La ratificación de la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de la constitucionalidad de las reformas que despenalizan el aborto en el Distrito Federal en las primeras 12 semanas de embarazo fue saludada por activistas, organizaciones defensoras de los derechos de la mujer y partidos políticos. Sin embargo, la Secretaría de Salud informó que esta ley no obligará a aplicar la interrupción de embarazos no deseados en hospitales federales.
José Angel Córdova Villalobos afirmó que en la Secretaría de Salud no existe temor de que la ley –que ayer validó la mayoría de los ministros del máximo tribunal– se extienda a otros estados de la República. “No tenemos miedo porque estamos en un país de pluralidades y libertades, en donde, sobre todo, debemos respetar la institucionalidad”, destacó.
La validación de la Suprema Corte a la suspensión del embarazo “es un triunfo de las mujeres y de la ciencia sobre la opinión, respetable, de grupos que anteponen el avance científico a la visión de un dogma religioso”, sostuvo la dirigencia nacional perredista, la cual enfatizó que más de 90 por ciento de sus militantes profesa la religión católica.
A contracorriente del beneplácito que generó ayer en la mayoría de los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados la resolución de los ministros, el PAN reprochó que éstos no consideraran “que la vida humana inicia desde la concepción”.
Para Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados del PRI, el respaldo de los ministros a la reforma al Código Penal y a la Ley de Salud en la ciudad de México fue acertada: “respetamos siempre las decisiones que ha tomado la Suprema Corte. Creemos en su trabajo serio y responsable”.
El perredista Humberto Zazueta manifestó su beneplácito por la determinación judicial porque reconoce que las decisiones políticas y sociales que se asumen en la capital del país son de avanzada, y “tienen franca vinculación con el desarrollo de las prácticas de salud pública que se aplican en los países más avanzados del mundo”, sostuvo.
Seguridad y bienestar
Por Convergencia, José Manuel del Río adujo que más allá del dogma y de las creencias, “está por encima la realidad; la evidente realidad de mujeres, y sobre todo jovencitas, que por distintas circunstancias físicas y económicas, deciden interrumpir un embarazo, especialmente cuando se trata de uno no deseado o producto de una violación, un abuso o una relación trunca e insatisfactoria”.
Silvano Garay, del Partido del Trabajo, consideró que las decisiones políticas y sociales vinculadas a la salud de las mujeres deben enfocarse fundamentalmente a proveerles seguridad y bienestar.
La decisión de la mayoría de los ministros es una primera llamada de alerta para que las legislaturas estatales que tienen pendientes reformas vinculadas con la garantía de la vida desde el momento de la concepción, ponderen sus decisiones y “se ajusten los criterios que nuestro máximo tribunal está marcando en estos momento” sostuvo Fernanda Díaz de León, encargada de Enlace Interinstitucional del Grupo de Información, Reproducción Elegida AC, (GIRE).
Para el vocero de la diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vera, el hecho de que la Suprema Corte haya avalado la despenalización del aborto en el Distrito Federal, significa un retroceso porque a su parecer no fue tomada en cuenta “la dignidad de la persona cuando no sabemos cuando comienza la vida”.
Consideró que la SCJN debió tomar en cuenta el aspecto médico en el sentido de que un ser humano está creciendo y no se puede interrumpir durante el embarazo. “Ese es el punto a discutir, aun cuando no es una cuestión religiosa, sino en diversos ámbitos”, expresó en conferencia de prensa.
Confió en que en la entidad no sea aprobada una propuesta de interrupción del embarazo.
Mariana Norandi, Ciro Pérez, Enrique Méndez, Roberto Garduño, Alfredo Méndez y Mariana Chávez, corresponsal
José Angel Córdova Villalobos afirmó que en la Secretaría de Salud no existe temor de que la ley –que ayer validó la mayoría de los ministros del máximo tribunal– se extienda a otros estados de la República. “No tenemos miedo porque estamos en un país de pluralidades y libertades, en donde, sobre todo, debemos respetar la institucionalidad”, destacó.
La validación de la Suprema Corte a la suspensión del embarazo “es un triunfo de las mujeres y de la ciencia sobre la opinión, respetable, de grupos que anteponen el avance científico a la visión de un dogma religioso”, sostuvo la dirigencia nacional perredista, la cual enfatizó que más de 90 por ciento de sus militantes profesa la religión católica.
A contracorriente del beneplácito que generó ayer en la mayoría de los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados la resolución de los ministros, el PAN reprochó que éstos no consideraran “que la vida humana inicia desde la concepción”.
Para Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados del PRI, el respaldo de los ministros a la reforma al Código Penal y a la Ley de Salud en la ciudad de México fue acertada: “respetamos siempre las decisiones que ha tomado la Suprema Corte. Creemos en su trabajo serio y responsable”.
El perredista Humberto Zazueta manifestó su beneplácito por la determinación judicial porque reconoce que las decisiones políticas y sociales que se asumen en la capital del país son de avanzada, y “tienen franca vinculación con el desarrollo de las prácticas de salud pública que se aplican en los países más avanzados del mundo”, sostuvo.
Seguridad y bienestar
Por Convergencia, José Manuel del Río adujo que más allá del dogma y de las creencias, “está por encima la realidad; la evidente realidad de mujeres, y sobre todo jovencitas, que por distintas circunstancias físicas y económicas, deciden interrumpir un embarazo, especialmente cuando se trata de uno no deseado o producto de una violación, un abuso o una relación trunca e insatisfactoria”.
Silvano Garay, del Partido del Trabajo, consideró que las decisiones políticas y sociales vinculadas a la salud de las mujeres deben enfocarse fundamentalmente a proveerles seguridad y bienestar.
La decisión de la mayoría de los ministros es una primera llamada de alerta para que las legislaturas estatales que tienen pendientes reformas vinculadas con la garantía de la vida desde el momento de la concepción, ponderen sus decisiones y “se ajusten los criterios que nuestro máximo tribunal está marcando en estos momento” sostuvo Fernanda Díaz de León, encargada de Enlace Interinstitucional del Grupo de Información, Reproducción Elegida AC, (GIRE).
Para el vocero de la diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vera, el hecho de que la Suprema Corte haya avalado la despenalización del aborto en el Distrito Federal, significa un retroceso porque a su parecer no fue tomada en cuenta “la dignidad de la persona cuando no sabemos cuando comienza la vida”.
Consideró que la SCJN debió tomar en cuenta el aspecto médico en el sentido de que un ser humano está creciendo y no se puede interrumpir durante el embarazo. “Ese es el punto a discutir, aun cuando no es una cuestión religiosa, sino en diversos ámbitos”, expresó en conferencia de prensa.
Confió en que en la entidad no sea aprobada una propuesta de interrupción del embarazo.
Mariana Norandi, Ciro Pérez, Enrique Méndez, Roberto Garduño, Alfredo Méndez y Mariana Chávez, corresponsal
La Jornada, 28 de agosto.
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