SAN JOSÉ.— Los ejércitos de México y Guatemala adoptaron ayer una serie de acuerdos secretos para ejecutar acciones militares de combate al crimen organizado a lo largo de 970 kilómetros de frontera común entre ambos países, con “énfasis principal” sobre el narcotráfico, anunciaron fuentes guatemaltecas.
El general de brigada Julio Villagrán de León, inspector general del Ejército de Guatemala, negó que el objetivo sea militarizar la lucha contra el narcotráfico y otras mafias a lo largo del límite de ambas naciones, pero confirmó que “la idea es tener un mayor control con operaciones militares en áreas fronterizas en cada sector de responsabilidad”.
“No es que se vaya a militarizar, sino que en el caso de Guatemala, el Ejército apoya las acciones de la Policía Nacional, pero manteniendo un mejor intercambio entre las unidades militares. El narcotráfico nos afecta a los dos lados”, declaró Villagrán en entrevista con EL UNIVERSAL.
Los acuerdos fueron adoptados, en la capital guatemalteca, por la Octava Junta de Comandantes Militares del área fronteriza México-Guatemala, que empezó el martes y concluyó ayer. Las citas se realizan cada seis meses.
La delegación mexicana—a la que no se le autorizó a dialogar con la prensa—fue encabezada por el general de división César Jiménez López, comandante de la Séptima Región Militar, estacionada en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
El coronel Daniel Domínguez, vocero del Ministerio de Defensa de Guatemala, explicó a este diario que el documento “es secreto, porque se relaciona con la seguridad nacional y la inteligencia militar”.
Villagrán admitió que “no podemos ocultar que hay trasiego fronterizo de drogas”. Un “paso concreto será dar mayor apoyo a fuerzas civiles de seguridad y mantener control sobre pasos ilícitos” en la frontera, subrayó.
El general de brigada Julio Villagrán de León, inspector general del Ejército de Guatemala, negó que el objetivo sea militarizar la lucha contra el narcotráfico y otras mafias a lo largo del límite de ambas naciones, pero confirmó que “la idea es tener un mayor control con operaciones militares en áreas fronterizas en cada sector de responsabilidad”.
“No es que se vaya a militarizar, sino que en el caso de Guatemala, el Ejército apoya las acciones de la Policía Nacional, pero manteniendo un mejor intercambio entre las unidades militares. El narcotráfico nos afecta a los dos lados”, declaró Villagrán en entrevista con EL UNIVERSAL.
Los acuerdos fueron adoptados, en la capital guatemalteca, por la Octava Junta de Comandantes Militares del área fronteriza México-Guatemala, que empezó el martes y concluyó ayer. Las citas se realizan cada seis meses.
La delegación mexicana—a la que no se le autorizó a dialogar con la prensa—fue encabezada por el general de división César Jiménez López, comandante de la Séptima Región Militar, estacionada en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
El coronel Daniel Domínguez, vocero del Ministerio de Defensa de Guatemala, explicó a este diario que el documento “es secreto, porque se relaciona con la seguridad nacional y la inteligencia militar”.
Villagrán admitió que “no podemos ocultar que hay trasiego fronterizo de drogas”. Un “paso concreto será dar mayor apoyo a fuerzas civiles de seguridad y mantener control sobre pasos ilícitos” en la frontera, subrayó.
Nota de José Meléndez, El Universal, 3 de abril.
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