Tranquilizan a empleados de Cemex

CARACAS.— El gobierno de Venezuela se comprometió ayer a garantizar la estabilidad laboral de los 4 mil 600 trabajadores de Cementos Mexicanos (Cemex) y de las otras dos cementeras extranjeras —Holcim, de Suiza, y Lafarge, de Francia— que fueron nacionalizadas por el presidente Hugo Chávez el pasado 3 de abril.

El ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, anunció ayer en su calidad de jefe de una comisión gubernamental designada por Chávez para que conduzca las negociaciones con las tres cementeras transnacionales, dijo que los trabajadores “deben sentirse de júbilo”.

“A partir de la puesta en marcha de esta nacionalización, se van a restablecer relaciones justas para todos”, precisó el ministro, en un comunicado difundido ayer en esta capital. Ningún ejecutivo de Cemex o de las otras dos cementeras estuvo disponible para comentar las alegaciones de Ramírez.

El gobierno socialista venezolano, que el miércoles anterior nacionalizó una empresa siderúrgica en la que hay presencia de capital mexicano y en 2007 estatizó la industria petrolera, la electricidad y las telecomunicaciones, se ha quejado del trato ilegal que algunas empresas extranjeras ofrecen a los trabajadores venezolanos.

Al anunciar la estatización de las tres compañías, Chávez argumentó que las firmas dan prioridad al mercado foráneo y exportan la mayor parte de su producción, con lo que desatienden el mercado interno. Además, las firmas presuntamente tienen prácticas de intercoordinación para manipular los precios locales del cemento, ha dicho Ramírez.

“Necesitamos cemento abundante y económico para construir casas, aceras, puentes, edificios, escuelas, y esas metas no pueden atender a la estrategia trasnacional de ninguna empresa”, aseguró ayer el ministro.

A principios de esta semana, Ramírez se reunió con ejecutivos y representantes de las tres sociedades, para coordinar todo el proceso de nacionalización e informarles que el gobierno de Chávez pretende asumir al menos el control de 60% de cada una de esas sociedades, por lo que les ofreció mantenerse como socios minoritarios del Estado. Las reuniones han sido cordiales, según el ministro.

En el boletín difundido ayer, Ramírez precisó que “se ha abierto un proceso de conversaciones y negociación directa” con las trasnacionales cementeras. Cemex tiene el control de al menos 50% del mercado, mientras que Lafarge y Holcim se reparten cerca de 40% y el resto es controlado por pequeñas cementeras venezolanas.

El proceso para asumir las tres firmas, prosiguió, “ya cuenta con un cronograma estructurado para llegar a la nacionalización por la vía del acuerdo”.

Nota de José Meléndez, El Universal, 13 de abril.



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