Ante miles de personas, los líderes de organizaciones campesinas y sindicales lanzaron la exigencia al gobierno federal: "cambiar el rumbo económico y político por el que se ha enfilado al país y que no ha sido benéfico para los obreros y campesinos".
Tras la marcha, que comenzó en el Ángel de la Independencia, los dirigentes se apostaron en un templete —dando la espalda a Palacio Nacional— para enviar su mensaje a las masas.
Desde las 18:20 horas, y durante una hora y 20 minutos, se desarrolló el mitin. Cruz López Aguilar, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), remarcó que "los enemigos del campo de México, me refiero a ciertos funcionarios y sus mercenarios en contubernio, pretenden cooptar a las dirigencias, intentan comprar conciencias, utilizan los recursos presupuestales ofreciendo sumas millonarias y ejerciendo presiones para dividir".
Tras recriminar al gobierno federal el no congelar el precio del diesel, López Aguilar pidió que se legisle sobre la creación de un consejo social y económico responsable de construir políticas públicas, así como revisar el capítulo agropecuario en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
"Los productores rurales y campesinos exigimos un trato más justo en el tema de las relaciones comerciales agropecuarias, que reconozca la desigualdad y resuelva las asimetrías con justicia respecto a los competidores comerciales", dijo.
Enseguida tomó el micrófono Agustín Rodríguez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, quien remarcó que desde hace 30 años comenzó la inequidad en el desarrollo económico, y hoy mantiene en empobrecimiento permanente a los mexicanos.
El también presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores dijo que de no tener respuestas satisfactorias a las necesidades de los trabajadores y campesinos, se realizarán medidas de presión más drásticas, como la toma de oficinas, carreteras, puertos y aeropuertos. Y si aún así el gobierno no responde, se realizará una huelga nacional.
Martín Esparza Flores, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, enfatizó que los responsables de la crisis financiera son los banqueros e industriales, por lo que ellos deben pagar los efectos de la crisis y no los obreros y campesinos
Dijo que se debe exigir al gobierno que nacionalice las cuentas de los trabajadores, pues tan sólo el año pasado se perdieron 30 mil millones de pesos a través de las Afores.
Señaló que es necesario impulsar en el Congreso de la Unión la creación de una tarifa social de luz para los trabajadores, y llamó a los dirigentes sindicales a no aceptar el 4.6 por ciento de aumento salarial, ya que eso no alcanza para que las familias de los trabajadores vivan.
Crescencio Morales, del Comité Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp), pidió la renuncia del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y señaló que resultado de 25 años de la aplicación del modelo económico neoliberal es la privatización de la actividad productiva.
Benito Baena, dirigente de la Alianza de Tranviarios, refirió que sólo con movilización y toma de calles la gente se ha hecho escuchar.
Tras la marcha, que comenzó en el Ángel de la Independencia, los dirigentes se apostaron en un templete —dando la espalda a Palacio Nacional— para enviar su mensaje a las masas.
Desde las 18:20 horas, y durante una hora y 20 minutos, se desarrolló el mitin. Cruz López Aguilar, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), remarcó que "los enemigos del campo de México, me refiero a ciertos funcionarios y sus mercenarios en contubernio, pretenden cooptar a las dirigencias, intentan comprar conciencias, utilizan los recursos presupuestales ofreciendo sumas millonarias y ejerciendo presiones para dividir".
Tras recriminar al gobierno federal el no congelar el precio del diesel, López Aguilar pidió que se legisle sobre la creación de un consejo social y económico responsable de construir políticas públicas, así como revisar el capítulo agropecuario en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
"Los productores rurales y campesinos exigimos un trato más justo en el tema de las relaciones comerciales agropecuarias, que reconozca la desigualdad y resuelva las asimetrías con justicia respecto a los competidores comerciales", dijo.
Enseguida tomó el micrófono Agustín Rodríguez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, quien remarcó que desde hace 30 años comenzó la inequidad en el desarrollo económico, y hoy mantiene en empobrecimiento permanente a los mexicanos.
El también presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores dijo que de no tener respuestas satisfactorias a las necesidades de los trabajadores y campesinos, se realizarán medidas de presión más drásticas, como la toma de oficinas, carreteras, puertos y aeropuertos. Y si aún así el gobierno no responde, se realizará una huelga nacional.
Martín Esparza Flores, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, enfatizó que los responsables de la crisis financiera son los banqueros e industriales, por lo que ellos deben pagar los efectos de la crisis y no los obreros y campesinos
Dijo que se debe exigir al gobierno que nacionalice las cuentas de los trabajadores, pues tan sólo el año pasado se perdieron 30 mil millones de pesos a través de las Afores.
Señaló que es necesario impulsar en el Congreso de la Unión la creación de una tarifa social de luz para los trabajadores, y llamó a los dirigentes sindicales a no aceptar el 4.6 por ciento de aumento salarial, ya que eso no alcanza para que las familias de los trabajadores vivan.
Crescencio Morales, del Comité Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp), pidió la renuncia del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y señaló que resultado de 25 años de la aplicación del modelo económico neoliberal es la privatización de la actividad productiva.
Benito Baena, dirigente de la Alianza de Tranviarios, refirió que sólo con movilización y toma de calles la gente se ha hecho escuchar.
Blanca Estela Botello, Crónica, 31 de enero.
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