La iniciativa energética propuesta por el gobierno federal promoverá un mayor uso de contratos de parte de las empresas privadas con Pemex, aceptó su director, Jesús Reyes Heroles.
Sin un cambio en el esquema actual se corre el riesgo de que la producción de hidrocarburos caiga, frente a los niveles actuales, generando una pérdida importante en la renta petrolera y en la seguridad energética del país, ya que el problema de Pemex es operativo, no tanto financiero, reconoció.
“Se trata de una propuesta de reformas para fortalecer a Pemex, un Pemex más flexible, con mayor capacidad para responder a los retos que tiene por delante, es un Pemex que le conviene al país, a la empresa y a los trabajadores”.
Dijo que los objetivos de la paraestatal son los de construir por lo menos dos nuevas refinerías que maquilarán combustibles antes del 2015, con una inversión de hasta 7 mil millones de dólares cada una, con contratos a 15 años.
“En refinación tenemos instrucciones del Presidente para acelerar los trabajos para poder cumplir la conclusión de una refinería por 300 mil barriles, con dos trenes de refinación de 150 mil cada uno”, así como reducir las compras al extranjero en 20%.
Aseguró que los costos de construcción para una refinería son prácticamente los mismos si la hace Pemex o empresas privadas; sin embargo, éstas pudieran construirla en un menor tiempo.
Una compañía “puede hacer el contrato más rápido, tiene mayor flexibilidad para comprar equipo antes de que sea necesario, cosa que Pemex no puede y en otras empresas petroleras así se acostumbra: se separa cada proceso de la refinería y eso ahorra mucho tiempo.
“El planteamiento de reforma es, sobre todo, para proyectos complejos donde hay mucha incertidumbre, ya que los formatos actuales no dan flexibilidad (…) tanto las prestaciones como los alcances podrían definirse desde el principio o durante el desarrollo del proyecto”, afirmó.
Sin un cambio en el esquema actual se corre el riesgo de que la producción de hidrocarburos caiga, frente a los niveles actuales, generando una pérdida importante en la renta petrolera y en la seguridad energética del país, ya que el problema de Pemex es operativo, no tanto financiero, reconoció.
“Se trata de una propuesta de reformas para fortalecer a Pemex, un Pemex más flexible, con mayor capacidad para responder a los retos que tiene por delante, es un Pemex que le conviene al país, a la empresa y a los trabajadores”.
Dijo que los objetivos de la paraestatal son los de construir por lo menos dos nuevas refinerías que maquilarán combustibles antes del 2015, con una inversión de hasta 7 mil millones de dólares cada una, con contratos a 15 años.
“En refinación tenemos instrucciones del Presidente para acelerar los trabajos para poder cumplir la conclusión de una refinería por 300 mil barriles, con dos trenes de refinación de 150 mil cada uno”, así como reducir las compras al extranjero en 20%.
Aseguró que los costos de construcción para una refinería son prácticamente los mismos si la hace Pemex o empresas privadas; sin embargo, éstas pudieran construirla en un menor tiempo.
Una compañía “puede hacer el contrato más rápido, tiene mayor flexibilidad para comprar equipo antes de que sea necesario, cosa que Pemex no puede y en otras empresas petroleras así se acostumbra: se separa cada proceso de la refinería y eso ahorra mucho tiempo.
“El planteamiento de reforma es, sobre todo, para proyectos complejos donde hay mucha incertidumbre, ya que los formatos actuales no dan flexibilidad (…) tanto las prestaciones como los alcances podrían definirse desde el principio o durante el desarrollo del proyecto”, afirmó.
Nota de Luis Carriles y Nayeli González, Milenio, 10 de abril.
0 Responses to "La propuesta fomenta contratos Pemex-IP"
Publicar un comentario