hidrocarburo.
En ese activo se pueden perforar y desarrollar 40 pozos, lo que permitiría en un plazo de dos a tres años obtener una producción de 500 mil barriles diarios (una sexta parte de lo que actualmente se produce en el país).
También recomienda el desarrollo de los campos ubicados en Chicontepec, aprovechando el alto precio internacional que registra el petróleo.
El análisis detalla que Pemex cuenta con 20 mil millones de barriles de reservas probables y posibles, y para que éstas se conviertan en probadas “es necesario aplicar sistemas de recuperación secundaria y mejorada, actividades que Pemex puede realiza en el corto plazo”.
Incluso, cita que en la región marina, en la plataforma continental con tirantes de agua menores a 400 metros, sólo se ha explorado 25% del territorio nacional susceptible de almacenar hidrocarburos.
Ahí, “se tienen identificadas más de 350 localizaciones para perforar pozos de exploración y los recursos por descubrir podrían estimarse en 60 mil millones de barriles (12 mil millones menos del nivel máximo de reservas que llego a tener México en 1972).
En este sentido, la empresa consultora asegura que Pemex no requiere asociaciones con compañías petroleras internacionales, que implique compartir las reservas de hidrocarburos que se descubran, y que la tecnología y los equipos especializados para ir a aguas profundas están disponibles en el mercado de proveedores y contratistas.
“Las compañías que la han desarrollado ofrecen todo tipo de equipos, herramientas y servicios necesarios para su implementación en proyectos de exploración y explotación en aguas profundas”, detalla.
Y agrega que “la paraestatal los puede adquirir con sus propios recursos”.
Lo verídico de la riqueza petrolera, argumenta, se encuentra en la plataforma continental y en aguas someras.
El documento elaborado por la firma Ingenieros Petroleros y Geofísicos Asociados (Ipyga), en donde participa como principal asesor el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jorge Díaz Serrano, sostiene que, para la exploración y desarrollo futuro de los campos petroleros que se descubran en aguas profundas, Pemex debe adquirir la tecnología y los equipos requeridos sin necesidad de alianzas estratégicas.
La firma, que encabeza Eduardo Barrueta Zenteno, destaca que existe riqueza petrolera en aguas someras que se extienden desde las playas del golfo de México hasta el fondo del mar en tirantes de agua de más de 3 mil metros.
Añade que para incrementar a corto plazo las reservas petroleras y de gas deberá acelerar el desarrollo de campos descubiertos en la sonda de Campeche, en el litoral marino de Tabasco, así como en los campos marinos de la plataforma continental del estado de Veracruz.
El estudio en manos de legisladores destaca que en las estructuras descubiertas por Pemex a bajas profundidades en el golfo de Campeche muestran que, invirtiendo 2 mil 400 millones de dólares para el desarrollo de 200 pozos y 2 mil millones más para la infraestructura correspondiente, se pueden obtener de esta región un millón de barriles diarios de petróleo (una tercera parte de la producción nacional actual).
Asimismo, la petrolera dispone del yacimiento Sihil, descubierto en 1999 y que a la fecha no ha sido desarrollado.
Se trata de un bloque cercano a Cantarell cuya reserva estimada es de mil 140 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y que registra la presión que originalmente tenía Cantarell (270 kilogramos por centímetro cuadrado) y que permitió extraer grandes volúmenes de hidrocarburo.
En ese activo se pueden perforar y desarrollar 40 pozos, lo que permitiría en un plazo de dos a tres años obtener una producción de 500 mil barriles diarios (una sexta parte de lo que actualmente se produce en el país).
También recomienda el desarrollo de los campos ubicados en Chicontepec, aprovechando el alto precio internacional que registra el petróleo.
El análisis detalla que Pemex cuenta con 20 mil millones de barriles de reservas probables y posibles, y para que éstas se conviertan en probadas “es necesario aplicar sistemas de recuperación secundaria y mejorada, actividades que Pemex puede realiza en el corto plazo”.
Incluso, cita que en la región marina, en la plataforma continental con tirantes de agua menores a 400 metros, sólo se ha explorado 25% del territorio nacional susceptible de almacenar hidrocarburos.
Ahí, “se tienen identificadas más de 350 localizaciones para perforar pozos de exploración y los recursos por descubrir podrían estimarse en 60 mil millones de barriles (12 mil millones menos del nivel máximo de reservas que llego a tener México en 1972).
En este sentido, la empresa consultora asegura que Pemex no requiere asociaciones con compañías petroleras internacionales, que implique compartir las reservas de hidrocarburos que se descubran, y que la tecnología y los equipos especializados para ir a aguas profundas están disponibles en el mercado de proveedores y contratistas.
“Las compañías que la han desarrollado ofrecen todo tipo de equipos, herramientas y servicios necesarios para su implementación en proyectos de exploración y explotación en aguas profundas”, detalla.
Y agrega que “la paraestatal los puede adquirir con sus propios recursos”.
Lo verídico de la riqueza petrolera, argumenta, se encuentra en la plataforma continental y en aguas someras.
Nota de Noé Cruz Serrano, El Universal, 2 de abril.
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