BUENOS AIRES.— El presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez aceptó ayer la suspensión de las operaciones militares para permitir la misión humanitaria francesa que busca asistir y obtener la liberación de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, propuesta por el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, quien ahora espera la respuesta de las FARC.
La decisión de Uribe tuvo lugar luego de una extensa comunicación telefónica entre ambos mandatarios en la que el francés le pidió la autorización para llevar adelante la misión. Ese operativo se viene gestando desde hace varios días, mediante contactos diplomáticos y por el envío de un avión francés estacionado en la Guayana francesa a la espera de los contactos con la guerrilla y el “ok” para liberar a Betancourt, cuya salud es cada vez más endeble, según la evaluación de las distintas versiones de los últimos días.
“El presidente Sarkozy me ha expresado que está en movimiento una misión humanitaria para atender la salud de los secuestrados, empezando por la salud de la doctora Ingrid Betancourt. Esa misión humanitaria además sería acompañada por la Cruz Roja internacional”, explicó Uribe.
El mandatario colombiano aclaró que esa misión reportará a las autoridades colombianas, como había ocurrido en las que el gobierno de Venezuela participó para rescatar a Clara Rojas, Consuelo González y los cuatro congresistas en poder de las FARC. “Una vez nuestras autoridades competentes sean informadas por la misión humanitaria sobre las coordenadas del sitio a donde deben ingresar para proteger la salud de la doctora Ingrid Betancourt y de los otros secuestrados, nosotros, para facilitar el trabajo de la misión humanitaria, suspenderemos allí las acciones militares”, acotó Uribe.
“Ingrid está en peligro inminente de muerte. Ya no tiene fuerza para resistir un cautiverio interminable que está convirtiéndose en tragedia”, fueron las palabras de Sarkozy en un mensaje televisivo en el que se dirigió directamente a Manuel Marulanda, o Tirofijo, el líder de las FARC a quien le dijo “usted tiene un encuentro con la historia. No lo pierda. Libere a Ingrid Betancourt y a los rehenes más débiles” y posteriormente le pidió apoyo en sendas comunicaciones a varios presidentes de la región, como al brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y a la argentina, Cristina Kirchner, según trascendió oficialmente en esos países. En ambos casos el jefe de Estado galo recibió “todo el apoyo”.
En el último mes las versiones sobre la situación de cautiverio de la ex candidata del partido Verde Oxígeno fueron múltiples.
Las últimas, daban cuenta de que su estado de salud era grave (que padece hepatitis B, malaria y leishmaniasis) e incluso que “podía estar muerta”, según especulaba su ex esposo, Francois Delloye. Pero habitantes de las diminutas poblaciones de San José del Guaviare, territorio de influencia guerrillera, daban cuenta de haberla visto con vida y que recibió atención médica en algún centro de la zona. El propio Sarkozy sostuvo que si Betancourt muere “la culpa será de las FARC” como una forma más de presionar para su liberación.
Uribe no sólo salió a abrir las puertas para acelerar la liberación de Betancourt, sino también a responder la demanda que el gobierno de Ecuador interpuso en la Corte Internacional de La Haya, para denunciar las presuntas fumigaciones en territorio colombiano. “Me sorprende que haya tanta beligerancia contra el Estado colombiano y tanto silencio ante el terrorismo”, disparó el colombiano en un momento en que las relaciones entre ambos países permanecen estancadas en diferendos de diversa índole.
En otro orden, Venezuela no reconoce los documentos que fueron extraídos de la computadora portátil del fallecido jefe de las FARC y que Colombia envió al gobierno venezolano, declaró el martes el canciller Nicolás Maduro.
La decisión de Uribe tuvo lugar luego de una extensa comunicación telefónica entre ambos mandatarios en la que el francés le pidió la autorización para llevar adelante la misión. Ese operativo se viene gestando desde hace varios días, mediante contactos diplomáticos y por el envío de un avión francés estacionado en la Guayana francesa a la espera de los contactos con la guerrilla y el “ok” para liberar a Betancourt, cuya salud es cada vez más endeble, según la evaluación de las distintas versiones de los últimos días.
“El presidente Sarkozy me ha expresado que está en movimiento una misión humanitaria para atender la salud de los secuestrados, empezando por la salud de la doctora Ingrid Betancourt. Esa misión humanitaria además sería acompañada por la Cruz Roja internacional”, explicó Uribe.
El mandatario colombiano aclaró que esa misión reportará a las autoridades colombianas, como había ocurrido en las que el gobierno de Venezuela participó para rescatar a Clara Rojas, Consuelo González y los cuatro congresistas en poder de las FARC. “Una vez nuestras autoridades competentes sean informadas por la misión humanitaria sobre las coordenadas del sitio a donde deben ingresar para proteger la salud de la doctora Ingrid Betancourt y de los otros secuestrados, nosotros, para facilitar el trabajo de la misión humanitaria, suspenderemos allí las acciones militares”, acotó Uribe.
“Ingrid está en peligro inminente de muerte. Ya no tiene fuerza para resistir un cautiverio interminable que está convirtiéndose en tragedia”, fueron las palabras de Sarkozy en un mensaje televisivo en el que se dirigió directamente a Manuel Marulanda, o Tirofijo, el líder de las FARC a quien le dijo “usted tiene un encuentro con la historia. No lo pierda. Libere a Ingrid Betancourt y a los rehenes más débiles” y posteriormente le pidió apoyo en sendas comunicaciones a varios presidentes de la región, como al brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y a la argentina, Cristina Kirchner, según trascendió oficialmente en esos países. En ambos casos el jefe de Estado galo recibió “todo el apoyo”.
En el último mes las versiones sobre la situación de cautiverio de la ex candidata del partido Verde Oxígeno fueron múltiples.
Las últimas, daban cuenta de que su estado de salud era grave (que padece hepatitis B, malaria y leishmaniasis) e incluso que “podía estar muerta”, según especulaba su ex esposo, Francois Delloye. Pero habitantes de las diminutas poblaciones de San José del Guaviare, territorio de influencia guerrillera, daban cuenta de haberla visto con vida y que recibió atención médica en algún centro de la zona. El propio Sarkozy sostuvo que si Betancourt muere “la culpa será de las FARC” como una forma más de presionar para su liberación.
Uribe no sólo salió a abrir las puertas para acelerar la liberación de Betancourt, sino también a responder la demanda que el gobierno de Ecuador interpuso en la Corte Internacional de La Haya, para denunciar las presuntas fumigaciones en territorio colombiano. “Me sorprende que haya tanta beligerancia contra el Estado colombiano y tanto silencio ante el terrorismo”, disparó el colombiano en un momento en que las relaciones entre ambos países permanecen estancadas en diferendos de diversa índole.
En otro orden, Venezuela no reconoce los documentos que fueron extraídos de la computadora portátil del fallecido jefe de las FARC y que Colombia envió al gobierno venezolano, declaró el martes el canciller Nicolás Maduro.
Nota de José Vales, El Universal, 2 de abril.
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