Crea Chávez comando general de reservistas

CARACAS.— El nudo “ejército-partido-Estado” de la revolución bolivariana socialista de Venezuela fue afianzado ayer por el presidente Hugo Chávez, al fortalecer su poder militar y político en una desafiante demostración de la capacidad bélica de las Fuerzas Armadas venezolanas y advertir que aunque la voluntad castrense es defensiva, “nadie” debe atreverse a agredir a este país.

En una fiesta de rojo y verde olivo durante un impresionante desfile cívico-militar, Chávez aseguró que “la revolución está más fortalecida, ha crecido”, a seis años del fallido golpe de Estado que lo depuso durante unas 48 horas en abril de 2002, alertó que el ejército bolivariano jamás permitirá otra asonada.

Vestido con su traje verde de comandante en jefe del Ejército, con boina y camiseta rojas, y con la banda presidencial venezolana sobre su pecho, Chávez instaló ayer en el desfile un comando general de reserva nacional, que dependerá del gobierno y tendrá autonomía presupuestaria. El presidente entregó el comando de siete batallones de reservistas de “cuerpos de combate” o “resistencia popular”, porque la revolución, adujo, es “amenazada permanentemente por los planes del imperio”.

“No vamos a agredir a nadie, pero que nadie se equivoque con nosotros y venga” a agredir o violar la soberanía nacional, porque hay un “pueblo organizado en armas”, puntualizó en un acto en el que el rojo revolucionario del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se mezcló con el verde olivo de los militares.

Chávez, que controla los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, los hilos del aparato electoral, manda sobre el Ejército y PSUV, y domina medios estatales de comunicación y factores económicos como telecomunicaciones y electricidad y las industrias de petróleo, cemento y siderurgia, lucía ayer exultante, rodeado por un incondicional séquito de hombres y mujeres de rojo y verde olivo.

Entre el 11 y el 13 de abril, dijo, un grupo de “vende-patrias arremetió con furia salvaje” con apoyo “del imperio” en contra del pueblo venezolano.

Hace seis años, Chávez fue derrocado en una conjura de sectores empresariales, militares, eclesiásticos y políticos venezolanos apoyados, según Venezuela, por los gobiernos de Estados Unidos y España, entre otros.

El golpe fracasó cuando cientos de miles de venezolanos se lanzaron a las calles a rechazar la versión de que Chávez había renunciado y denunciar que estaba secuestrado en una base militar, desde donde retornó triunfante, mientras el plan golpista era desmantelado.

Como reservistas o efectivos, 6 mil 500 hombres y mujeres desfilaron ayer en la tarde, unos como cadetes, otros con sus rostros embadurnados, con trajes de guerra, o como tropas especiales, junto a tanques hechos en Brasil y demás vehículos de guerra.

Helicópteros o aviones de guerra Suckoi 30, de fabricación rusa, sobrevolaron la zona en un impresionante despliegue de poder, en el desenlace de la parada militar.

Nota de José Meléndez, El Universal, 13 de abril.