Soy un hombre de mano firme, no violento

“No soy un hombre violento, soy de mano firme”, aseguró el exsecretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, a quien se le relacionó en el 2004 con violaciones a los derechos humanos.

Explicó que siempre ha sido un funcionario con sensibilidad y que ha aprendido de sus errores y de las críticas negativas. “Yo nunca he abusado del poder”, dijo enérgico.

Con café en mano, el precandidato panista a diputado federal por el distrito X de Zapopan, Jalisco, explicó que se puede aplicar la ley con firmeza sin violar las garantías individuales.

LOS PANISTAS EN ALERTA AMARILLA

Manifestó al El Economista que el PAN no está en riesgo de parecerse al PRI ya que sus doctrinas son diferentes; sin embargo, los panistas sí se encuentran en “alerta amarilla” pues pueden seguir los pasos del priísmo de antaño.

“El funcionario panista sí puede caer en condiciones muy parecidas a la del PRI, sobre todo en el manejo del propio ejercicio del poder o de una inobservancia de las condiciones ideológicas del partido”, aseveró.

Para erradicar eso, explicó, hay militantes de Acción Nacional que se encuentran atentos al trabajo del legislador e incluso del Presidente de la República con el fin de mantener la conducta y verticalidad blanquiazul.

Al respecto, el también exgobernador de Jalisco dijo que las declaraciones de Manuel Espino, expresidente del PAN, no fracturan al partido pero sí lastiman a los panistas.

Espino, prosiguió, debe saber hasta donde hacer declaraciones oportunas, “y no digo maquilladas (…) Espino ya fue y tiene que aprender a dejar de ser jefe nacional”.

INSEGURIDAD Y CRISIS, COMBINACIÓN EXPLOSIVA

Explicó que la inseguridad y la crisis financiera son un higt ball explosivo, una combinación peligrosa que se debe tomar con precaución, de lo contrario, manifestó, “México puede salírsenos de las manos”.

“Se requiere de darles a los ciudadanos seguridad pero también trabajo, se requiere darles salud pero también oportunidades de desarrollo, una política económica encaminada a poder distribuir la riqueza en todo el país”, argumentó.

El precandidato a una curul en el Congreso de la Unión le otorgó su confianza al presidente Felipe Calderón para abatir los flagelos de la actualidad. Sin embargo, pronosticó que el combate al narcotráfico “va a seguir costando vidas”.

El jalisciense reveló que cuando fue Gobernador y formaba parte del Consejo de Seguridad “nunca” se le dio información sobre “la gravedad del tema del crimen organizado en México”. Fue hasta que llegó Calderón a la Presidencia cuando le dijeron las condiciones en las que se encontraba el país, sobre todo en Michoacán.

Tania Rosas, El Economista, 27 de febrero.