Los partidos del Frente Amplio Progresista presentaron ayer en el Senado y la Cámara de Diputados su propuesta para organizar el debate sobre la reforma energética.
Pidieron que el Congreso convoque a especialistas y sectores interesados, y que se utilicen los tiempos del Estado para difundir las propuestas.
En su propuesta, el FAP (integrado por PRD, Convergencia y PT) plantea que el Congreso de la Unión convoque a un amplio debate nacional sobre el futuro de la industria petrolera estatal, para servir al desarrollo nacional.
“Ese debate deberá convocar, entre otros actores, a los especialistas y sectores interesados para que se escuchen todas la voces”, como la opinión de la UNAM, del IPN, el Instituto Mexicano del Petróleo, las universidades públicas e intelectuales.
Se pidió incluir entre los ponentes a técnicos conocedores del tema, jubilados o en activo, investigadores independientes y organizaciones sociales.
Para que “se puedan expresar ente toda la nación”, el FAP propone utilizar los tiempos oficiales del Estado en los medios de comunicación electrónicos, con el fin de atender las posiciones a favor y en contra, “como ocurre en todas las democracias consolidadas”.
Según los proponentes, este debate contribuirá de manera definitiva a dar claridad a la visión de lo que para México representa la industria petrolera y qué tipo de transformación requiere para ponerla al servicio de México.
El punto de acuerdo en el Senado fue presentado por el coordinador perredista, Carlos Navarrete, sin que Acción Nacional u otro partido pidieran la palabra para discutir el tema.
En vez de pedir la urgente y obvia resolución, o que se remitiera a las comisiones de trabajo —como la de Energía— Navarrete pidió que se turnara a la Junta de Coordinación Política para su discusión, con el fin de elaborar la propuesta de convocatoria respectiva.
Al argumentar el punto de acuerdo, subrayó que Pemex es la última posibilidad de detonar el desarrollo nacional.
Advirtió que sin el rescate de esa empresa, propiedad de la nación, se habrá perdido la oportunidad de encontrar los recursos necesarios para transformar al país, pues no sólo administra los hidrocarburos. “Significa el instrumento de mayor importancia para financiar políticas públicas que alienten su desarrollo económico y social, a pesar de los abusos sexenio tras sexenio y la corrupción.
“Lo que está en juego es un modelo de empresa pública que preserve lo que es de los mexicanos o un modelo privatizador que sólo llevará a socavar el patrimonio que le queda al pueblo.”
Por separado, la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, y las fracciones del FAP en San Lázaro, convocaron a un debate nacional sobre el futuro de la industria petrolera, como una condición previa a la presentación de una iniciativa al respecto.
El coordinador perredista, Javier González Garza, insistió: “Exigimos que todas las posiciones tengan abiertos los medios en igual proporción, para que ya no sigamos con esos spots mentirosos y nos den oportunidad de decir cuál es nuestro punto de vista”.
Pidieron que el Congreso convoque a especialistas y sectores interesados, y que se utilicen los tiempos del Estado para difundir las propuestas.
En su propuesta, el FAP (integrado por PRD, Convergencia y PT) plantea que el Congreso de la Unión convoque a un amplio debate nacional sobre el futuro de la industria petrolera estatal, para servir al desarrollo nacional.
“Ese debate deberá convocar, entre otros actores, a los especialistas y sectores interesados para que se escuchen todas la voces”, como la opinión de la UNAM, del IPN, el Instituto Mexicano del Petróleo, las universidades públicas e intelectuales.
Se pidió incluir entre los ponentes a técnicos conocedores del tema, jubilados o en activo, investigadores independientes y organizaciones sociales.
Para que “se puedan expresar ente toda la nación”, el FAP propone utilizar los tiempos oficiales del Estado en los medios de comunicación electrónicos, con el fin de atender las posiciones a favor y en contra, “como ocurre en todas las democracias consolidadas”.
Según los proponentes, este debate contribuirá de manera definitiva a dar claridad a la visión de lo que para México representa la industria petrolera y qué tipo de transformación requiere para ponerla al servicio de México.
El punto de acuerdo en el Senado fue presentado por el coordinador perredista, Carlos Navarrete, sin que Acción Nacional u otro partido pidieran la palabra para discutir el tema.
En vez de pedir la urgente y obvia resolución, o que se remitiera a las comisiones de trabajo —como la de Energía— Navarrete pidió que se turnara a la Junta de Coordinación Política para su discusión, con el fin de elaborar la propuesta de convocatoria respectiva.
Al argumentar el punto de acuerdo, subrayó que Pemex es la última posibilidad de detonar el desarrollo nacional.
Advirtió que sin el rescate de esa empresa, propiedad de la nación, se habrá perdido la oportunidad de encontrar los recursos necesarios para transformar al país, pues no sólo administra los hidrocarburos. “Significa el instrumento de mayor importancia para financiar políticas públicas que alienten su desarrollo económico y social, a pesar de los abusos sexenio tras sexenio y la corrupción.
“Lo que está en juego es un modelo de empresa pública que preserve lo que es de los mexicanos o un modelo privatizador que sólo llevará a socavar el patrimonio que le queda al pueblo.”
Por separado, la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, y las fracciones del FAP en San Lázaro, convocaron a un debate nacional sobre el futuro de la industria petrolera, como una condición previa a la presentación de una iniciativa al respecto.
El coordinador perredista, Javier González Garza, insistió: “Exigimos que todas las posiciones tengan abiertos los medios en igual proporción, para que ya no sigamos con esos spots mentirosos y nos den oportunidad de decir cuál es nuestro punto de vista”.
Nota de Angélica Mercado, Milenio, 2 de abril.
0 Responses to "FAP propone debate nacional"
Publicar un comentario