Durante una hora y media, en una habitación del Hotel Meliá de Cancún, Quintana Roo, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se entrevistó con José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública, y Guillermo Velasco Arzac, representante de Mejor Sociedad Mejor Gobierno.
La institución presidida por Ortega confirmó este encuentro, en el cual felicitaron al mandatario colombiano “a nombre de todas las organizaciones que representamos, por su combate al narcotráfico, al secuestro y terrorismo, lo cual ha contribuido cada vez más a la confianza, libertad y paz de Colombia”.
El pasado 25 de marzo, tanto la organización de Ortega como la que preside Velasco Arzac presentaron una denuncia por terrorismo internacional ante la PGR contra la delegación de estudiantes mexicanos y activistas bolivarianos que acudió a Quito, Ecuador, para participar en diversas reuniones, incluidas algunas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Durante su encuentro con el mandatario colombiano, Ortega leyó a Uribe la carta en la cual le dicen: “Nos preocupa que la narcopolítica y la liga entre la droga y el terrorismo que ha sucedido en Colombia pueda contaminar a México. Por ello es motivo de preocupación la presencia de mexicanos en el campamento guerrillero del segundo de las FARC, Raúl Reyes, y por ello hemos denunciado penalmente a esos mexicanos por posibles delitos para que sean investigados. Podrían ser el enlace de las FARC y grupos violentos en México”.
La misiva de las organizaciones civiles a Uribe concluye: “Agradecemos cumplidamente su atención y esperamos que esta ocasión sea propicia para la causa de la libertad y la paz de nuestras naciones”.
En el comunicado, las instituciones civiles, que han sido señaladas públicamente por sectores del PRD como representantes de la ultraderecha, exponen que durante el encuentro con Uribe vieron los siguientes asuntos: “FARC una fuerza enemiga de la libertad, los derechos humanos y la democracia”, “Versión del presidente de Colombia sobre los hechos del 1 de marzo”, “Hermandad entre el pueblo mexicano y el colombiano”, “Seguridad para la estrategia continental definir las instituciones, la libertad y la paz de las naciones latinoamericanas, que implica rechazo internacional a las FARC y a su relación con grupos violentos en México y en cualquier país” y “Difusión de la denuncia penal contra los mexicanos que participaron en el campamento guerrillero de Raúl Reyes, segundo de las FARC y que opera arbitrariamente desde Ecuador”.
“El presidente Calderón debe pronunciarse, no mediar”, se titula un escrito elaborado hace unas semanas por el presidente del Consejo Ciudadano para la seguridad Pública, en el cual, hace una analogía sobre el bombardeo contra las FARC en Ecuador, y el EPR.
“Imaginemos que los terroristas del Ejército Popular Revolucionario (ERP), tras cometer sus atentados contra Pemex, se fueran a Estados Unidos y el gobierno estadunidense les diera refugio y militarizara la frontera para protegerlos ¿No sería esto el mayor escándalo?, ¿no estaría ya México pidiendo una sanción del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el agresor?, ¿no tendríamos derecho a defendernos por todos los medios, incluyendo incursiones militares adonde quiera que los terroristas se escondieran? Ante la inminencia de la guerra en Sudamérica y los efectos que tendrá para México, el gobierno del presidente Felipe Calderón no puede seguir guardando silencio, ni querer jugar como mediador entre agresor y agredido, tratando de igualarlos moralmente, que es exactamente lo que Hugo Chávez quiere. No se puede ser neutral ante el bien y el mal”.
Soberanes exige pruebas
El ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández, calificó de poco serio al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, por haber acusado de terroristas y guerrilleros a los jóvenes asesinados en Ecuador.
El titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dijo que nadie puede señalar a los estudiantes como guerrilleros sin tener las pruebas suficientes porque, en todo caso, se puede considerar difamación.
“No se pueden hacer declaraciones gratuitas, sólo se hacen acusaciones de esta naturaleza cuando existen pruebas sólidas, porque si no, estamos degradando la función pública de modo infamante”.
Dijo que hasta el momento el gobierno de Colombia no ha aportado pruebas fehacientes de sus dichos y por tanto no se pueden tomar en serio esas declaraciones. Fernando Franco, Juan González, Verónica Velásquez, Soren Avilés y Lucía Morett no merecen ser tratados como narcotraficantes sin sustento.
Durante una entrevista con Carlos Loret de Mola, Uribe calificó a los mexicanos de “guerrilleros, delincuentes, terroristas y narcotraficantes”, al señalar que ninguno de ellos estaba en el lugar por acciones humanitarias.
Algunos hechos
• El 1 de marzo el ejército colombiano lanza una ofensiva contra un campamento de las FARC en la selva de Ecuador.
• En el ataque murió el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, además de cuatro mexicanos.
• Lucía Morett, la única sobreviviente mexicana al ataque, acusó al presidente de Colombia de ser terrorista y narcotraficante.
La institución presidida por Ortega confirmó este encuentro, en el cual felicitaron al mandatario colombiano “a nombre de todas las organizaciones que representamos, por su combate al narcotráfico, al secuestro y terrorismo, lo cual ha contribuido cada vez más a la confianza, libertad y paz de Colombia”.
El pasado 25 de marzo, tanto la organización de Ortega como la que preside Velasco Arzac presentaron una denuncia por terrorismo internacional ante la PGR contra la delegación de estudiantes mexicanos y activistas bolivarianos que acudió a Quito, Ecuador, para participar en diversas reuniones, incluidas algunas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Durante su encuentro con el mandatario colombiano, Ortega leyó a Uribe la carta en la cual le dicen: “Nos preocupa que la narcopolítica y la liga entre la droga y el terrorismo que ha sucedido en Colombia pueda contaminar a México. Por ello es motivo de preocupación la presencia de mexicanos en el campamento guerrillero del segundo de las FARC, Raúl Reyes, y por ello hemos denunciado penalmente a esos mexicanos por posibles delitos para que sean investigados. Podrían ser el enlace de las FARC y grupos violentos en México”.
La misiva de las organizaciones civiles a Uribe concluye: “Agradecemos cumplidamente su atención y esperamos que esta ocasión sea propicia para la causa de la libertad y la paz de nuestras naciones”.
En el comunicado, las instituciones civiles, que han sido señaladas públicamente por sectores del PRD como representantes de la ultraderecha, exponen que durante el encuentro con Uribe vieron los siguientes asuntos: “FARC una fuerza enemiga de la libertad, los derechos humanos y la democracia”, “Versión del presidente de Colombia sobre los hechos del 1 de marzo”, “Hermandad entre el pueblo mexicano y el colombiano”, “Seguridad para la estrategia continental definir las instituciones, la libertad y la paz de las naciones latinoamericanas, que implica rechazo internacional a las FARC y a su relación con grupos violentos en México y en cualquier país” y “Difusión de la denuncia penal contra los mexicanos que participaron en el campamento guerrillero de Raúl Reyes, segundo de las FARC y que opera arbitrariamente desde Ecuador”.
“El presidente Calderón debe pronunciarse, no mediar”, se titula un escrito elaborado hace unas semanas por el presidente del Consejo Ciudadano para la seguridad Pública, en el cual, hace una analogía sobre el bombardeo contra las FARC en Ecuador, y el EPR.
“Imaginemos que los terroristas del Ejército Popular Revolucionario (ERP), tras cometer sus atentados contra Pemex, se fueran a Estados Unidos y el gobierno estadunidense les diera refugio y militarizara la frontera para protegerlos ¿No sería esto el mayor escándalo?, ¿no estaría ya México pidiendo una sanción del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el agresor?, ¿no tendríamos derecho a defendernos por todos los medios, incluyendo incursiones militares adonde quiera que los terroristas se escondieran? Ante la inminencia de la guerra en Sudamérica y los efectos que tendrá para México, el gobierno del presidente Felipe Calderón no puede seguir guardando silencio, ni querer jugar como mediador entre agresor y agredido, tratando de igualarlos moralmente, que es exactamente lo que Hugo Chávez quiere. No se puede ser neutral ante el bien y el mal”.
Soberanes exige pruebas
El ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández, calificó de poco serio al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, por haber acusado de terroristas y guerrilleros a los jóvenes asesinados en Ecuador.
El titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dijo que nadie puede señalar a los estudiantes como guerrilleros sin tener las pruebas suficientes porque, en todo caso, se puede considerar difamación.
“No se pueden hacer declaraciones gratuitas, sólo se hacen acusaciones de esta naturaleza cuando existen pruebas sólidas, porque si no, estamos degradando la función pública de modo infamante”.
Dijo que hasta el momento el gobierno de Colombia no ha aportado pruebas fehacientes de sus dichos y por tanto no se pueden tomar en serio esas declaraciones. Fernando Franco, Juan González, Verónica Velásquez, Soren Avilés y Lucía Morett no merecen ser tratados como narcotraficantes sin sustento.
Durante una entrevista con Carlos Loret de Mola, Uribe calificó a los mexicanos de “guerrilleros, delincuentes, terroristas y narcotraficantes”, al señalar que ninguno de ellos estaba en el lugar por acciones humanitarias.
Algunos hechos
• El 1 de marzo el ejército colombiano lanza una ofensiva contra un campamento de las FARC en la selva de Ecuador.
• En el ataque murió el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, además de cuatro mexicanos.
• Lucía Morett, la única sobreviviente mexicana al ataque, acusó al presidente de Colombia de ser terrorista y narcotraficante.
Nota de Diego Osorno y Nayeli Roldán, Milenio, 19 de abril.
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