La cumbre del Mercosur en Tucumán (Argentina) fue aprovechada por los presidentes de las naciones miembros (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay); de Venezuela (en proceso de adhesión) y sus socios de la región (Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Colombia) para firmar una declaración conjunta que reivindica los positivos aportes de sus migrantes a los países europeos, y pide a sus colegas de la UE que recapaciten y den marcha atrás a la directiva de retorno de inmigrantes, aprobada a mediados de junio.
Entre otras medidas, la directiva europea —que entrará en vigor en 2010— establece que los inmigrantes en condición irregular, incluidos los menores, pueden ser detenidos hasta por seis meses, prorrogables por doce más, mientras se tramita su expulsión de Europa, a donde no podrán regresar en cinco años.
Rechazo, mejor que preocupación. El comunicado subraya el “rechazo de cualquier intento de criminalización de la migración irregular y la adopción de políticas migratorias restrictivas, en particular hacia los sectores más vulnerables, como las mujeres y los niños”. Asimismo, defiende la necesidad de luchar contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia.
El término “rechazo” fue incluido en la declaración del Mercosur a propuesta del presidente de Bolivia, Evo Morales, en sustitución de la versión inicial, que expresaba la “profunda preocupación” de los mandatarios por la directiva europea.
Pese al cambio de última hora, el documento no recoge la dureza de las críticas de los mandatarios antes de firmar el documento.
Morales fue uno de los más críticos: “Antes nos decían que los indios no tienen alma, me pregunto dónde está el alma europea”.
Para el uruguayo Tabaré Vázquez, nadie emigra por placer, sino por necesidad: “Emigrar no implica irse de turismo. Latinoamérica en su tiempo recibió oleadas de inmigrantes europeos. Un nieto de inmigrantes muy pobres europeos llegó a ser presidente de la república” de Uruguay, afirmó.
Para la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, América del Sur puede exigirle a la Unión Europea “un trato justo” para los emigrantes de América Latina, basado en el reconocimiento de sus derechos.
“Nuestros países fueron muy generosos y solidarios con los europeos que llegaron el siglo pasado a nuestra tierra y no es justo que nuestros emigrantes reciban un trato discriminatorio”, añadió.
Entre otras medidas, la directiva europea —que entrará en vigor en 2010— establece que los inmigrantes en condición irregular, incluidos los menores, pueden ser detenidos hasta por seis meses, prorrogables por doce más, mientras se tramita su expulsión de Europa, a donde no podrán regresar en cinco años.
Rechazo, mejor que preocupación. El comunicado subraya el “rechazo de cualquier intento de criminalización de la migración irregular y la adopción de políticas migratorias restrictivas, en particular hacia los sectores más vulnerables, como las mujeres y los niños”. Asimismo, defiende la necesidad de luchar contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia.
El término “rechazo” fue incluido en la declaración del Mercosur a propuesta del presidente de Bolivia, Evo Morales, en sustitución de la versión inicial, que expresaba la “profunda preocupación” de los mandatarios por la directiva europea.
Pese al cambio de última hora, el documento no recoge la dureza de las críticas de los mandatarios antes de firmar el documento.
Morales fue uno de los más críticos: “Antes nos decían que los indios no tienen alma, me pregunto dónde está el alma europea”.
Para el uruguayo Tabaré Vázquez, nadie emigra por placer, sino por necesidad: “Emigrar no implica irse de turismo. Latinoamérica en su tiempo recibió oleadas de inmigrantes europeos. Un nieto de inmigrantes muy pobres europeos llegó a ser presidente de la república” de Uruguay, afirmó.
Para la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, América del Sur puede exigirle a la Unión Europea “un trato justo” para los emigrantes de América Latina, basado en el reconocimiento de sus derechos.
“Nuestros países fueron muy generosos y solidarios con los europeos que llegaron el siglo pasado a nuestra tierra y no es justo que nuestros emigrantes reciban un trato discriminatorio”, añadió.
Agencias en Tucumán, Crónica, 2 de julio.
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