Por considerar que las propuestas sobre la reforma petrolera son “insuficientes”, la iniciativa privada presentó al Congreso de la Unión un proyecto que, sin cambios constitucionales, impulse un mejor aprovechamiento de los ingresos por la exportación de crudo y la elaboración de petrolíferos.
El proyecto presentado por los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Armando Paredes Arroyo y Héctor Rangel Domene, respectivamente, toma algunas recomendaciones hechas por el PRI, el gobierno federal y el PRD, porque “existen alternativas para que México se acerque a una reforma ideal, no sólo a una reforma políticamente viable”.
Destaca la recomendación –no hecha antes– de renegociar el contrato colectivo de trabajo con el sindicato petrolero, que es “muy generoso”, pero que para el país y para Pemex representa algo “rígido y oneroso”. Sin esta renegociación, advirtió Rangel Domene, no se resolverán los problemas de fondo que aquejan a la paraestatal.
“El CEESP considera que, dentro de los límites constitucionales, las reformas propuestas por el Ejecutivo federal y el PRI son políticamente viables, pero la reforma ideal implicaría realizar cambios a la Constitución”, señala el documento que fue enviado al Congreso de la Unión para su consideración, el cual será cabildeado por los líderes de los organismos privados.
“No se propone la venta de activos en propiedad del Estado, ni compartir la renta petrolera con la iniciativa privada”, porque el sector “está convencido de que existen alternativas para que México se acerque a la reforma ideal y se fortalezca su industria petrolera”, subraya.
Plantea, en cambio, crear mecanismos que permitan a Pemex realizar alianzas con empresas especializadas para la exploración y extracción de petróleo; aplicar la figura de “servicios de contratos incentivados” que, además de cumplir con los requisitos de constitucionalidad, no pone en riesgo la propiedad de las reservas descubiertas; ampliar la participación del sector privado en comercialización, transporte, distribución y almacenamiento de productos refinados y petroquímicos, y abrir la refinación, transporte, almacenamiento, distribución y comercialización al capital privado y liberalizar el comercio internacional.
Régimen laboral y de pensiones
Especial mención se hace sobre el régimen laboral y de pensiones de Pemex. La relación con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y el tema de las jubilaciones no se ha debatido y falta su inclusión tanto, en las iniciativas presentadas por el Ejecutivo como en las del PRI, puntualizó Rangel Domene.
La propuesta de la iniciativa privada critica el excesivo número de trabajadores de Pemex. El director general del CEESP, Luis Foncerrada Pascal, destacó este punto y dijo que es urgente reducir de manera significativa el exceso de personal y una reforma en las pensiones.
Pemex, afirmó, cuenta con el mayor número empleados entre las empresas petroleras más grandes del mundo (141 mil), pero es la de menor productividad, al generar sólo 33 mil barriles diarios por trabajador. Asimismo, señaló que el pasivo laboral de la empresa durante 2007 representó 30 por ciento de la nómina de los trabajadores activos, lo que equivale a 5 por ciento del producto interno bruto.
El proyecto presentado por los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Armando Paredes Arroyo y Héctor Rangel Domene, respectivamente, toma algunas recomendaciones hechas por el PRI, el gobierno federal y el PRD, porque “existen alternativas para que México se acerque a una reforma ideal, no sólo a una reforma políticamente viable”.
Destaca la recomendación –no hecha antes– de renegociar el contrato colectivo de trabajo con el sindicato petrolero, que es “muy generoso”, pero que para el país y para Pemex representa algo “rígido y oneroso”. Sin esta renegociación, advirtió Rangel Domene, no se resolverán los problemas de fondo que aquejan a la paraestatal.
“El CEESP considera que, dentro de los límites constitucionales, las reformas propuestas por el Ejecutivo federal y el PRI son políticamente viables, pero la reforma ideal implicaría realizar cambios a la Constitución”, señala el documento que fue enviado al Congreso de la Unión para su consideración, el cual será cabildeado por los líderes de los organismos privados.
“No se propone la venta de activos en propiedad del Estado, ni compartir la renta petrolera con la iniciativa privada”, porque el sector “está convencido de que existen alternativas para que México se acerque a la reforma ideal y se fortalezca su industria petrolera”, subraya.
Plantea, en cambio, crear mecanismos que permitan a Pemex realizar alianzas con empresas especializadas para la exploración y extracción de petróleo; aplicar la figura de “servicios de contratos incentivados” que, además de cumplir con los requisitos de constitucionalidad, no pone en riesgo la propiedad de las reservas descubiertas; ampliar la participación del sector privado en comercialización, transporte, distribución y almacenamiento de productos refinados y petroquímicos, y abrir la refinación, transporte, almacenamiento, distribución y comercialización al capital privado y liberalizar el comercio internacional.
Régimen laboral y de pensiones
Especial mención se hace sobre el régimen laboral y de pensiones de Pemex. La relación con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y el tema de las jubilaciones no se ha debatido y falta su inclusión tanto, en las iniciativas presentadas por el Ejecutivo como en las del PRI, puntualizó Rangel Domene.
La propuesta de la iniciativa privada critica el excesivo número de trabajadores de Pemex. El director general del CEESP, Luis Foncerrada Pascal, destacó este punto y dijo que es urgente reducir de manera significativa el exceso de personal y una reforma en las pensiones.
Pemex, afirmó, cuenta con el mayor número empleados entre las empresas petroleras más grandes del mundo (141 mil), pero es la de menor productividad, al generar sólo 33 mil barriles diarios por trabajador. Asimismo, señaló que el pasivo laboral de la empresa durante 2007 representó 30 por ciento de la nómina de los trabajadores activos, lo que equivale a 5 por ciento del producto interno bruto.
Víctor Cardoso, La Jornada, 28 de agosto.
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