A ojos del ciudadano la justicia no es pronta ni expedita, reconoció ayer el Presidente Felipe Calderón.
Durante su participación en el Congreso El Sistema de Justicia Penal en México: Retos y Perspectivas, Calderón consideró además que, para combatir eficazmente al crimen organizado, los poderes públicos tienen la responsabilidad de garantizar que ministerios públicos, policías y jueces procuren e impartan justicia con plena legalidad y objetividad.
En su abono, dijo que deben estar "a salvo de la amenaza de la extorsión y de la amenaza misma de su vida, por lo cual se requerirá que estén mejor pagados, muy bien protegidos y que su ejercicio sea plenamente transparente".
El Mandatario había elogiado la reforma que en la materia aprobó recientemente el Congreso de la Unión y que, para su debida instrumentación, deberá ser ratificada por al menos 17 estados.
En esa ruta, 12 Congresos locales ya ratificaron la reforma. Si finalmente se concreta, la reforma será, enfatizó el Presidente, una de "las más relevantes en el sistema de enjuiciamiento penal".
"Esta reforma (...) responde a una realidad irrefutable. Actualmente el fenómeno delictivo es mucho más complejo y, por ello, nuestras instituciones encargadas de procurar e impartir justicia deben modernizarse y fortalecerse: en la percepción del ciudadano, en México no hay justicia ni pronta ni expedita. Esa es la verdad", sostuvo Calderón.
En su abono, Calderón dijo que la reforma penal debe "reducir espacios para la corrupción" e "impedir que la impunidad sea aliada de quienes quebrantan la ley".
La sede del Congreso, el antiguo Colegio de San Ildefonso, fue férreamente custodiada por el Estado Mayor Presidencial (EMP), que cerró al tránsito vehicular la calle Justo Sierra, en el Centro Histórico.
Aunque el primer programa distribuido a reporteros señalaba la participación del presidente del Senado de la República, Santiago Creel, de último momento se distribuyó uno más que excluía al panista. Sin embargo, el segundo programa no tenía la participación del vicepresidente, José González Morfín, y éste sí pronunció un discurso, junto con el titular de la Suprema Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia.
A tono con el discurso presidencial, Ortiz Mayagoitia consideró que la percepción social de la justicia se desprende de la capacidad de perseguir y sancionar a quienes cometen conductas ilícitas.
El senador José González Morfín apremiaría a los Congresos que aún no han ratificado la reforma "a favorecer con su voto aprobatorio los cambios hacia un sistema penal imparcial, profesional, garantista, equilibrado y adversariado".
Durante su participación en el Congreso El Sistema de Justicia Penal en México: Retos y Perspectivas, Calderón consideró además que, para combatir eficazmente al crimen organizado, los poderes públicos tienen la responsabilidad de garantizar que ministerios públicos, policías y jueces procuren e impartan justicia con plena legalidad y objetividad.
En su abono, dijo que deben estar "a salvo de la amenaza de la extorsión y de la amenaza misma de su vida, por lo cual se requerirá que estén mejor pagados, muy bien protegidos y que su ejercicio sea plenamente transparente".
El Mandatario había elogiado la reforma que en la materia aprobó recientemente el Congreso de la Unión y que, para su debida instrumentación, deberá ser ratificada por al menos 17 estados.
En esa ruta, 12 Congresos locales ya ratificaron la reforma. Si finalmente se concreta, la reforma será, enfatizó el Presidente, una de "las más relevantes en el sistema de enjuiciamiento penal".
"Esta reforma (...) responde a una realidad irrefutable. Actualmente el fenómeno delictivo es mucho más complejo y, por ello, nuestras instituciones encargadas de procurar e impartir justicia deben modernizarse y fortalecerse: en la percepción del ciudadano, en México no hay justicia ni pronta ni expedita. Esa es la verdad", sostuvo Calderón.
En su abono, Calderón dijo que la reforma penal debe "reducir espacios para la corrupción" e "impedir que la impunidad sea aliada de quienes quebrantan la ley".
La sede del Congreso, el antiguo Colegio de San Ildefonso, fue férreamente custodiada por el Estado Mayor Presidencial (EMP), que cerró al tránsito vehicular la calle Justo Sierra, en el Centro Histórico.
Aunque el primer programa distribuido a reporteros señalaba la participación del presidente del Senado de la República, Santiago Creel, de último momento se distribuyó uno más que excluía al panista. Sin embargo, el segundo programa no tenía la participación del vicepresidente, José González Morfín, y éste sí pronunció un discurso, junto con el titular de la Suprema Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia.
A tono con el discurso presidencial, Ortiz Mayagoitia consideró que la percepción social de la justicia se desprende de la capacidad de perseguir y sancionar a quienes cometen conductas ilícitas.
El senador José González Morfín apremiaría a los Congresos que aún no han ratificado la reforma "a favorecer con su voto aprobatorio los cambios hacia un sistema penal imparcial, profesional, garantista, equilibrado y adversariado".
Nota de Mayolo López, Reforma, 25 de abril.
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